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Una fuerte denuncia se conoció en las últimas horas por parte de la dirección de la cárcel La Picota, una de las más grandes del país. Alrededor de 3.294 reclusos se encuentran en riesgo sanitario debido a que el penal lleva 3 días sin suministro de agua.
La carencia del líquido vital, según aseguró el director del penal, Horacio Bustamante, no ha sido debidamente atendida por la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (USPEC).
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Esta información fue confirmada a El Espectador, por fuentes de El INPEC, que confirmaron la inacción de esta entidad frente al problema con el agua que ha tenido este centro penitenciario desde el 6 de octubre. Incluso, dada la falta de diligencia por parte de la USPEC, los funcionarios de este centro penitenciario debieron acudir al personal de construcción que actualmente adelanta obras de ampliación de la Av. Caracas, para que les prestaran unas máquinas que lograran solventar el problema.
Vale la pena recalcar que el daño del que se deriva este problema se originó en la ruptura de un tubo madre que alimenta al penal de agua, como consecuencia de un temblor que se registró en Bogotá. A pesar de la baja magnitud del movimiento telúrico, la tubería en cuestión sufrió afectaciones debido a su antigüedad, recalcó la fuente a este diario.
En ese orden de ideas, para evitar que el problema trascendiera a mayores, los encargados del penal tomaron prestada la maquinaria de la obra de ampliación, que se está ejecutando al frente, para solucionar el problema. Gracias a esta diligencia, el suministro de agua se logró resolver por algunas horas, pero el tubo volvió a presentar fallas esta mañana. En consecuencia, el penal volvió a quedar sin agua, y la situación sanitaria en el penal empeoró.
De acuerdo con la información, la que tuvo acceso El Espectador, la ausencia del servicio de agua afectó el servicio sanitario y de alcantarillado del centro penitenciario, por lo que una cantidad significativa de excrementos y otros desechos se estarían acumulando en las celdas. Esta situación, que por ahora no altera a los reclusos del penal, ha impedido que los mismos regresen a sus celdas para evitar el mal olor y otras enfermedades que podrían derivarse de la interacción humana con este tipo de desperdicios.
Dicha información, ya fue consignada en un oficio que se envió hoy al Ministerio de Justicia y a la USPEC, para acelerar las diligencias que solucionen el problema de raíz.
El último reporte sobre la situación, informó que el servicio de agua ya fue restablecido en la primera planta de La Picota, pero debido a la antigüedad de las tuberías del centro penitenciario, incapaces de aguantar presiones elevadas, el problema de suministro persiste en la segunda planta.
Por el momento, el Distrito enviará mañana carrotanques de agua para solventar de manera provisional esta situación, que de no controlarse oportunamente, podría derivar en una crisis sanitaria.
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