Cementerio Central: la reforma de un camposanto con casi 200 años de historia
El Cementerio Central, recinto de casi 200 años y el cual está lleno de historias religiosas y espirituales, está viviendo actualmente una reforma en su fachada principal, intervención que generó que ciudadanos se cuestionaran sobre el estado actual al interior de las estructuras, las cuales se encuentran en mal estado.
Juan Camilo Beltrán Guzmán
En la avenida El Dorado con carrera 24, se encuentra uno de los principales puntos históricos de la capital colombiana: el cementerio Central, una necrópolis de 188 años, que no solo es llamativo por su arquitectura, sino porque allí reposan los restos de históricas personalidades del país como expresidentes, alcaldes, artistas, científicos, entre otros, que eligieron este sitio para el descanso eterno.
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En la avenida El Dorado con carrera 24, se encuentra uno de los principales puntos históricos de la capital colombiana: el cementerio Central, una necrópolis de 188 años, que no solo es llamativo por su arquitectura, sino porque allí reposan los restos de históricas personalidades del país como expresidentes, alcaldes, artistas, científicos, entre otros, que eligieron este sitio para el descanso eterno.
Su arquitectura, sus bóvedas, tumbas y mausoleos, así como las esculturas que parecen vigilar el descanso de los difuntos, llevaron a este sitio a convertirse en un patrimonio nacional, que casi a diario atrae visitantes interesados en su historia. Pero no son los únicos. Por las estrechas calles y pasillos también transitan fieles que llegan a pedir favores.
Como ocurre con las tumbas del alemán Leo Kopp, quien fundó Bavaria, o la del astrónomo colombiano Julio Garavito, que visitan constantemente por personas que llegan a realizan rituales espirituales, religiosos y sociales, con el objetivo de honrar a estos personajes o hacer peticiones. Al visitar este recinto se puede sentir un aura distinta, la cual adorna el ambiente con varios visitantes, los cuales acuden con velas, cervezas, ofrendas y fe de que sus solicitudes se harán realidad.
“El señor Leo Kopp cumple los deseos que uno le viene a pedir. Uno le susurra al oído izquierdo lo que uno quiere pedir y para agradecerle tiene hacerlo en el oído derecho. Doy testimonio, porque ayer precisamente vine y cuando fue al banco, llegó una consignación que no esperaba. Tenía $600.000 en la cuenta y cuando fui tenía $1´160.000“, mencionó Juan Carlos Vanegas, ciudadano que volvió para agradecer a la escultura de Kopp.
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Durante las visitas guiadas organizadas por la alcaldía, los visitantes tienen la oportunidad de presenciar cómo otros, no solo acuden a pedir, sino a expresar gratitud o a rendir homenaje, algunos trascendiendo lo puramente religioso. Allí se evidencia esa frase de que la muerte no tiene distinción, pues en el mismo espacio se pueden observar personas de diversas clases sociales, culturas y orígenes.
Al visitar el costado occidental, fuera de la elipse, se encuentra el famoso Caracol, un lugar asociado con rituales satánicos. Debido a esta reputación y al deterioro de su estructura, el acceso está prohibido. Esta edificación, con forma de casa y múltiples niveles, tanto subterráneos como elevados, alberga cientos de placas conmemorativas dedicadas a las personas enterradas en este lugar.
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Actualmente, la administración adelanta tareas de restauración, pero solo de la fachada, que avanzan en un 70%. “La intervención está a cargo de ocho personas, tanto de personal como maestros de obra, un profesional en seguridad en el trabajo, una arquitecta residente. Detrás de ellos, hay un equipo técnico conformado por arquitectos, restauradores de bienes muebles y otros apoyos administrativos”, explica Martha Trigos, residente de la brigada de intervención al patrimonio.
Y agrega: “En este momento la fachada está en un porcentaje de avance del 70%, estamos en este momento terminando los raspados y restitución de pañetes y estamos próximos a comenzar la pintura a la cal de toda la fachada. Esperamos terminar la obra el 18 de mayo aproximadamente”.
Las reformas se han orientado a la recuperación de las superficies y a la eliminación de lesiones antrópicas o físicas, que se han venido presentando durante mucho tiempo en el inmueble. Las intervenciones están fundamentadas en la recuperación de los morteros, la limpieza de grafitis, eliminación de bio deterioro, que es lo que ha venido afectando en el último tiempo.
“Estas lesiones han causado una perdida en la materialidad original de las fachadas, algo que también han afectado los grafitis con los ladrillos y estos químicos que han afectado a lo largo del tiempo y cada vez es más complicada la recuperación”, señala Trigos.
Sin embargo, la tarea es para cambiarle el rostro que ven los miles de ciudadanos que transitan por la avenida El Dorado, ya que en su interior pululan las estructuras en mal estado, lo que plantea interrogantes sobre las labores de mantenimiento del recinto. Pero, según explican las propias autoridades, debido a la antigüedad de las estructuras, recuperarlos no es tarea fácil.
La fachada, como bien se sabe, se espera que a mediados de mayo se entregue en su totalidad. Luego, se espera que administración local pueda intervenir en los techos de las elipses, andenes, paredes y columnas que se encuentran en estado deplorable y que no permiten a los ciudadanos poder disfrutar del recorrido en su totalidad.
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