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“Me demoro cinco minutos”, “voy a la esquina y ya vuelvo” son algunas de las mentiras que buena parte de los conductores se habrán dicho con la excusa de no pagar un parqueadero público, aun sabiendo que sale más barata la fracción por minuto que la multa por estar mal parqueado. Pero el problema no solo es económico. Con los vehículos mal estacionados también hay congestiones e inseguridad.
Para acabar este problema, el Distrito implementó las zonas de estacionamiento en vía, que permite cancelar fracciones de tiempo que dure el parqueo, y los cepos son dispositivos que se instalan en las llantas para inmovilizar los vehículos de quienes no pagan o los que se parquean en los sectores aledaños de manera irregular. El objetivo es “que los bogotanos usen los espacios habilitados y no cualquier rincón”, explica el Distrito.
No obstante, pese a que la medida se socializó con tres meses de anticipación, hubo un período pedagógico y las tarifas de parqueo en vía parecían asequibles, la gente parece no aprender la lección. Del 11 de febrero de este año al 30 de junio pasado se han puesto 1.679 cepos a carros que, a pesar de tener cerca la zona de parqueo, no la usan y se estacionan en sitios prohibidos. Mes a mes la cifra ha aumentado entre 30 y 40 casos, aproximadamente.
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Según la Secretaría de Movilidad, los datos discriminados de instalación de cepos son las siguientes: en febrero, cuando empezó a regir la medida (superada la fase pedagógica), se pusieron 119 cepos en carros y 37 en motos; en mazo fueron 269 y 90, respectivamente; en abril, 310 y 69; en mayo, 337 y 45, mientras que en junio el indicador alcanzó el número más alto: 369 en carros y 34 en motos.
Estos datos solo corresponden a uno de los dos motivos por los que se pueden poner los cepos: no usar los sitios autorizados para parqueo. La otra causal es ingresar a la zona de parqueo pago en vía y no cancelar de manera anticipada o haber superado el tiempo. En este caso, según la Terminal de Transporte de Bogotá —empresa que administra los sitios de parqueo en vía—, desde el 15 de diciembre del año pasado hasta la fecha ha puesto 1.416 cepos.
Todos estos conductores vivieron en carne propia el mal negocio que representa parquear en sitios prohibidos, pues no solo les instalaron el cepo, sino que también se ganaron una multa de tránsito y les tocó pagar por la desinstalación del dispositivo de inmovilización: $63.000 (motos) y $90.000 (autos).
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¿Son una solución?
De acuerdo con José Stalin Rojas, experto en movilidad y director del Observatorio de Movilidad de la U. Nacional, la medida, como la ha planteado el Distrito, estaría dando resultados, porque finalmente se están usando los cepos. En estos se invirtieron casi $300 millones, como lo dio a conocer el concejal Andrés Forero (Centro Democrático) el año pasado. Pero, lo que podría estar fallando serían los conductores, pues las cifras indican que, a pesar de las restricciones, siguen las infracciones.
“El parqueo en vía es una solución de infraestructura que necesita ser complementada con el comportamiento ciudadano. Las cifras por esta mala práctica son preocupantes desde hace tiempo”, señaló Rojas, quien agregó que, pese a que en las últimas cuatro administraciones se ha fortalecido la infraestructura de la capital, no se le ha dado una mirada a lo cultural.
“Esto refleja que desde la alcaldía de Lucho Garzón (Petro y Peñalosa incluidas) la Secretaría de Movilidad ha puesto énfasis en infraestructura y ha desmontado la cultura ciudadana, tema igual de prioritario para que cualquier medida funcione. De lo contrario, nos vamos a quedar buscando nuevas restricciones y ninguna va a tener solución”, agregó el experto.
A la fecha, la administración distrital, por medio de la Secretaría de Movilidad y la Terminal de Transporte, tiene en operación cuatro áreas de parqueo pago, las cuales van desde la calle 127 hasta la calle 100, entre carrera 5 y autopista Norte; desde la calle 100 hasta la calle 72, entre carrera 7 y autopista Norte; desde la calle 72 hasta la calle 45, entre la carrera 2 y la avenida Caracas y desde la calle 100 hasta la 127, entre la autopista Norte y la carrera 2.
Se estima que para diciembre de este año, como está contemplado en el proyecto, estén listas las nueve zonas faltantes de parqueo pago en vía, por lo que a la par se esperaría una reducción en los casos de conductores mal parqueados. José Stalin concluye que, además de pensar en reforzar la cultura ciudadana, para que “no se parqueen en lugares prohibidos”, también es importante que se sigan contemplando infraestructuras adecuadas para otros sistemas, como el transporte público y el mejoramiento de la infraestructura para la bicicleta. “Eso nos salvaría de la congestión que genera un carro mal parqueado y sobre todo en el norte de Bogotá”.