Cerca de 1.133 indígenas Emberá retornarán a sus territorios entre julio y agosto
Se estima que en la capital hay 2.183 indígenas desplazados, de los cuales 1.133 tienen la intención de retornar a sus territorios de origen o ser reubicados en otras zonas del país más seguras.
Después de casi un año viviendo a la intemperie, en condiciones precarias y de vulnerabilidad en el Parque Nacional, la Alcaldía de Bogotá anunció el primer retorno de 633 indígenas al Chocó, de los 2.183 que se encuentran asentados en la capital, a sus regiones de origen. Además, más de 400 quieren quedarse en la ciudad, para lo cual, la administración hace los preparativos de asentamiento en condiciones que no vulneren sus derechos.
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Después de ocho días de instalado un Puesto de Mando Unificado en el Parque Nacional, el Distrito y el Gobierno llegaron a acuerdos con las comunidades para el plan de retorno. Isabelita Mercado, consejera para las Víctimas del Distrito, explicó que en total, de los 2.183 indígenas asentados, 1.333 quieren volver a sus pueblos originarios. 438 buscan ser reubicados en otras zonas del país, y 415, quieren quedarse en Bogotá.
Para lograr su retorno, habrá tres fechas de desplazamientos. “La primera fecha es para los indígenas asentados en el parque Nacional; la segunda fecha para el retorno de otro grupo es el 12 de agosto, corresponden a los que se encuentran en la UPI La Rioja; el 14 de agosto será el turno para la comunidad asentada en la UPI La Florida”, anunció la consejera.
El proceso, sin embargo, no es fácil. No es la primera vez que Bogotá enfrenta un conflicto de este tipo. Experiencias del pasado con diásporas indígenas que llegan a la ciudad, han demostrado que el retorno no siempre es garantía para esta población, que muchas veces se ve obligada a volver nuevamente por la misma razón por la que fue desplazada. Por ello, antes del retorno, la Unidad de Víctimas y autoridades locales viajarán a los sitios de retorno para cerciorarse de que las condiciones sean favorables para los indígenas.
Gustavo Quintero, secretario de Gobierno, habló de los retos que se vienen para la administración: “tenemos que cambiar el modelo para que no haya asentamientos como el parque Nacional o las UPI. Tenemos que recuperar estos lugares y buscar nuevos lugares de asentamiento para que estas situaciones no se vuelvan a presentar y Bogotá esté preparada para recibir población desplazada”.
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Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
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Para lograr su retorno, habrá tres fechas de desplazamientos. “La primera fecha es para los indígenas asentados en el parque Nacional; la segunda fecha para el retorno de otro grupo es el 12 de agosto, corresponden a los que se encuentran en la UPI La Rioja; el 14 de agosto será el turno para la comunidad asentada en la UPI La Florida”, anunció la consejera.
El proceso, sin embargo, no es fácil. No es la primera vez que Bogotá enfrenta un conflicto de este tipo. Experiencias del pasado con diásporas indígenas que llegan a la ciudad, han demostrado que el retorno no siempre es garantía para esta población, que muchas veces se ve obligada a volver nuevamente por la misma razón por la que fue desplazada. Por ello, antes del retorno, la Unidad de Víctimas y autoridades locales viajarán a los sitios de retorno para cerciorarse de que las condiciones sean favorables para los indígenas.
Gustavo Quintero, secretario de Gobierno, habló de los retos que se vienen para la administración: “tenemos que cambiar el modelo para que no haya asentamientos como el parque Nacional o las UPI. Tenemos que recuperar estos lugares y buscar nuevos lugares de asentamiento para que estas situaciones no se vuelvan a presentar y Bogotá esté preparada para recibir población desplazada”.
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