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Una nueva diáspora de indígenas desplazados llegó en las últimas horas a Bogotá. Cerca de 150 indígenas de la comunidad Mesetas de Tadó arribó a la capital proveniente del del sureste del departamento del Chocó.
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Expuestos a la intemperie del frío bogotano se encuentran en este momento cerca de 100 niños indígenas de la comunidad desplazada. El desplazamiento, al que se espera que se unan una docena de familias más que vienen en camino, se produjo como consecuencia de enfrentamientos entre grupos armados que tienen azotada la región desde agosto del presente año.
De acuerdo con Jairo Tunay, gobernador del resguardo indígena Tadó, los choques bélicos entre el ELN y las fuerzas militares han motivado a que los indígenas abandonen el territorio por temor a perder sus vidas. “Hubo un enfrentamiento entre la guerrilla y pienso que con la Fuerza Militar. Entonces, desde ahí, pues las entidades que corresponde resolver este tema no nos atendieron. Entonces, las instituciones nos incumplieron. Por eso la comunidad se vino”, relató el líder indígena.
Asimismo, tras su arribó a las 3:00 A.M. de hoy, la comunidad denunció que funcionarios de la terminal intentaron expulsarlos, sin importar que entre los miembros de la comunidad desplazada figuran, en su mayoría, niños menores de 10 años y adultos mayores.
Por el momento, los líderes del colectivo Tadó exigen la presencia de las autoridades distritales y nacionales con el fin de atender la emergencia humanitaria por la que atraviesan los indígenas. Se espera que en las próximas horas se desplacen desde la terminal, al Ministerio del Interior, para exigir las garantías mínimas para retornar a los resguardos. La llegada de los Tadó a la capital, además, se produce en medio de la ya de por sí delicada situación de los pueblos ancestrales asentados en la capital.
Mientras que en el parque Nacional permanecen cerca de 500 indígenas acampan en el Parque Nacional desde el mes de octubre, en medio de condiciones sanitarias infrahumanas, los centros de acopio, como los de La Florida y La Rioja se encuentran desbordados. En este último, hay más de 1.500 indígenas, cuando la capacidad de albergue del lugar es, a lo sumo, de 300. Con este grupo de indígenas, en su mayoría de la comunidad Emberá, la Secretaría de Gobierno adelanta mesas de retorno para regresar a su territorio.
En cuanto al caso más reciente de desplazamiento, que tiene a la comunidad Tadó a las afueras de la Terminal del Transporte, El Distrito informó que están a la espera de los diálogos entre los indígenas y el Ministerio del Interior para tomar las medidas pertinentes. Mientras se encontraban en la Terminal del Salitre, el equipo de diálogo se acercó para brindar acompañamiento, así como otros entes, entre ellos, la Defensoría del Pueblo.
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