Chingaza en cuidados intensivos: datos de por qué el agua sigue escasa en Bogotá
A pesar de que el Distrito viene reportando a diario una leve recuperación del sistema, la situación sigue siendo crítica y los embalses no salen de cuidados intensivos. El ahorro en los hogares sigue siendo insuficiente. ¿Se deben endurecer las medidas?
Alexánder Marín Correa
Las últimas semanas el Distrito ha reportado una leve recuperación de los embalses del sistema Chingaza. Y aunque las cifras muestran una curva ascendente y muchos ciudadanos celebren e, incluso, se hayan relajado con la misión de ahorrar agua, la realidad es que el sistema sigue en cuidados intensivos y el racionamiento parece que va para largo.
Este es el reporte del nivel del sistema Chingaza desde que comenzó el racionamiento, donde se nota cómo apenas un mes después de la medida superó el nivel de la alerta roja y cómo en las últimas semanas ha empinado un poco más su tendencia.
Pero esta imagen es apenas un fragmento de la imagen completa. Para dimensionar la crítica situación y de la urgencia de nuevas medidas, hay que saber algunos datos: el sistema Chingaza (embalses Chuza y San Rafael) puede almacenar 327 millones de metros cúbicos de agua, suficientes para casi un año de suministro, en caso de sequía prolongada.
LEA: El riesgo latente de vivir cerca a una polvorería: una tragedia ignorada
Su llenado y vaciado corresponde a un ciclo regular, que arranca en abril cuando está en el nivel más bajo y empieza a recuperar reservas con la temporada de lluvias, hasta llegar a su máximo en agosto, mes en el que empieza el gasto hasta un nuevo ciclo. Esos niveles, históricamente, han oscilado entre el 40% y 95%. Lo que muestra la imagen completa es cómo el comportamiento del sistema en lo corrido del año está lejos de la normalidad.
Y todo, por cuenta de los fenómenos climáticos, que rompieron la regularidad y los embalses están en una situación crítica. No solo llegaron a los niveles más bajos desde que entraron en operación, lo que obligó a declarar la alerta roja y el racionamiento (al caer su nivel por debajo del 19%), sino que la recuperación ha sido más lenta de lo habitual, por lo que la ciudad sigue sin salir de la zona de peligro.
La crisis actual se empezó a notar desde el año pasado cuando en agosto el nivel máximo del sistema llegó al 60% (muy por debajo del 90% habitual). Desde entonces, el nivel cayo en picada, hasta llegar a la crisis de abril, de la cual no se ha podido salir. Las lluvias siguen siendo esporádicas y la meta de ahorro, para llegar a un consumo de 15 metros cúbicos por segundo, no se ha podido lograr.
Y el panorama no es alentador. Para los que esperaban que el racionamiento fuera cuestión de unos días, va un chapuzón de realidad. La condición para levantar la medida es que durante 15 días seguidos llegue al sistema Chingaza más metros cúbicos de los que consume la ciudad, pero en 44 días de racionamiento no se ha podido lograr. Salvo un par de días, cuando se combinaron lluvias intensas y ahorro en el hogar, se estuvo cerca, pero nada más.
A esto se suma que, para estas fechas, en un ciclo regular, los embalses deberían estar llegando al 50% de llenado, pero el último reporte indica que apenas va por la mitad de eso. Actualmente, según el sistema de alertas, la ciudad sigue en alerta naranja, pues el nivel del sistema sigue por debajo de 28%, lo que indica que solo hay reservas para menos de 90 días, razón por la cual la restricción debe continuar.
Así que, si quiere conocer las fechas en las que tendrá racionamiento el resto del año, lo invitamos a consultar su barrio aquí.
Turnos y fechas del racionamiento de agua en Bogotá
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
Las últimas semanas el Distrito ha reportado una leve recuperación de los embalses del sistema Chingaza. Y aunque las cifras muestran una curva ascendente y muchos ciudadanos celebren e, incluso, se hayan relajado con la misión de ahorrar agua, la realidad es que el sistema sigue en cuidados intensivos y el racionamiento parece que va para largo.
Este es el reporte del nivel del sistema Chingaza desde que comenzó el racionamiento, donde se nota cómo apenas un mes después de la medida superó el nivel de la alerta roja y cómo en las últimas semanas ha empinado un poco más su tendencia.
Pero esta imagen es apenas un fragmento de la imagen completa. Para dimensionar la crítica situación y de la urgencia de nuevas medidas, hay que saber algunos datos: el sistema Chingaza (embalses Chuza y San Rafael) puede almacenar 327 millones de metros cúbicos de agua, suficientes para casi un año de suministro, en caso de sequía prolongada.
LEA: El riesgo latente de vivir cerca a una polvorería: una tragedia ignorada
Su llenado y vaciado corresponde a un ciclo regular, que arranca en abril cuando está en el nivel más bajo y empieza a recuperar reservas con la temporada de lluvias, hasta llegar a su máximo en agosto, mes en el que empieza el gasto hasta un nuevo ciclo. Esos niveles, históricamente, han oscilado entre el 40% y 95%. Lo que muestra la imagen completa es cómo el comportamiento del sistema en lo corrido del año está lejos de la normalidad.
Y todo, por cuenta de los fenómenos climáticos, que rompieron la regularidad y los embalses están en una situación crítica. No solo llegaron a los niveles más bajos desde que entraron en operación, lo que obligó a declarar la alerta roja y el racionamiento (al caer su nivel por debajo del 19%), sino que la recuperación ha sido más lenta de lo habitual, por lo que la ciudad sigue sin salir de la zona de peligro.
La crisis actual se empezó a notar desde el año pasado cuando en agosto el nivel máximo del sistema llegó al 60% (muy por debajo del 90% habitual). Desde entonces, el nivel cayo en picada, hasta llegar a la crisis de abril, de la cual no se ha podido salir. Las lluvias siguen siendo esporádicas y la meta de ahorro, para llegar a un consumo de 15 metros cúbicos por segundo, no se ha podido lograr.
Y el panorama no es alentador. Para los que esperaban que el racionamiento fuera cuestión de unos días, va un chapuzón de realidad. La condición para levantar la medida es que durante 15 días seguidos llegue al sistema Chingaza más metros cúbicos de los que consume la ciudad, pero en 44 días de racionamiento no se ha podido lograr. Salvo un par de días, cuando se combinaron lluvias intensas y ahorro en el hogar, se estuvo cerca, pero nada más.
A esto se suma que, para estas fechas, en un ciclo regular, los embalses deberían estar llegando al 50% de llenado, pero el último reporte indica que apenas va por la mitad de eso. Actualmente, según el sistema de alertas, la ciudad sigue en alerta naranja, pues el nivel del sistema sigue por debajo de 28%, lo que indica que solo hay reservas para menos de 90 días, razón por la cual la restricción debe continuar.
Así que, si quiere conocer las fechas en las que tendrá racionamiento el resto del año, lo invitamos a consultar su barrio aquí.
Turnos y fechas del racionamiento de agua en Bogotá
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.