Publicidad

(Opinión) Circuitos cortos de abastecimiento, clave del desarrollo agropecuario

La Región Central deben impulsar las Zonas de Desarrollo Agroalimentario y Social (ZODAS), para garantizar la seguridad alimentaria y que el productor sea el eje central de todo el sistema de abastecimiento.

Ricardo Agudelo Sedano
16 de septiembre de 2024 - 08:00 p. m.
La dependencia de mercados distantes, la desconexión entre zonas productivas y de consumo, y la pérdida alarmante de alimentos en la postcosecha son síntomas de un sistema que necesita reformas urgentes.
La dependencia de mercados distantes, la desconexión entre zonas productivas y de consumo, y la pérdida alarmante de alimentos en la postcosecha son síntomas de un sistema que necesita reformas urgentes.
Foto: Ejército N
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

En un país como Colombia, donde el agro debería ser uno de los pilares más sólidos de nuestra economía, seguimos enfrentando grandes desafíos en la producción y comercialización de alimentos. La dependencia de mercados distantes, la desconexión entre zonas productivas y de consumo, y la pérdida alarmante de alimentos en la postcosecha son síntomas de un sistema que necesita reformas urgentes. Es aquí donde las Zonas de Desarrollo Agroalimentario y Social (ZODAS) se presentan como una oportunidad invaluable para transformar el modelo productivo y comercial de nuestra región.

LEA: El dueño de Andrés carne de Res le hizo carta a Laura Villamil tras el accidente

Las ZODAS, como se han definido en el Plan de Abastecimiento Alimentario de la Región Central, representan un esfuerzo por construir un sistema más justo y eficiente. Estas zonas no solo buscan garantizar la seguridad alimentaria, sino también poner al productor en el centro del sistema de abastecimiento, permitiendo que su trabajo sea debidamente valorado. Esto no es solo una cuestión económica, es una apuesta por la dignificación de los campesinos, quienes desde hace décadas han sido marginados de los beneficios del progreso.

Actualmente, el 34% de los alimentos en Colombia se pierde o se desperdicia, lo que equivale a cerca de 9,8 millones de toneladas al año. ¿Cómo podemos permitirnos esto cuando el 42,7% de la población vive en situación de inseguridad alimentaria? Este es uno de los problemas que las ZODAS buscan resolver: establecer circuitos cortos de abastecimiento que conecten de manera directa a los productores con los mercados regionales y nacionales, reduciendo intermediarios y minimizando pérdidas.

LEA: Más de 1.400 bogotanos se han declarado en quiebra. Así funciona la ley

Sin embargo, para que las ZODAS se consoliden como un motor de desarrollo, es indispensable mejorar la infraestructura. El estado actual de las vías secundarias y terciarias en la Región Central es, en muchos casos, precario. Estas vías se han convertido en obstáculos que dificultan el acceso a mercados. Actualmente, más del 82% de la red vial terciaria del país se encuentra en mal estado, según el Departamento Nacional de Planeación. Esta desconexión es uno de los grandes retos para garantizar que los alimentos lleguen en buen estado al consumidor final, y de ahí la importancia de crear un corredor logístico regional que permita la integración efectiva entre las ZODAS y las Zonas Estratégicas de Consumo (ZEC).

Este tipo de corredor no solo reduciría costos de transporte, sino que también optimizaría el uso de la flota y mejoraría la distribución de los productos. Menos tiempo en carretera y una mejor infraestructura no solo significan menos desperdicio de alimentos, sino también mayor frescura y calidad para los consumidores.

Pero el desarrollo de estas ZODAS no solo tiene un impacto local. En un contexto global marcado por crisis climáticas y conflictos internacionales, Colombia necesita fortalecer sus sistemas agroalimentarios para ser resiliente ante situaciones de emergencia. Como vimos recientemente con el paro camionero, cuando las principales vías de transporte se ven afectadas, las comunidades rurales y urbanas sufren las consecuencias del desabastecimiento. Contar con un sistema local más robusto y sostenible no es solo una cuestión de eficiencia, sino de seguridad nacional.

Le puede interesar: Torre central del San Juan de Dios, monumento nacional al desencuentro

Es por eso que resulta urgente que las ZODAS y los circuitos cortos de abastecimiento sean reconocidos como parte integral de la estrategia del país hacia la soberanía alimentaria y la producción sostenible. En vísperas de la COP16, este tema debería estar en la agenda. La promoción de sistemas agroalimentarios que respeten el medio ambiente y apoyen a las comunidades locales va en línea con los objetivos de la Agenda 2030, y es clave para lograr una paz duradera entre la humanidad y la naturaleza.

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar