Clara López, su estrategia y las críticas por su pasado
La candidata del Polo en Bogotá anda a la defensiva. Desde su campaña hablan de una guerra sucia.
Carlos Hernández Osorio
Este martes en la mañana se conoció una encuesta más sobre la intención de voto para la Alcaldía de Bogotá. La firma Cifras y Conceptos (contratada por Caracol Radio y Red Más Noticias) concluyó que el primer lugar en intención de voto lo ocupa Clara López, del Polo Democrático (21%), en empate técnico con Rafael Pardo, avalado por los partidos Liberal y de La U (20%), y con Enrique Peñalosa, de Equipo por Bogotá y Cambio Radical (19%). Fue un resultado que, por lo positivo para la candidata del partido de izquierda, además de dar tranquilidad, reforzó en su campaña, por otra parte, la idea de que hay sectores que orquestan una “guerra sucia” en su contra. ¿Por qué?
Tan solo un día antes, la encuesta de Ipsos Napoleón Franco (contratada por RCN radio, RCN televisión y la revista Semana) la dejaba a ella en tercer lugar con 14%, a 16 puntos de Peñalosa, que ahí sí fue primero con 30%. En medio de ambos se ubicó Pardo con 19%. La encuesta cayó con tanta desconfianza en la campaña de López, que inicialmente, cuando le consultaron a ella su impresión en RCN radio, se fue contra el director de Ipsos, Javier Restrepo, de quien dijo era promotor -según ella basada en declaraciones que él había dado en otros medios- de una alianza de candidatos contra su aspiración. Él prefirió no responderle directamente a la candidata, sino explicar la metodología y defender la confiabilidad de su encuesta.
Esa encuesta pareció ser un punto alto en el umbral de aguante (debido a la desconfianza que les merece por considerar que Peñalosa ha sido inflado anteriormente por mediciones similares que luego no se ven reflejadas en las urnas), al punto que este martes la candidata convocó a los medios, junto con la mayoría de la bancada del Polo en el Congreso, para dar las razones por las cuales considera que ha habido “hechos contra la campaña”.
La acompañaron congresistas y concejales, y un peso pesado del Polo como el senador Jorge Enrique Robledo trinó: “Encuesta de ayer: Peñalosa le gana a Clara por 16%!!! En la de hoy, Clara queda de primera!!! Manipulan contra el Polo. No comer cuento”. Iván Cepeda manifestó: “queremos hacer una política exenta de calumnias y de descalificaciones”.
Las recientes han sido semanas difíciles para Clara López. Este martes el procurador dio a conocer su decisión de inhabilitar por 18 años y destituir al exalcalde Samuel Moreno por el carrusel de la contratación, algo que no la involucra a ella directamente, pero que en época electoral refuerza aún más su imagen la imagen que promueven sus críticos como “la exsecretaria de gobierno de Moreno” y como la aspirante del mismo partido a nombre del cual él fue elegido.
Si se pusiera un punto de partida a esa racha, podría ubicarse en las preguntas que le formuló la periodista Camila Zuluaga durante una entrevista en La W radio el 16 de julio, cuando la confrontó sobre la presencia en su campaña de quienes acompañaron a Moreno. López defendió la integridad de su equipo y de su pasado, y desde entonces ha reforzado, ante los cuestionamientos, la tesis de la campaña de desprestigio, de la promoción de una gavilla en su contra. Desde entonces vinieron los cuestionamientos de Juan Ricardo Ortega, exsecretario de Hacienda de Samuel Moreno, en entrevista con Zuluaga para El Espectador, y fuertes columnas de opinión contra la candidata y su entorno. (Lea la entrevista con Ortega).
A ella se le ha notado una actitud defensiva incluso desde hace meses. En una entrevista que le concedió a El Espectador en marzo, después de varias preguntas sobre su relación con el gobierno de Moreno, respondió: “estoy a punto de pararme de esta entrevista. La sola pregunta tiene la intencionalidad de hacer la asociación y por eso digo: contesto cuantas veces me pregunten, pero es parte de la discriminación y la matriz de opinión que están creando para contribuirles a los otros candidatos. Yo no he visto que le hayan preguntado a Pacho Santos por nada del gobierno Uribe, y él era su vicepresidente. Respeto a todos los candidatos, pero la incapacidad de afrontar huelgas o los bombardeos a Casa Verde, nadie pregunta. El tema es Clara López y ver cómo la demeritan” (Vea la entrevista).
En diálogo con El Espectador, Alberto Cienfuegos, estratega de la campaña de López, explicó que están dispuestos a dar explicaciones y lo tenían previsto desde la concepción de la campaña. Pero no previeron que, según él, se vendría la guerra sucia, que entienden como “el uso sistemático de información procaz a sabiendas de que ya se han dado explicaciones”. Pone como ejemplo al periodista Darío Arizmendi: después de entrevistar a Beatriz Arbeláez, exsecretaria de Hacienda de Bogotá, sobre su salida del gabinete distrital cuando llegó López como designada para remplazar a Moreno a mediados de 2011, el director de noticias de Caracol Radio afirmó que la exfuncionaria había dicho que en el gobierno de López olía a podrido, algo que la propia candidata desmintió en entrevista con él, pues no fue así.
Y eso, sumado a una seguidilla de entrevistas críticas que tuvieron como colofón la encuesta de Ipsos, lo ven como “un festival de coincidencias” del que desconfían.
Pero a pesar de esos llamados de atención, la viabilidad de la candidatura de Clara López no se ha puesto en duda. Al margen de la encuesta de marras, las de otras firmas como Datexco, Invamer Gallup y Cifras y Conceptos la siguen mostrando en la pelea, muy a pesar de las críticas diarias por haber pertenecido al gabinete de Moreno.
El reto que tiene es, como Pardo y Peñalosa, consolidarse en la punta, pues hasta ahora ha alternado el primer lugar con ellos. El estratega Cienfuegos explica que la estrategia le apunta no tanto a los indecisos, sino a votantes de tres nichos: uno, el liberalismo de izquierda, con el que ya viene trabajando y cuyo principal representante, según la misma campaña, es el expresidente Ernesto Samper. “Es un grupo que ha acompañado a la izquierda en los últimos 12 años y al que Rafael Pardo tiene dificultades para conquistar”, apunta el asesor.
Segundo, las bases tanto del Progresismo y de la Alianza Verde que hoy, con María Mercedes Maldonado y Carlos Vicente de Roux como candidatos a la Alcaldía, respectivamente, no parecen tener fórmulas fuertes para el Palacio Liévano.
Y tercero, las clases medias-altas, donde creen que tienen potencial crecimiento a partir de una propuesta de educación que tiene tres pilares: universidad, empresa y academia.
Poco más de dos meses quedan para evaluar, el 25 de octubre, si en el electorado calan más las propuestas de Clara López que la posibilidad de hacerla el objeto de la sanción política al Polo Democrático por el carrusel, algo que ocurrió hace cuatro años cuando Aurelio Suárez, candidato del Polo, que apenas alcanzó el 1,4% de los votos.
chernandez@elespectador.com
Este martes en la mañana se conoció una encuesta más sobre la intención de voto para la Alcaldía de Bogotá. La firma Cifras y Conceptos (contratada por Caracol Radio y Red Más Noticias) concluyó que el primer lugar en intención de voto lo ocupa Clara López, del Polo Democrático (21%), en empate técnico con Rafael Pardo, avalado por los partidos Liberal y de La U (20%), y con Enrique Peñalosa, de Equipo por Bogotá y Cambio Radical (19%). Fue un resultado que, por lo positivo para la candidata del partido de izquierda, además de dar tranquilidad, reforzó en su campaña, por otra parte, la idea de que hay sectores que orquestan una “guerra sucia” en su contra. ¿Por qué?
Tan solo un día antes, la encuesta de Ipsos Napoleón Franco (contratada por RCN radio, RCN televisión y la revista Semana) la dejaba a ella en tercer lugar con 14%, a 16 puntos de Peñalosa, que ahí sí fue primero con 30%. En medio de ambos se ubicó Pardo con 19%. La encuesta cayó con tanta desconfianza en la campaña de López, que inicialmente, cuando le consultaron a ella su impresión en RCN radio, se fue contra el director de Ipsos, Javier Restrepo, de quien dijo era promotor -según ella basada en declaraciones que él había dado en otros medios- de una alianza de candidatos contra su aspiración. Él prefirió no responderle directamente a la candidata, sino explicar la metodología y defender la confiabilidad de su encuesta.
Esa encuesta pareció ser un punto alto en el umbral de aguante (debido a la desconfianza que les merece por considerar que Peñalosa ha sido inflado anteriormente por mediciones similares que luego no se ven reflejadas en las urnas), al punto que este martes la candidata convocó a los medios, junto con la mayoría de la bancada del Polo en el Congreso, para dar las razones por las cuales considera que ha habido “hechos contra la campaña”.
La acompañaron congresistas y concejales, y un peso pesado del Polo como el senador Jorge Enrique Robledo trinó: “Encuesta de ayer: Peñalosa le gana a Clara por 16%!!! En la de hoy, Clara queda de primera!!! Manipulan contra el Polo. No comer cuento”. Iván Cepeda manifestó: “queremos hacer una política exenta de calumnias y de descalificaciones”.
Las recientes han sido semanas difíciles para Clara López. Este martes el procurador dio a conocer su decisión de inhabilitar por 18 años y destituir al exalcalde Samuel Moreno por el carrusel de la contratación, algo que no la involucra a ella directamente, pero que en época electoral refuerza aún más su imagen la imagen que promueven sus críticos como “la exsecretaria de gobierno de Moreno” y como la aspirante del mismo partido a nombre del cual él fue elegido.
Si se pusiera un punto de partida a esa racha, podría ubicarse en las preguntas que le formuló la periodista Camila Zuluaga durante una entrevista en La W radio el 16 de julio, cuando la confrontó sobre la presencia en su campaña de quienes acompañaron a Moreno. López defendió la integridad de su equipo y de su pasado, y desde entonces ha reforzado, ante los cuestionamientos, la tesis de la campaña de desprestigio, de la promoción de una gavilla en su contra. Desde entonces vinieron los cuestionamientos de Juan Ricardo Ortega, exsecretario de Hacienda de Samuel Moreno, en entrevista con Zuluaga para El Espectador, y fuertes columnas de opinión contra la candidata y su entorno. (Lea la entrevista con Ortega).
A ella se le ha notado una actitud defensiva incluso desde hace meses. En una entrevista que le concedió a El Espectador en marzo, después de varias preguntas sobre su relación con el gobierno de Moreno, respondió: “estoy a punto de pararme de esta entrevista. La sola pregunta tiene la intencionalidad de hacer la asociación y por eso digo: contesto cuantas veces me pregunten, pero es parte de la discriminación y la matriz de opinión que están creando para contribuirles a los otros candidatos. Yo no he visto que le hayan preguntado a Pacho Santos por nada del gobierno Uribe, y él era su vicepresidente. Respeto a todos los candidatos, pero la incapacidad de afrontar huelgas o los bombardeos a Casa Verde, nadie pregunta. El tema es Clara López y ver cómo la demeritan” (Vea la entrevista).
En diálogo con El Espectador, Alberto Cienfuegos, estratega de la campaña de López, explicó que están dispuestos a dar explicaciones y lo tenían previsto desde la concepción de la campaña. Pero no previeron que, según él, se vendría la guerra sucia, que entienden como “el uso sistemático de información procaz a sabiendas de que ya se han dado explicaciones”. Pone como ejemplo al periodista Darío Arizmendi: después de entrevistar a Beatriz Arbeláez, exsecretaria de Hacienda de Bogotá, sobre su salida del gabinete distrital cuando llegó López como designada para remplazar a Moreno a mediados de 2011, el director de noticias de Caracol Radio afirmó que la exfuncionaria había dicho que en el gobierno de López olía a podrido, algo que la propia candidata desmintió en entrevista con él, pues no fue así.
Y eso, sumado a una seguidilla de entrevistas críticas que tuvieron como colofón la encuesta de Ipsos, lo ven como “un festival de coincidencias” del que desconfían.
Pero a pesar de esos llamados de atención, la viabilidad de la candidatura de Clara López no se ha puesto en duda. Al margen de la encuesta de marras, las de otras firmas como Datexco, Invamer Gallup y Cifras y Conceptos la siguen mostrando en la pelea, muy a pesar de las críticas diarias por haber pertenecido al gabinete de Moreno.
El reto que tiene es, como Pardo y Peñalosa, consolidarse en la punta, pues hasta ahora ha alternado el primer lugar con ellos. El estratega Cienfuegos explica que la estrategia le apunta no tanto a los indecisos, sino a votantes de tres nichos: uno, el liberalismo de izquierda, con el que ya viene trabajando y cuyo principal representante, según la misma campaña, es el expresidente Ernesto Samper. “Es un grupo que ha acompañado a la izquierda en los últimos 12 años y al que Rafael Pardo tiene dificultades para conquistar”, apunta el asesor.
Segundo, las bases tanto del Progresismo y de la Alianza Verde que hoy, con María Mercedes Maldonado y Carlos Vicente de Roux como candidatos a la Alcaldía, respectivamente, no parecen tener fórmulas fuertes para el Palacio Liévano.
Y tercero, las clases medias-altas, donde creen que tienen potencial crecimiento a partir de una propuesta de educación que tiene tres pilares: universidad, empresa y academia.
Poco más de dos meses quedan para evaluar, el 25 de octubre, si en el electorado calan más las propuestas de Clara López que la posibilidad de hacerla el objeto de la sanción política al Polo Democrático por el carrusel, algo que ocurrió hace cuatro años cuando Aurelio Suárez, candidato del Polo, que apenas alcanzó el 1,4% de los votos.
chernandez@elespectador.com