Claudia López firma el acuerdo para sumarse a la región metropolitana ¿qué viene?
La alcaldesa, con su firma, le dio vida jurídica al acuerdo que autoriza a la capital para sumarse a la nueva Región Metropolitana Bogotá-Cundinamarca. Se espera que otros municipios se sumen, para poner a andar la iniciativa.
Ya está lista la columna vertebral de la nueva Región Metropolitana. Con el espaldarazo que recibieron la Gobernación de Cundinamarca, y con la firma que estampó la alcaldesa Claudia López sancionando el Acuerdo, que autoriza a la capital a sumarse a la figura asociativa, está casi todo listo.
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Ahora, con los principales miembros listos, es cuestión de tiempo para que se sumen los otros municipios, con lo que empezarán a trabajar de manera conjunta proyectos de desarrollo económico, movilidad, seguridad, ordenamiento territorial, ambiente y servicios públicos, comercio, entre otros.
Pero, ahora ¿qué viene? Lo primero es recordar que la Región Metropolitana es un mecanismo de asociación, de trabajo conjunto y entre iguales, con la Gobernación de Cundinamarca, los municipios del departamento y la Alcaldía Mayor de Bogotá, que busca la integración y solución conjunta de diversos problemas que compartes los municipios de la zona.
En contexto: artículos para entender la Región Metropolitana
- La disyuntiva que plantea la Región Metropolitana Bogotá-Cundinamarca
- Estos son los proyectos que se impulsarían en la nueva Región Metropolitana
- Opinión: Los efectos de una nueva autoridad ambiental para Bogotá - Cundinamarca
Ahora, para darle más forma, se espera que los concejos de los municipios de la sabana de Bogotá adelanten el mismo trámite ante sus concejos, para que puedan sumarse a la iniciativa. Una vez se consolide el grupo de miembros, se empezará a trabajar en tareas puntuales.
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Por ejemplo, en movilidad se creará la Agencia Regional de Movilidad, encargada de la planeación, gestión y cofinanciación de la movilidad y el transporte a nivel regional; en seguridad alimentaria, se brindará asistencia técnica, comercialización, asociatividad, alianzas productivas y formalización empresarial y laboral.
En servicios públicos, se apunta a la interconexión, mejoramiento y eficiencia de estos, al igual que a la planeación y gestión del recurso hídrico para tener una mejor oferta del mismo; en lo concerniente al ordenamiento territorial, se hará el diseño de políticas, planes, programas y proyectos de carácter regional para el fortalecimiento de las cadenas agropecuarias y forestales.
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Por otro lado, se pondrá en marcha el Plan Integral de Seguridad, Convivencia y Justicia Regional (PISO) y se diseñarán acciones de implementación conjunta y complementaria desde el ámbito regional en materia de control de delitos y se promoverá un plan de logística regional que incluya, como mínimo, una red de equipamientos, infraestructura logística, puntos de acceso e información.
Con las metas claras, y algunos detractores, la Región Metropolitana toma forma, poniendo fin a una deuda que estaba en mora de saldarse.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
Ya está lista la columna vertebral de la nueva Región Metropolitana. Con el espaldarazo que recibieron la Gobernación de Cundinamarca, y con la firma que estampó la alcaldesa Claudia López sancionando el Acuerdo, que autoriza a la capital a sumarse a la figura asociativa, está casi todo listo.
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Ahora, con los principales miembros listos, es cuestión de tiempo para que se sumen los otros municipios, con lo que empezarán a trabajar de manera conjunta proyectos de desarrollo económico, movilidad, seguridad, ordenamiento territorial, ambiente y servicios públicos, comercio, entre otros.
Pero, ahora ¿qué viene? Lo primero es recordar que la Región Metropolitana es un mecanismo de asociación, de trabajo conjunto y entre iguales, con la Gobernación de Cundinamarca, los municipios del departamento y la Alcaldía Mayor de Bogotá, que busca la integración y solución conjunta de diversos problemas que compartes los municipios de la zona.
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Ahora, para darle más forma, se espera que los concejos de los municipios de la sabana de Bogotá adelanten el mismo trámite ante sus concejos, para que puedan sumarse a la iniciativa. Una vez se consolide el grupo de miembros, se empezará a trabajar en tareas puntuales.
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Por ejemplo, en movilidad se creará la Agencia Regional de Movilidad, encargada de la planeación, gestión y cofinanciación de la movilidad y el transporte a nivel regional; en seguridad alimentaria, se brindará asistencia técnica, comercialización, asociatividad, alianzas productivas y formalización empresarial y laboral.
En servicios públicos, se apunta a la interconexión, mejoramiento y eficiencia de estos, al igual que a la planeación y gestión del recurso hídrico para tener una mejor oferta del mismo; en lo concerniente al ordenamiento territorial, se hará el diseño de políticas, planes, programas y proyectos de carácter regional para el fortalecimiento de las cadenas agropecuarias y forestales.
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Por otro lado, se pondrá en marcha el Plan Integral de Seguridad, Convivencia y Justicia Regional (PISO) y se diseñarán acciones de implementación conjunta y complementaria desde el ámbito regional en materia de control de delitos y se promoverá un plan de logística regional que incluya, como mínimo, una red de equipamientos, infraestructura logística, puntos de acceso e información.
Con las metas claras, y algunos detractores, la Región Metropolitana toma forma, poniendo fin a una deuda que estaba en mora de saldarse.
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