Claudia López pidió ayuda al Ejército para custodiar los CAI, pero Bogotá no será militarizada

Las protestas en Bogotá se salieron de control. Desde hace siete días que iniciaron las movilizaciones en el marco del Paro Nacional se venía repitiendo un patrón (de día marchas pacíficas; de noche actos vandálicos y excesos policiales), y este martes no fue la excepción. Disturbios, quema de buses y choques entre manifestantes y policías fueron la constante en varios puntos de la ciudad. Los hechos más graves se registraron en 16 Comandos de Atención Inmediata (CAI) que, tal como como el pasado “9S”, fueron incendiados. Incluso uno de estos CAI, el de La Aurora, tenía 15 policías adentro y aunque lograron salir en medio de las llamas, hay cinco uniformados heridos.

Los incendios, los disturbios y en general el ambiente que se vive en la capital llevó a la alcaldesa Claudia López a tomar una decisión que fue malinterpretada como un pedido de militarización. La mandataria hizo una solicitud al Ministerio de Defensa para que militares asistieran en la custodia de los CAI, pero destacó que eso es diferente a que la ciudad sea militarizada.

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De acuerdo con la alcaldesa López, el Ejército solo estará para cuidar la infraestructura y evitar que se fuguen o se ponga en riesgo la vida de los detenidos, pero “solo los gestores de convivencia, mediadores de diálogo, comisiones de derechos humanos y Policía seguirán a cargo de la seguridad y convivencia en las calles y barrios de la ciudad”.

Lo mismo destacó el secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, quien en sus cuenta de Twitter enfatizó que “no hay ninguna militarización de Bogotá” y que el control del orden público sigue estando a cargo del Esmad de la Policía.

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Aunque para muchos sea lo mismo, hay diferencias entre la asistencia militar y la militarización. De hecho, desde el pasado fin de semana que se empezaron a registrar varios problemas de orden público, e incluso en los momentos más complejos de los periodos de confinamiento, llegaron militares a apoyar a la Policía Metropolitana y al Esmad en tareas como custodiar infraestructura como edificios de entidades estatales o portales de Transmilenio. La diferencia entre ambos conceptos la explicó en ese momento el secretario de Seguridad, Hugo Acero, a este diario.

De acuerdo con el funcionario, la militarización implica copar toda la ciudad ante un evento muy grave de orden público y cederle al Ejército el control de la seguridad. La asistencia militar, en cambio, es un apoyo a la Policía, a la seguridad ciudadana y a acciones de socorro, que se requieren ante hechos particulares, como ha sido la pandemia, situación en que el Ejército ha estado presente en la capital para apoyar acciones como entregar ayudas a los ciudadanos y controlar los aislamientos preventivos de la población.

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“También prestan apoyo para cuidar instalaciones estratégicas y de servicios, como es el caso de las instalaciones y equipos que garantizan los suministros de agua, energía, gas, movilidad, telecomunicaciones. En este último caso, la ciudad ha pedido apoyo al Ejército”, aseguró el secretario de Seguridad.

Otro aspecto que aumentó las teorías sobre una posible militarización de Bogotá tras la noche de terror que se vivió este martes fue el aterrizaje de un helicóptero de la Policía en el Portal de Las Américas. Sin embargo, tanto la alcaldesa López como la Policía indicaron que se trató del arribo del “Halcón”, para abastecer a los miembros del Esmad que se encuentran en las calles.

Las protestas en Bogotá se salieron de control. Desde hace siete días que iniciaron las movilizaciones en el marco del Paro Nacional se venía repitiendo un patrón (de día marchas pacíficas; de noche actos vandálicos y excesos policiales), y este martes no fue la excepción. Disturbios, quema de buses y choques entre manifestantes y policías fueron la constante en varios puntos de la ciudad. Los hechos más graves se registraron en 16 Comandos de Atención Inmediata (CAI) que, tal como como el pasado “9S”, fueron incendiados. Incluso uno de estos CAI, el de La Aurora, tenía 15 policías adentro y aunque lograron salir en medio de las llamas, hay cinco uniformados heridos.

Los incendios, los disturbios y en general el ambiente que se vive en la capital llevó a la alcaldesa Claudia López a tomar una decisión que fue malinterpretada como un pedido de militarización. La mandataria hizo una solicitud al Ministerio de Defensa para que militares asistieran en la custodia de los CAI, pero destacó que eso es diferente a que la ciudad sea militarizada.

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De acuerdo con la alcaldesa López, el Ejército solo estará para cuidar la infraestructura y evitar que se fuguen o se ponga en riesgo la vida de los detenidos, pero “solo los gestores de convivencia, mediadores de diálogo, comisiones de derechos humanos y Policía seguirán a cargo de la seguridad y convivencia en las calles y barrios de la ciudad”.

Lo mismo destacó el secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, quien en sus cuenta de Twitter enfatizó que “no hay ninguna militarización de Bogotá” y que el control del orden público sigue estando a cargo del Esmad de la Policía.

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Aunque para muchos sea lo mismo, hay diferencias entre la asistencia militar y la militarización. De hecho, desde el pasado fin de semana que se empezaron a registrar varios problemas de orden público, e incluso en los momentos más complejos de los periodos de confinamiento, llegaron militares a apoyar a la Policía Metropolitana y al Esmad en tareas como custodiar infraestructura como edificios de entidades estatales o portales de Transmilenio. La diferencia entre ambos conceptos la explicó en ese momento el secretario de Seguridad, Hugo Acero, a este diario.

De acuerdo con el funcionario, la militarización implica copar toda la ciudad ante un evento muy grave de orden público y cederle al Ejército el control de la seguridad. La asistencia militar, en cambio, es un apoyo a la Policía, a la seguridad ciudadana y a acciones de socorro, que se requieren ante hechos particulares, como ha sido la pandemia, situación en que el Ejército ha estado presente en la capital para apoyar acciones como entregar ayudas a los ciudadanos y controlar los aislamientos preventivos de la población.

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“También prestan apoyo para cuidar instalaciones estratégicas y de servicios, como es el caso de las instalaciones y equipos que garantizan los suministros de agua, energía, gas, movilidad, telecomunicaciones. En este último caso, la ciudad ha pedido apoyo al Ejército”, aseguró el secretario de Seguridad.

Otro aspecto que aumentó las teorías sobre una posible militarización de Bogotá tras la noche de terror que se vivió este martes fue el aterrizaje de un helicóptero de la Policía en el Portal de Las Américas. Sin embargo, tanto la alcaldesa López como la Policía indicaron que se trató del arribo del “Halcón”, para abastecer a los miembros del Esmad que se encuentran en las calles.