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Los mercaderes que se dedican a atender viajeros en las carreteras de Cundinamarca, especialmente los restaurantes, expresaron que se han visto afectados por la medida del pico y placa regional y aseguran que tomarán vías legales en contra de esta restricción a la movilidad.
“Los centros comerciales y los restaurantes de las afueras de Bogotá cayeron sus ventas estrepitosamente. Las personas de Bogotá, que acostumbran ir fines de semana o festivos a comer o a almorzar, no lo hicieron”, aseguró el presidente de Acodres, Guillermo Enrique Gómez París.
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Según el representante de los restaurantes, el problema es que los ciudadanos interpretaron que debían quedarse en casa. Como resultado, restaurantes campestres en lugares como Chía o Cota tuvieron apenas una o dos mesas ocupadas.
Negocios tradicionales como Andrés Carne de Res, indicó que generalmente estaban acostumbrados a atender alrededor de 800 viajeros en los puentes festivos, pero en los últimos registros solo se observaron 271 comensales, lo que indica una caída del más del 70 % en las ventas. Por ello, la Asociación Colombiana de Industria Gastronómica aseguró que prepara una acción jurídica que permita revocar el decreto del pico y placa.
”Nos cansamos de tener mesas de diálogo que no terminan en nada, es increíble que la alcaldesa ponga la cara para decir que la medida ha funcionado sin medir las consecuencias económicas”, indicó Gómez. Por otro lado, gran parte de los conductores reportaron mejoras en la movilidad y la desaparición de los trancones durante el arranque de la medida.
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