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¿Cómo explicar el fenómeno electoral de Rodolfo Hernández en Bogotá y Cundinamarca?

El ingeniero, candidato por la Liga de Gobernantes Anticorrupción, ganó en 106 de los 116 municipios del departamento, en donde obtuvo el 44,58 % de los votos, 143.415 más que Gustavo Petro. En Bogotá quedó en segundo lugar, con 833.016 sufragios.

Camilo Acosta Villada
01 de junio de 2022 - 11:22 p. m.
El candidato enfrentará a Gustavo Petro en la segunda vuelta el próximo 19 de junio.
El candidato enfrentará a Gustavo Petro en la segunda vuelta el próximo 19 de junio.
Foto: EFE - Mauricio Duenas Castaneda

Después del revolcón político que vivió el país el pasado 29 de mayo con la primera vuelta presidencial, en la que el ingeniero Rodolfo Hernández, candidato a la Presidencia de la República por la Liga de Gobernantes Anticorrupción, sacó 5′953.209 que le dieron el paso a segunda vuelta para enfrentar a Gustavo Petro, el panorama político mostró que hay una ciudadanía que votó mayoritariamente por dos opciones cuya palabra favorita y bandera electoral es una: cambio.

Hernández, exalcalde de Bucaramanga entre 2016 y 2019, sorprendió al derrotar a Federico Gutiérrez por casi 900 mil apoyos y sacar la votación más alta en los departamentos del centro y oriente del país, como Cundinamarca, Boyacá y Meta. Además, paradójicamente, ganó en Vichada, un departamento del cual el candidato desconocía su ubicación. En ese territorio, ganó con el 39,57 % de los sufragios.

Sin embargo, Cundinamarca y Bogotá no fueron ajenos al fenómeno que los simpatizantes y ahora futuros votantes del ingeniero llaman “La Rodolfoneta”. En el departamento, contra el más optimista de los pronósticos, Rodolfo Hernández se quedó con la votación más alta (615.953), diez puntos porcentuales por encima del candidato del Pacto Histórico, quien obtuvo 472.538 apoyos.

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Entre tanto, en la capital, aunque no ganó, sí obtuvo un resultado inesperado, pues con 833.016 votos quedó en segundo lugar, por encima de Fico Gutiérrez, quien sacó 723.538; de Sergio Fajardo, que este año apenas cosechó 299.266 (en 2018 obtuvo 1′244.477) y detrás de Petro —cuyo fortín electoral es Bogotá— quien sacó 1′769.671 votos.

Lenguaje conciso y repetición

Para el decano de la facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, Sebastián Líppez de Castro, el éxito de la campaña de Rodolfo a la Presidencia se basa en un elemento que, por su edad, resulta irónica: las redes sociales, un terreno en el que los jóvenes son los que se mueven como pez en el agua.

“Ha logrado tener una estrategia de comunicación directa con un lenguaje conciso y con repetición. Es una estrategia sencilla que cala en el votante de a pie, porque es muy efectivo gracias a las redes, lo cual es muy interesante, pues no lo ha obligado a desplazarse a muchos lugares del país y no se trata de una campaña de plaza pública, sino mucho más actual y eso hace que sea directa”, señaló Líppez.

De hecho, redes como Facebook —en donde tiene 1,2 millones de seguidores— las usó desde sus años de alcalde de Bucaramanga, y ahora como candidato presidencial, como una tribuna virtual para realizar corte de cuentas de su administración y para realizar editoriales sobre temas coyunturales en el país.

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En Tik Tok, la otra red en la que Hernández se hizo popular y en la que se describe como “el rey”, el candidato cuenta con más de 573 mil seguidores y más de 4 millones y medio de “likes” en sus videos. Las descripciones en sus redes demuestran el talante chabacano que, a la luz de los resultados del pasado domingo, caló en el ciudadano de a pie: “viejito pero sabroso”, junto a un emoji con gafas oscuras.

Los números de Rodolfo Hernández en Cundinamarca

“Entre más pequeño el municipio, más probable que un candidato ganador saque un porcentaje alto”, dijo el decano Líppez sobre los resultados en varias poblaciones de Cundinamarca, las que quizá —como ocurrió con Vichada— no conoce su ubicación o, siquiera, su existencia. “Esa situación ocurre gracias a la presencia fuerte en redes sociales, que no requieren que esté físicamente en estos lugares para hacer campaña”, agregó.

El dibujo del mapa electoral del departamento muestra esa realidad: en 106 de los 116 municipios cundinamarqueses el ingeniero ganó, por lo cual el mapa se pintó de amarillo en su gran mayoría.

En efecto, el candidato de 77 años tuvo votaciones por encima del 70 % en diez municipios: Lenguazaque, Gutiérrez, Paratebueno, Fosca, Villapinzón, Tausa, Cucunubá, Carmen de Carupa, Guayabetal y La Peña, en donde obtuvo entre el 72 y el 82 % de los votos.

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MunicipioVotosPorcentaje
Lenguazaque4.02082,42 %
Gutiérrez1.47177,21 %
Paratebueno3.40876,73 %
Fosca2.42076,34 %
Villapinzón7.43575,8 3%
Tausa3.03375,03 %
Cucunubá2.62574,04 %
Carmen de Carupa2.87173,44 %
Guayabetal2.27072,99 %
La Peña2.42672,05 %

Para la directora de posgrados de la facultad de Ciencia Política de la Universidad Javeriana, Patricia Muñoz, esta dinámica electoral en estos municipios y del departamento puede tener varias hipótesis para ser interpretada.

“El entusiasmo que despertó Hernández por algunas de sus propuestas, como el manejo del campo, la vivienda o las vías terciarias, pudo generar esa emocionalidad en algunos departamentos que tienen amplias zonas rurales”, aseguró.

Por otro lado, dijo que se debe tener en cuenta y analizar con qué estructuras políticas tradicionales contó para esos comicios, más allá del voto de opinión, pues “se dice que en Boyacá tuvo un apoyo decidido del exgobernador Carlos Amaya, que puso al servicio sus estructuras, y eso se reflejó en la votación. Es interesante ver si eso pudo ocurrir en Cundinamarca”, agregó.

Una combinación de distintas tendencias de votos

Tanto Líppez como Muñoz coinciden en que el voto hacia Rodolfo Hernández es difícil de matricular en algún lugar del espectro político, pues tuvo la capacidad de aglutinar el sentimientos antigobierno, antipetrista y en contra de la llamada política tradicional.

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“Hay una mezcla de todo: no es correcto decir que los votos por él son todos de opinión, pero tampoco es correcto asociarlo con partidos tradicionales. Los más de 5 millones de votos son un sentimiento antigobiernista y de lenguaje directo”, explicó el decano Sebastián Líppez de Castro.

Entre tanto, la directora Patricia Muñoz asoció que los resultados del mapa electoral reflejaron las tendencias históricas en Colombia: la costa atlántica y pacífica, de tendencia liberal y progresista; mientras que el centro del país y el oriente, conservadora y de derecha.

“Hay una asociación de voto conservador y el de Rodolfo, que además recogió el sector antipetrista y del sector antigobernista, no solo por razones ideológicas”, dijo.

Lo cierto es que el aspirante que más le podía competir a Gustavo Petro la Presidencia de la República, demostró que lo hizo y lo hará en territorios donde el sentimiento de miedo hacia el candidato del Pacto Histórico genere resistencia, impulsado por una forma poco ortodoxa, hasta ahora, de hacer campaña política en Colombia y de un electorado de derecha, que ve en el ingeniero la única carta de salvación para que la izquierda no suba al poder por primera vez.

Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.

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