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Con evolución lenta y en observación, así permanece Edwin Rojas, el taxista que durante el pasado fin de semana fue quemado con una sustancia química a manos de una pasajera que transportaba por la localidad de Chapinero.
Tras la agresión, el joven de 27 años ingresó a la clínica Marly, en donde lograron retirarle parte del ácido, pero el daño ya estaba hecho. Rojas terminó con el 70 % de su rostro con quemaduras de consideración, además posee lesiones en su garganta debido a que habría alcanzado a inhalar el agente químico. “De no desinflamar la garganta, le deben realizar una traqueostomía para poder retirarle el respirador artificial”, señaló Andrea, esposa del taxista afectado.
Hoy el parte médico no es nada alentador, la córnea también la tiene bastante afectada y no ha sido posible confirmar si su vista resultó comprometida. Por ahora Edwin permanece en el pabellón de quemados del hospital Simón Bolívar, esperando que el cuerpo de salud haga lo propio, mientras que a su vez las autoridades avanzan en la investigación de este hecho que ya empieza a encender las alarmas debido a que en los últimos meses se han presentado tres situaciones similares.
El primer caso de un ataque con ácido hacia un hombre ocurrió en octubre pasado cuando David Nieto estaba en inmediaciones de la localidad de Chapinero, momento en el que cuatro sujetos lo abordaron a él y a un amigo, le lanzaron el líquido en el rostro para poder robarlos.
Luis Soler, un actor, es la otra víctima de lo que sería la nueva modalidad de atraco. Él también se movilizaba por Chapinero durante esta semana, más precisamente a la altura de la calle 60 con carrera 13, cuando dos hombres le lanzaron el líquido lo tiraron al suelo y luego de golpearlo lo robaron.
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Las autoridades están adelantando una investigación para establecer si estos tres casos estarían relacionados, teniendo en cuenta que dos de ellos ocurrieron en la misma zona, mientras que los tres se perpetraron con el fin de hurtar a las víctimas. Un aspecto que llama la atención es que los últimos hechos involucran a hombres, lo que no se descarta que sea un modus operandi específico de una estructura delincuencial.
Cabe mencionar que para inicio del 2014 se presentó el proyecto que regula la venta al menudeo de por lo menos siente sustancias químicas, las cuales, presuntamente, eran usadas para atentar contra la integridad de las personas. Se trata de: ácido sulfúrico, ácido clorhídrico, ácido muriático, ácido fosfórico, ácido nítrico e hidróxido de sodio. La iniciativa, además de restringir la venta de las sustancias corrosivas, busca fortalecer la atención integral para las víctimas de estos ataques.