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En la plenaria de este lunes 28 de octubre, el Concejo de Bogotá aprobó el cupo de endeudamiento por $9 billones que solicitó la actual administración Distrital. El debate, que debió ser aplazado del domingo a hoy, por la recusación de dos concejales, se desarrolló en medio de una acalorada discusión sobre el destino de los recursos que obtendrá la ciudad, vía deuda.
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De esta manera, la corporación autorizó la nueva solicitud de deuda con 39 votos a favor, y seis en contra (Diana Diago, Heidy Sánchez, Quena Rivadeneira, José Cuesta, Donka Atanasova y Óscar Bastidas). De esos $9 billones, $7,69 billones corresponden a un nuevo cupo que busca la presente administración, mientras que los $1,89 billones corresponden a recursos que dejó sin destinación el gabinete de la alcaldía de Claudia López. Asimismo, se aprobaron $3 billones adicionales que asumirá Transmilenio como entidad descentralizada.
Los concejales que se opusieron, al menos los de la bancada del Pacto, argumentaron que los recursos solicitados iban a ser destinados para la finalización de obras y Transmilenio, lo cual lucraría, en su opinión, a unos cuantos privados. En contra vía, la menor parte de la nueva partida de endeudamiento, irá destinada al gasto social.
“Decimos NO al cupo de endeudamiento presentado desde la Administración de Galán por $13.1 billones. Más recursos para el desarrollo de infraestructura vial y proyectos que benefician directamente a las empresas de la construcción y el transporte. Gana el imperio de Transmilenio y el capital privado en detrimento de los derechos de las comunidades vulnerables”, opinión la concejal del Pacto, Heidy Sánchez.
Por su parte, María Clara Name, de la bancada Verde, y quien lideró la ponencia positiva del cupo desde el primer debate, celebró la aprobación del acuerdo. “Aprobado el proyecto 622, haremos seguimiento a la ejecución de acuerdo con el desglose, el sector movilidad se llevaría la mayor parte del presupuesto, con el 66% de los recursos, equivalente a 5.6 billones de pesos. Este monto financiará importantes obras de infraestructura, como la ampliación de la Avenida Suba-Cota, la construcción del puente vehicular Ciudad Verde, la avenida Jorge Gaitán Cortés y la Fase 1 de la Avenida Las Villas.
De esta manera, Bogotá adquirió el que quizá es su último cupo de endeudamiento y el cual, vale la pena resaltar, dejará en una situación límite a las finanzas de la ciudad. El Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), encargado de la ejecución de varias de estas obras, solicitó un total de 4.2 billones de pesos para la realización de 13 proyectos de infraestructura priorizados. Entre ellos se destacan los proyectos para mejorar la seguridad vial y el acceso en zonas vulnerables, como el Cable Potosí en Ciudad Bolívar, que mejorará la movilidad de más de 1 millón de personas.
En cuanto a Transmilenio, la entidad representa el 23% de los recursos solicitados en el proyecto de endeudamiento, con una asignación de 1.2 billones de pesos. Este presupuesto cubrirá los costos adicionales generados por la adquisición de predios y la reubicación de redes de gas, agua y acueducto, además de ajustes en las obras.
Entre los proyectos prioritarios se destacan: la Troncal Avenida 68, con una inversión de 480 mil millones; la Troncal Avenida Ciudad de Cali, que recibirá 90 mil millones; y la gestión predial del Corredor Séptima, que contempla 71 mil millones para la adquisición de 76 predios. Adicionalmente, la conexión Troncal Avenida 68 por Carrera Séptima, incluida en el Proyecto de Acuerdo 622, tiene una inversión estimada de 247 mil millones.
Por otra parte, la Unidad Administrativa Especial de Rehabilitación y Mantenimiento Vial solicitará 112.9 mil millones de pesos para la conservación de 320 kilómetros carril de los 1,365 kilómetros carril que necesitan intervención.
Este esfuerzo busca mejorar el estado de las vías en diferentes zonas de la ciudad, en un proyecto alineado con las modificaciones al Plan de Desarrollo. Además, se han solicitado recursos para la Empresa Metro de Bogotá, con 61 mil millones de pesos destinados a los estudios de la tercera línea del metro que el Distrito adelantará, con recursos por $13 billones que fortalecerán la infraestructura de la ciudad.
Deuda en Bogotá
Poner en orden las finanzas de la capital es una tarea vigente y eje actual de debate en el Concejo. También es una de las preocupaciones con las que entró Carlos Fernando Galán a gobernar en Bogotá, pues es un hecho que en los últimos cuatro años la ciudad cuadruplicó su cupo de endeudamiento, al pasar de $3,4 billones, que recibió la exalcaldesa Claudia López, a $11,7 billones cuando entregó.
Lo que se destina para pagar deudas pasó de $489.000 millones en 2020 a $2,13 billones en 2024; es decir, en cuatro años aumentó 335 %. La Secretaría de Hacienda resaltó que la administración pasada tuvo un cupo de endeudamiento por $ 17,1 billones, producto de dos proyectos de acuerdo en 2020 y 2022. De eso, comprometió $15,2 billones, $12,6 correspondientes a la vigencia y $2,6 a vigencias futuras.
Sobre este punto, Henry Amorocho Moreno, profesor de Hacienda Pública y Tributación de la U. del Rosario, dice que la ciudad, en efecto, ya no se puede endeudar más. “La sostenibilidad de la deuda a finales del 2023 estaba por el 58 %, con un límite máximo del 80 %. Cuando se habla del cupo de $14 billones, para llegar allá se está superando por un margen muy estrecho la capacidad de pago. Hay que administrar el cupo de endeudamiento desde ya y buscar nuevos ingresos, posiblemente bajo una reforma tributaria territorial o mirar las cajas de recursos descentralizados”, señaló.
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