Conozca los riesgos comunes para niños en fin de año y cómo prevenirlos
Especialistas recomiendan supervisar el consumo de productos altos en grasa y azúcares para que los menores no padezcan enfermedades como diabetes y sobrepeso.
La temporada de vacaciones es una de las épocas más esperadas por los niños y sus familias; sin embargo, es uno de los momentos en los que los padres deben estar más alerta para evitar que los menores sufran algún tipo de riesgo a los que pueden estar expuestos.
Lea también: El modelo de predicción de accidentes que podría salvar vidas en Bogotá.
La mayoría de las familias aprovechan sus vacaciones para viajar. De acuerdo con el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, y su Encuesta Mensual de Alojamiento -EMA- realizada por el DANE, se estima que este diciembre cuenta con una tasa de ocupación de alojamientos de alrededor del 60 %.
Entre los lugares de preferencia se encuentran los que cuentan con climas cálidos, por lo que uno de los riesgos más comunes para los niños son las quemaduras y la deshidratación por la exposición prolongada al sol.
Gicela Cárdenas, líder de la Unidad de trasplante de HOMI indica que, “en esta época de celebración es usual realizar actividades recreativas que exponen la piel a los rayos del sol, generando quemaduras solares que suelen ser de primer grado las cuales arden y enrojecen la piel”. Para evitar este tipo de quemaduras recomienda:
- No exponerse de forma directa al sol.
- Evitar asolearse entre 10:00 a.m. a 3:00 p.m., ya que los rayos UV son más agresivos.
- Usar bloqueador solar y retocarlo cada 4 horas en condiciones climáticas habituales, pero, si el sol es muy intenso o te encuentras en la playa, hay que retocarlo cada hora y media.
- Utilizar gafas, sombrero y ropa manga larga.
- No exponerse más de 20 minutos al sol.
- Hidratarse constantemente.
“La exposición al sol es un peligro inminente porque puede desencadenar quemaduras severas, alergias, manchas en la piel incluso en casos más graves puede provocar cáncer de piel,” afirma Cárdenas.
Las piscinas, los ríos y mares, representan otro de los grandes peligros para los niños durante las vacaciones. Es indispensable que, en estas zonas de diversión, no se deje de supervisar a los más pequeños pues pueden sufrir accidentes, caídas e incluso ahogamientos.
Para esto, es importante que los niños no corran sobre los bordes de las piscinas, respetar las zonas de seguridad de ríos, mares y piscinas, ingresar a estos espacios acompañados de un adulto, seguir las instrucciones de los salvavidas y usar los elementos de protección.
Otros de los riesgos que padecen los menores en esta época son las indigestiones e intoxicaciones por la ingesta de alimentos. Durante el fin de año suele ser muy común comer fuera de la casa y consumir productos altos en grasas y azúcares. En este caso, es esencial que los padres supervisen y controlen qué tipo de comidas van a suministrarle a los niños.
“Es recomendable evitar el consumo excesivo de alimentos, así como la ingesta de productos crudos y en mal estado, ya que pueden ocasionar malestar general, diarreas y vómito incluso intoxicaciones. Si los síntomas persisten lo recomendable es acudir a urgencias” aclara la especialista.
De acuerdo con la doctora, también es importante controlar el consumo de azúcar, pues durante la navidad los hábitos alimenticios se alteran y si los niños consumen platos con altos contenidos calóricos, aumenta la probabilidad de padecer diabetes, sobrepeso infantil, enfermedades cardiacas, colesterol alto, azúcar alto, entre otros.
Es vital que los padres tomen medidas preventivas y sigan las recomendaciones para evitar tragedias o aumento de los riesgos que provoquen llevar a los niños a urgencias.
Nota relacionada: Mujer le disparó en tres ocasiones a su esposo, un agente del CTI de la Fiscalía.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
La temporada de vacaciones es una de las épocas más esperadas por los niños y sus familias; sin embargo, es uno de los momentos en los que los padres deben estar más alerta para evitar que los menores sufran algún tipo de riesgo a los que pueden estar expuestos.
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Entre los lugares de preferencia se encuentran los que cuentan con climas cálidos, por lo que uno de los riesgos más comunes para los niños son las quemaduras y la deshidratación por la exposición prolongada al sol.
Gicela Cárdenas, líder de la Unidad de trasplante de HOMI indica que, “en esta época de celebración es usual realizar actividades recreativas que exponen la piel a los rayos del sol, generando quemaduras solares que suelen ser de primer grado las cuales arden y enrojecen la piel”. Para evitar este tipo de quemaduras recomienda:
- No exponerse de forma directa al sol.
- Evitar asolearse entre 10:00 a.m. a 3:00 p.m., ya que los rayos UV son más agresivos.
- Usar bloqueador solar y retocarlo cada 4 horas en condiciones climáticas habituales, pero, si el sol es muy intenso o te encuentras en la playa, hay que retocarlo cada hora y media.
- Utilizar gafas, sombrero y ropa manga larga.
- No exponerse más de 20 minutos al sol.
- Hidratarse constantemente.
“La exposición al sol es un peligro inminente porque puede desencadenar quemaduras severas, alergias, manchas en la piel incluso en casos más graves puede provocar cáncer de piel,” afirma Cárdenas.
Las piscinas, los ríos y mares, representan otro de los grandes peligros para los niños durante las vacaciones. Es indispensable que, en estas zonas de diversión, no se deje de supervisar a los más pequeños pues pueden sufrir accidentes, caídas e incluso ahogamientos.
Para esto, es importante que los niños no corran sobre los bordes de las piscinas, respetar las zonas de seguridad de ríos, mares y piscinas, ingresar a estos espacios acompañados de un adulto, seguir las instrucciones de los salvavidas y usar los elementos de protección.
Otros de los riesgos que padecen los menores en esta época son las indigestiones e intoxicaciones por la ingesta de alimentos. Durante el fin de año suele ser muy común comer fuera de la casa y consumir productos altos en grasas y azúcares. En este caso, es esencial que los padres supervisen y controlen qué tipo de comidas van a suministrarle a los niños.
“Es recomendable evitar el consumo excesivo de alimentos, así como la ingesta de productos crudos y en mal estado, ya que pueden ocasionar malestar general, diarreas y vómito incluso intoxicaciones. Si los síntomas persisten lo recomendable es acudir a urgencias” aclara la especialista.
De acuerdo con la doctora, también es importante controlar el consumo de azúcar, pues durante la navidad los hábitos alimenticios se alteran y si los niños consumen platos con altos contenidos calóricos, aumenta la probabilidad de padecer diabetes, sobrepeso infantil, enfermedades cardiacas, colesterol alto, azúcar alto, entre otros.
Es vital que los padres tomen medidas preventivas y sigan las recomendaciones para evitar tragedias o aumento de los riesgos que provoquen llevar a los niños a urgencias.
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