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Por la importancia nacional que tendrá la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Canoas, ubicada en el municipio de Soacha, la Contraloría de Bogotá y la Contraloría General de la Nación realizaron una acción conjunta de seguimiento para determinar los posibles retrasos y el avance en general de este megaproyecto.
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De acuerdo con el informe entregado por el ente de control, en este momento se avanza en la segunda fase del proyecto que consiste en la construcción de la estación elevadora, que permitirá llevar al nivel de la planta de tratamiento, las aguas residuales que transitan a más de 60 metros bajo tierra.
En esta obra, se reporta un avance físico del 38 %, mientras que en la construcción se han invertido cerca de $125.000 millones, de los $352.000 millones que están previstos, lo que representa un avance en la ejecución financiera del 35 %.
📍La @ContraloriaBta y la @CGR_Colombia, en el marco de una acción conjunta, realizan visita técnica a la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Canoas, ubicada en Soacha, para conocer aspectos de la ejecución administrativa, financiera y física del proyecto #ObrasBajoControl pic.twitter.com/AiO8ufjtDV
— ContraloriaBogotá (@ContraloriaBta) August 9, 2021
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“Adelantando un trabajo mancomunado para realizar la fiscalización de la obra y visitamos estas instalaciones con el fin de conocer el nivel de avance de los trabajos. Esta obra tiene un impacto tan grande, que lo que se propone en el nuevo marco normativo de fiscalización es una acción conjunta”, destacó el contralor de Bogotá, Andrés Castro Franco.
Se estima que la planta de tratamiento de aguas residuales se entregue en 2027, lo que permitiría descontaminar el 70% de las aguas residuales que genera Bogotá y el 100% de las de Soacha, por lo que la PTAR Canoas ayudará a disminuir los desechos que llegan al río Bogotá y así cumplir con parte de la sentencia del Consejo de Estado que ordena descontaminar el afluente.
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De igual forma el contralor delegado para el medio ambiente de la Contraloría General, Gabriel Jurado, señaló que la unión de esfuerzos en un nuevo modelo de control fiscal unificado, armónico y por fuera de los escritorios, permitirá tener un mejor control del avance de la obra y en el área fiscal. “El verdadero control es el que se hace visitando las obras; vigilando con lupa cómo es que se invierten los recursos públicos”, aseguró.
En esta importante obra están comprometidos recursos de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca y del Fondo Nacional de Regalías, actualmente en liquidación. Las dos últimas entidades están siendo auditadas por la Contraloría General.