Croqueta de cangrejo: así libran al lago parque Simón Bolívar de amenazante plaga

La hipótesis es que un día, alguien encontró un cangrejo rojo, lo llevó al Parque Simón Bolívar y lo liberó en el lago. Y lo que, en su momento, pareció un acto simple y sin implicaciones, producto del desconocimiento, hoy es un gran problema. Este animal se adaptó, creció y se reprodujo, al punto de tener en riesgo los ecosistemas del principal parque de Bogotá. Por eso, el Distrito ahora lucha contra esta plaga, con un plan en el que terminan convirtiéndolos en croquetas.

La hipótesis es que un día, alguien encontró un cangrejo rojo, lo llevó al Parque Simón Bolívar y lo liberó en el lago. Y lo que, en su momento, pareció un acto simple y sin implicaciones, producto del desconocimiento, hoy es un gran problema. Este animal se adaptó, creció y se reprodujo, al punto de tener en riesgo los ecosistemas del principal parque de Bogotá. Por eso, el Distrito ahora lucha contra esta plaga, con un plan en el que terminan convirtiéndolos en croquetas.

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Del cangrejo rojo americano, o también conocido como langostilla de agua dulce, se sabe que es un espécimen originario del sur de Estados Unidos y el norte de México, que vive en cuerpos de agua dulce como lagos y humedales. Según la Secretaría de Ambiente, la especia llegó al país en la década de los 80, al Valle del Cauca, para su aprovechamiento comercial.

Desde allí se dispersó hasta llegar a la capital. Si bien, su presencia en Bogotá no es novedad, ya que en el año 2020 se identificaron unos cuantos en ríos y humedales (lo que obligó a pensar en un protocolo para controlarlo), ahora sí parece ser un problema mayúsculo, pues debido a su adaptabilidad, se reprodujo y se dispersó rápidamente en el Simón Bolívar.

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Actualmente, las autoridades ambientales lo clasifican como una especie invasora, que ocupa rápidamente los ecosistemas y al ser omnívora, con una dieta amplia y variada, termina desplazando o acabando especies nativas. Además, son transmisoras de enfermedades para otros especímenes, señala la Secretaría de Ambiente.

Desde que se identificaron los primeros cangrejos en Bogotá, el IDRD creó un protocolo que consiste en atraparlos y procesarlos para hacer croquetas, inicialmente para patos. Actualmente, el Instituto Distrital de Recreación y Deporte, adelanta un trabajo para controlar la población de langostilla, evitar el deterioro del lago y la afectación de otras especies. Para esto, “cuentan todos los días con personal que está a cargo del manejo y control de la especie”, puntualizaron.

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Aunque algunos han querido vender la idea de que estos animales sirven como producto afrodisíaco, en bebidas populares, en plazas de mercado y puestos callejeros, las autoridades ambientales han advertido que no es recomendable para el consumo humano, debido a la alta presencia de bacterias dañinas, por lo que puede representar un problema de salud.

Por ahora, mientras avanzan en esta labor, la recomendación para los visitantes del parque es que, si se encuentran uno, no lo toquen, ni los alimenten. Se recomienda reportarlos.

Recomendaciones

Si se encuentra un cangrejo rojo, tenga en cuenta:

- Si lo recoge, ubíquelo en los contenedores con agua dispuestos en el parque para esta función.

- No lo arroje al lago.

- No se lo lleve como mascota. Puede estar trasladando un problema que se intenta controlar.

Ante cualquier inquietud, diríjase al personal del parque autorizado para resolverla.

Si se encuentra con este animal, evite manipularlo o lastimarlo. Los ciudadanos pueden reportar la presencia de este espécimen a la Secretaría de Ambiente, a través de las líneas telefónicas y de WhatsApp 3174276828, 3183651787 y 3182154047 o el correo electrónico fauna@ambientebogota.gov.co.

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