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La carrera séptima, con toda su historia a cuestas, con todos los cambios de los cuales ha sido testigo y protagonista, es ahora, de cierta forma, la niña fea del paseo, el problema y dolor de cabeza de la Administración, estudiosos, concejales y ex alcaldes.
Las opiniones están encontradas. Por un lado está la Administración en cabeza del alcalde Samuel Moreno, quien fue elegido debido a su promesa de iniciar la construcción del segundo metro del país, después del de Medellín. Moreno se subió al tren y la ciudad con él. Sin embargo, después de nueve meses de gestión, el panorama aparece nublado. Al debate se ha sumado la voz del presidente, Álvaro Uribe, quien, en varias ocasiones, ha entrado a discutir acerca de la conveniencia financiera de construir un metro. Para el jefe de Estado, el tren de cercanías debería ser el proyecto prioritario, así como la continuación de la tercera fase de Transmilenio, que ya está contratada. El futuro es incierto.
La mancha roja se amplía
El debate con el sistema Transmilenio tiene varias aristas. A la fecha de hoy la tercera fase del sistema tiene un trazado a lo largo de la calle 26 y la carrera décima, hasta la calle 32. En los diseños iniciales la séptima se convertía en la prolongación de la carrera décima. Sin embargo, Luis Eduardo Garzón dejó en manos del siguiente alcalde la decisión de continuar con el sistema por este corredor o no. Quienes apoyan Transmilenio coinciden en una razón: si se hace por la décima, debe continuar por la séptima. Esta es la opinión del ex alcalde Enrique Peñalosa, quien afirma que “hacer sólo la mitad de la décima haría que se perdiera la plata, porque es como hacer un carro sin ruedas adelante”, y añade, “sería un ejemplo mundial de clasismo, porque en la misma troncal la gente iría en el tren del norte rico y en la 32 se bajan para cambiar al bus del sur pobre”. Otro de los puntos que salen a relucir al hablar de Transmilenio por la séptima es el tema del espacio. Algunos estudios han señalado que por esta vía, en ciertos tramos, no cabrían los dos carriles necesarios para hacer sobrepasos, más los del tráfico mixto.
Tomar desvíos
Al debate de si Transmilenio, si metro, si nada, si los dos, algunos han añadido otras propuestas. Carlos Vicente de Roux, concejal del Polo Democrático, opina que lo que se debe hacer con la séptima es, en el tema de movilidad, apostarle al Sistema Integrado de Transporte, un proyecto contemplado en el Plan Maestro de Movilidad y que se erige como un giro de 180 grados en la forma como se ha estructurado el transporte público en la ciudad, puesto que reduce a unas pocas el número de empresas transportadoras y establece el pago a través de una tarifa única, como en Transmilenio, lo que eliminaría la llamada guerra del centavo. Otros han propuesto la construcción de sistemas de movilidad un tanto más arriesgados, como el de los llamados aerobuses, un medio de transporte que se desplaza colgado de unos arcos metálicos anclados en el pavimento. De acuerdo con quienes impulsaron el proyecto en su momento, entre ellos el entonces concejal Luis Fernando Olivares, este sistema tenía la ventaja de ser más barato que Transmilenio y, debido a que se moviliza por encima de la vía, no causa ningún traumatismo a los carriles de tráfico mixto.
Ahí viene el metro
Según algunos, incluido el mismo Alcalde, el metro es la solución óptima para los problemas de movilidad de la ciudad, puesto que es el único sistema que puede mover el número de pasajeros hora-sentido necesario para descongestionar las vías de Bogotá. Según varias fuentes, el nudo de movilidad de la ciudad se encuentra comprendido entre la carrera séptima y la NQS; en este amplio sector se mueve la mayor cantidad de personas en la ciudad. Como la avenida Caracas y la NQS ya tienen Transmilenio, las opciones que sobran son las carreras séptima y la décima. La tercera fase de este sistema está presupuestada para que pase por la carrera décima y la calle 26. Entonces, sólo queda libre la séptima.
Sin embargo, aún no es claro si habrá metro por la séptima, pero hay en curso un estudio que determinará esto e incluso hay voces, como la del concejal Carlos Vicente De Roux, que cuestionan la efectividad del sistema por esta vía, si de verdad descongestionaría la Caracas.