Cuerpo de bomberos para la Sabana Centro: proponen unificar 11 municipios

Walfrando Forero, alcalde del municipio de Tocancipá, puso esta semana sobre la mesa la idea de crear un único Cuerpo de Bomberos regional, que se encargue de atender las emergencias en los 11 municipios de la región de Sabana Centro de Cundinamarca. La propuesta apunta a optimizar los recursos que cada municipio destina a financiar a su cuerpo de bomberos (oficial o voluntario) y a mejorar la capacidad de respuesta.

Walfrando Forero, alcalde del municipio de Tocancipá, puso esta semana sobre la mesa la idea de crear un único Cuerpo de Bomberos regional, que se encargue de atender las emergencias en los 11 municipios de la región de Sabana Centro de Cundinamarca. La propuesta apunta a optimizar los recursos que cada municipio destina a financiar a su cuerpo de bomberos (oficial o voluntario) y a mejorar la capacidad de respuesta.

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Los recursos, dice, saldrían de la sobretasa que cobran las alcaldías para la operación de los cuerpos de socorro. En Tocancipá, por ejemplo, según su alcalde, se recaudan al año $2.000 millones al año, cifra que sería similar en los demás municipios de la región. Pese a ello, al actuar de manera individual y la capacidad de respuesta en cada población frente a ciertas emergencias, sigue siendo precaria, de ahí la idea de unificar presupuestos y crear un ente bomberos regional.

Sabana Centro

La Sabana Centro es una de las 15 provincias en las que está dividido Cundinamarca. Representa el 4,5 % de su área total, con una extensión es de 1.026 km y una población aproximada de 600.000 personas. Es una de las provincias con mayor movimiento industrial, agrícola, minero y ganadero de la región central del país. Los 11 municipios que la conforman son Cajicá, Chía, Cogua, Cota, Gachancipá, Nemocón, Sopó, Tabio, Tenjo, Tocancipá y Zipaquirá (capital de la provincia).

Según la ley 1575 , cada municipio es responsable de tener un cuerpo de bomberos, bien sea de manera directa, con un cuerpo oficial, o mediante contratos o convenios, con cuerpos integrados por voluntarios, ya que la prestación del servicio es territorial. “En los municipios hay un desgaste administrativo. Cada alcaldía quiere cumplir la ley que, fuera del tema de bomberos, implica otros temas de alta asignación presupuestal, como la protección animal”, dice el alcalde, quien agrega: “Los municipios nos dedicamos a organizar el plan de desarrollo; buscar la plata para la infraestructura y cumplir un gasto administrativo fuerte, y las cosas siempre se hacen a medias. Por ejemplo, hoy ningún municipio de Sabana Centro tiene un vehículo escalera para apagar incendios a más de cinco pisos de altura, cuando prácticamente en todos los municipios se están construyendo torres de hasta 12 pisos. Hay debilidades que no se han podido solucionar. Nosotros hacemos los pagos, pero la capacidad de atención continúa siendo insuficiente”.

Forero, como cabeza de la propuesta, recalca la necesidad de fortalecer los sistemas de veeduría y control del presupuesto que se les entrega a los cuerpos de bomberos. “En Tocancipá se recoge una sobretasa de casi $2.000 millones al año. Al final del cuatrienio tendremos $8.000 millones de inversión. Las cifras en Chía o Cajicá son similares, invertidos únicamente en el ámbito local. Con un cuerpo de bomberos regional, ¿no se podrían fortalecer temas claves como infraestructura, capacidad de respuesta y optimización de recursos? Pensamos que sí, y es nuestra apuesta”, comenta.

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¿Qué dicen los bomberos?

Para el capitán Álvaro Farfán, delegado departamental de bomberos de Cundinamarca, la creación de un Cuerpo de Bomberos regional puede plantear desafíos normativos, técnicos y administrativos que se deben analizar cuidadosamente. Una de las aristas que más preocupa a Farfán es la fragmentación de la prestación del servicio. “Los bomberos deben estar disponibles rápidamente en caso de emergencia. El tener una estructura regional dificultaría la coordinación y la respuesta efectiva, en especial en áreas distantes o de difícil acceso”, señala.

Por otro lado, preocupa que se puedan presentar emergencias simultáneas que excedan la capacidad de respuesta. “Por ejemplo, algunos municipios pueden enfrentar desafíos relacionados con incendios forestales debido a su ubicación geográfica, mientras que otros podrían tener una mayor incidencia de accidentes de tránsito, materiales peligrosos o emergencias industriales, entre muchas más. Un enfoque regional podría no ser lo suficientemente flexible para adaptarse a estas diferencias y garantizar una respuesta efectiva en cada caso”.

Sobre ese particular, Forero explica que su propuesta no implica que al tener una sede central en un municipio los demás queden desprotegidos. “La idea es que haya un centro de respuesta y las estaciones actuales sigan funcionando como satélites. La idea es que allí también estén la Cruz Roja, la Defensa Civil, Ponalsar, Ejército, Carabineros, etcétera. A eso queremos llegar: a la articulación regional. Los años anteriores se ha buscado la autonomía municipal en estos particulares, pero no ha habido con qué”.

Otra de las preocupaciones es la comunicación entre los municipios para la atención de emergencias. “La propuesta debe ir acompañada de estrategias y protocolos que robustezcan la comunicación”, asegura Farfán. Frente a la asignación de recursos, dice, cabe la posibilidad de que algunos municipios se sientan marginados ante una probable disminución en la disponibilidad de presupuestos para atender emergencias.

Finalmente, “la Ley 1575 de 2012 fija una clasificación específica de cuerpos de bomberos y no contempla cuerpos regionales. Proponer un cambio requeriría un análisis exhaustivo y modificaciones legislativas, siendo un proceso largo y complejo”, explica.

De momento, es solo una propuesta para mejorar la prestación del servicio, a propósito de las complicaciones durante la atención de emergencias en el último fenómeno de El Niño, que evidenció vacíos administrativos y operacionales que los municipios deben solucionar urgentemente. Mientras que, para la delegación departamental de bomberos, si no se lleva a cabo un estudio exhaustivo de las necesidades de cada municipio, “la propuesta se caerá por su propio peso”.

Por ahora, los mandatarios de los municipios que conforman la Sabana Centro continuarán evaluando la viabilidad de la iniciativa y su impacto real en cuanto a optimización de recursos, mejoramiento de la infraestructura y fortalecimiento de la capacidad de respuesta. En momentos como estos es cuando la figura de la Región Metropolitana (RM) toma relevancia, pues, como advierte Farfán, por ley sería una propuesta inviable. Con la RM, el camino se podría facilitar.

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