Darwin Beltrán, señalado homicida de sus dos hijos en Bogotá, no aceptó cargos
Pese al contundente material probatorio que pesa en su contra, Beltrán negó su responsabilidad. Esta tarde la audiencia continúa.
La tarde del lunes 28 de octubre, Darwin Felipe Beltrán, de 31 años, fue capturado en flagrancia por ser el principal sospechoso del homicidio de sus dos hijos, de 4 y 7 años, a quienes habría asesinado en una vivienda del barrio Las Ferias, en la localidad de Engativá, donde residían con su madre y expareja de Beltrán.
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El sujeto, a quien las autoridades salvaron de ser linchado en vía pública, fue detenido luego de que se confirmara que sus dos hijos, Santy Steban y Susan Ramírez Beltrán yacían sin vida en una habitación de la mencionada vivienda. El martes 29 de octubre, la captura fue legalizada por un juez de control de garantías. El señalado tenía antecedentes por violencia intrafamiliar, hurto y receptación.
Legalizada la captura, arrancó el proceso judicial. Finalizando la noche del martes, la Fiscalía General de la Nación imputó a Beltrán por el delito de homicidio agravado por su presunta participación en el homicidio de los dos menores. Pese a todo el material probatorio que pesa en su contra, y que incluso, según el primer informe policial que se realizó del caso, el sujeto aceptó haber matado a sus hijos, Beltrán decidió no aceptar cargos.
¿Qué viene?
El proceso continúa. Este miércoles 30 de octubre, pasadas las 2:30 p.m., seguirá la audiencia en la que se definirá la situación judicial del sindicado, los delitos por los que tendrá que responder y eventualmente, a cuál cárcel será enviado. El proceso está a cargo del Juzgado 64 de Bogotá.
El caso
A los vecinos del barrio Las Ferias, al occidente de Bogotá, se les están acabando las palabras para describir el atroz hecho del que fueron testigos durante la tarde del 28 de octubre. En una pequeña vivienda de un solo piso y fachada verde, dos menores de cuatro y siete años fueron asesinados, según los primeros indicios, por su propio padre.
La versión principal sobre los hechos, y sobre la cual trabajan los investigadores asignados al caso, señala que Susan y Stiven Beltrán fueron golpeados y apuñalados por su progenitor, Edwin Beltrán, en medio de un episodio de violencia intrafamiliar que protagonizó este individuo en contra de su compañera sentimental, y madre de los menores.
Un día después del trágico suceso, y de la captura y judicialización de Beltrán, los vecinos acudieron a la vivienda en donde todo ocurrió con velas, imágenes religiosas y mensajes de condolencia por el homicidio de ambos niños. Incluso en la fachada de la casa, los asistentes pintaron un mensaje con pintura blanca que dice “solo cristo salva”.
Con base en las pruebas testimoniales y de otra índole, se espera que este miércoles, la Fiscalía General de la Nación formulará cargos por homicidio y feminicidio agravado, al ser el principal sospechoso de violentar a sus dos propios hijos para quitarles la vida. Se espera que al terminar la diligencia, Beltrán sea cobijado con medida de aseguramiento en centro penitencial. Desde allí, afrontará un juicio penal que desde ya se antoja mediático y que tendrá todos los ojos encima.
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La tarde del lunes 28 de octubre, Darwin Felipe Beltrán, de 31 años, fue capturado en flagrancia por ser el principal sospechoso del homicidio de sus dos hijos, de 4 y 7 años, a quienes habría asesinado en una vivienda del barrio Las Ferias, en la localidad de Engativá, donde residían con su madre y expareja de Beltrán.
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El sujeto, a quien las autoridades salvaron de ser linchado en vía pública, fue detenido luego de que se confirmara que sus dos hijos, Santy Steban y Susan Ramírez Beltrán yacían sin vida en una habitación de la mencionada vivienda. El martes 29 de octubre, la captura fue legalizada por un juez de control de garantías. El señalado tenía antecedentes por violencia intrafamiliar, hurto y receptación.
Legalizada la captura, arrancó el proceso judicial. Finalizando la noche del martes, la Fiscalía General de la Nación imputó a Beltrán por el delito de homicidio agravado por su presunta participación en el homicidio de los dos menores. Pese a todo el material probatorio que pesa en su contra, y que incluso, según el primer informe policial que se realizó del caso, el sujeto aceptó haber matado a sus hijos, Beltrán decidió no aceptar cargos.
¿Qué viene?
El proceso continúa. Este miércoles 30 de octubre, pasadas las 2:30 p.m., seguirá la audiencia en la que se definirá la situación judicial del sindicado, los delitos por los que tendrá que responder y eventualmente, a cuál cárcel será enviado. El proceso está a cargo del Juzgado 64 de Bogotá.
El caso
A los vecinos del barrio Las Ferias, al occidente de Bogotá, se les están acabando las palabras para describir el atroz hecho del que fueron testigos durante la tarde del 28 de octubre. En una pequeña vivienda de un solo piso y fachada verde, dos menores de cuatro y siete años fueron asesinados, según los primeros indicios, por su propio padre.
La versión principal sobre los hechos, y sobre la cual trabajan los investigadores asignados al caso, señala que Susan y Stiven Beltrán fueron golpeados y apuñalados por su progenitor, Edwin Beltrán, en medio de un episodio de violencia intrafamiliar que protagonizó este individuo en contra de su compañera sentimental, y madre de los menores.
Un día después del trágico suceso, y de la captura y judicialización de Beltrán, los vecinos acudieron a la vivienda en donde todo ocurrió con velas, imágenes religiosas y mensajes de condolencia por el homicidio de ambos niños. Incluso en la fachada de la casa, los asistentes pintaron un mensaje con pintura blanca que dice “solo cristo salva”.
Con base en las pruebas testimoniales y de otra índole, se espera que este miércoles, la Fiscalía General de la Nación formulará cargos por homicidio y feminicidio agravado, al ser el principal sospechoso de violentar a sus dos propios hijos para quitarles la vida. Se espera que al terminar la diligencia, Beltrán sea cobijado con medida de aseguramiento en centro penitencial. Desde allí, afrontará un juicio penal que desde ya se antoja mediático y que tendrá todos los ojos encima.
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