“Data-civilidad”: la apuesta por democratizar la historia de Bogotá
La Sociedad de Mejoras y Ornato (SMOB) presentó la plataforma Datacivilidad, una herramienta digital que aglutina los 486 años de historia capitalina en un solo lugar. El Espectador estuvo en el evento de lanzamiento, en donde se discutieron aspectos clave sobre la ciudad del pasado, del presente y el futuro.
Miguel Ángel Vivas Tróchez
Bajo una anubarrada y yerta mañana capitalina, en el museo del Chico, se presentó en sociedad la que será una extensión digital de la memoria histórica de Bogotá. Datacivilidad, como la decidieron bautizar en la SMOB, funge como una apuesta definitiva para condensar centenares de libros y documentos históricos en una nube de datos organizados y al alcance de cualquiera.
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Bajo una anubarrada y yerta mañana capitalina, en el museo del Chico, se presentó en sociedad la que será una extensión digital de la memoria histórica de Bogotá. Datacivilidad, como la decidieron bautizar en la SMOB, funge como una apuesta definitiva para condensar centenares de libros y documentos históricos en una nube de datos organizados y al alcance de cualquiera.
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Carlos Roberto Pombo, arquitecto urbanista y presidente de la SMOB, fue el encargado de oficiar el discurso con el cual comenzó el evento de lanzamiento. Con sus palabras, calidad y sentidas como uno de los mayores conocedores de la ciudad y su historia, Pombo resaltó la importancia de esta iniciativa en la construcción de un discurso de apropiación común de nuestra historia.
“Conscientes de que la memoria colectiva es una fuerza poderosa capaz de tejer lazos profundos de solidaridad y fraternidad, esencia de la civilidad en el marco de una sociedad compleja, nos dimos a la tarea de identificar sus componentes, sus correlaciones y de comprenderla de manera holística, como lo propone Edgar Morin”, declamó Pombo.
Para lograr tan noble gesta, en provecho de las facilidades ahora disponibles gracias a las ciencias de la tecnología de información, la SMOB hizo el esfuerzo de aglutinar un complejo espectro de datos en un navegador interactivo que puede ser manejado por cualquiera. Si bien la plataforma será comidilla de académicos y periodísticas que buscarán usar la información para la fabricación de nuevas axiomas de conocimiento y actualidad, su práctico funcionamiento la hace sujeta de protagonizar horas enteras del ocio de cualquier ciudadano.
Bajo un telón de aplausos en reconocimiento a la labor de la sociedad más antigua de Bogotá, se precedió a una explicación breve de la división interna del portal en línea y a dos segmentos de discusiones en los que, expertos de diversas áreas, discutieron sobre la deriva de la metrópoli.
Navegando por Datacivilidad
Lo primero que se encontrará el usuario al ingresar al portal será una interfaz vino tinto dividida en cuatro ejes: marco institucional, componente poblacional, componente territorial y del bienestar. Cada uno de ellos, desprende tras de sí un menú de sub temáticas en los que es posible revisar, en tiempo real, el paso del tiempo en Bogotá.
En el componente institucional, es posible revisar, desde la organización administrativa que ha tenido la capital desde la época colonial hasta la actual, hasta los objetivos y problemáticas a los cuales, a través de los mecanismos de participación existentes, se enfrenta la ciudadanía bogotana. Por su lado, en el componente poblacional, es posible comprobar la evolución demográfica de Bogotá, tanto en los datos meramente cuantitativos, como en su relación con variables más cualitativas como las socioeconómicas y la relación que la población ha tenido con el espacio que la rodea. Sobre este último punto ahonda el componente territorial, en donde a través de líneas de tiempo didácticas, es posible revisar la huella urbanística de la ciudad y los vestigios de su expansión y densificación en el territorio. Finalmente, en el componente de bienestar, los internautas tendrán a su mano un amplio catálogo de datos históricos y técnicos sobre el desarrollo de las estructuras de servicios públicos, la movilidad, espacio público, vivienda, y los instrumentos de planeación que han consolidado el camino de la gran ciudad.
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Discusiones sobre el futuro
A ritmo vertiginoso, equiparable a las grandes urbes del mundo, Bogotá avanza frenéticamente hacia un futuro urbanístico a pasos gigantes. La ciudad del futuro se construye en las decisiones que todos los días se toman desde los diversos sectores que componen la ciudadanía y gobernanza de la ciudad.
La tertulia comenzó con la noticia de que, contrario al imaginario popular, Bogotá es una ciudad que envejece y que se encuentra en una vorágine de estancamiento poblacional. “La noticia es que la ciudad no crecerá más allá de los 8 millones de habitantes”, aseveró Ernesto Rojas, demógrafo y exdirector del DANE. Factores socioculturales de la ciudad, que tuvieron en la pandemia un ápice sin precedentes, hicieron que la natalidad de Bogotá decayera y, consigo, la expectativa ciudadanos jóvenes que la habiten en el futuro. Pese a esto, y a que cada vez podamos ser menos, la demanda de servicios como el agua y la luz sigue representando un reto.
Manuel Rodríguez, Profesor emérito Universidad de los Andes, mencionó que la ciudad podría enfrentar apagones y racionamientos de agua como nunca antes, si las cada vez más áridas sequías continúan azotando la ciudad. Por otro lado, la baja oferta de energías no convencionales, dada el bajo interés de inversión, infligirán un daño incalculable a la pujante industria capitalina y su insaciable sed de energía. Ambos factores, tan relacionados con el medio ambiente y la huella urbana de la ciudad, fueron tratadas por la exsecretaria de Ambiente, Carolina Urrutia Vásquez.
La exfuncionaria recalcó que la gestión de los residuos sólidos, la limpieza del río Bogotá a través de la PTAR Canoas, y el control de la expansión desmedida en la Sabana, son los caminos para la resiliencia ambiental de la ciudad. Y en cuanto a la movilidad, piedra angular del debate en una ciudad cuyo 80 % de su población se mueve en transporte público, ocupó gran parte de la agenda. Se resaltó la necesidad de aprovechar las vías secundarias y de corregir errores del pasado, a través de una red de metros que se convierta en el eje axiomático de la movilidad capitalina. Eso sí, con el fomento del uso de la bicicleta de por medio.
Ahora le toca a usted, bogotano. Prenda su computador, tableta o celular, y explore todo lo que hay en Datacivilidad.
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