El buzo amarillo que llevaba Juan el día de su captura fue lo que lo hizo pasar como sospechoso ante los policías.
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Una captura ilegal sería el inicio de la pesadilla de Juan Sebastián Arismendi y su familia, que hoy cargan con la muerte del joven, de 26 años, registrada el 3 de abril. Su fallecimiento, al parecer, sería la consecuencia de una brutal golpiza que sufrió en la estación de Policía de Suba. Así lo afirman sus familiares y su abogado, después de conocer el parte médico que les entregaron en el Hospital de Suba.
Por Sara Caicedo
Periodista de la universidad Politécnico Grancolombiano. Escribe para El Espectador sobre planeación, hábitat, comercio informal, espacio púbico, desarrollo económico, hacienda y ambiente.@sara_caicedoscaicedo@elespectador.com