De captura ilegal a posible homicidio: el caso de Juan Sebastián Arismendi
Al joven de 26 años lo arrestaron por hurto sin estar denunciado. De la estación de Policía de Suba fue trasladado al hospital de Suba, de allí al Simón Bolívar por la gravedad de su estado de salud, en donde habría fallecido a causa de una brutal golpiza que le causó muerte cerebral, contó su familia.
Sara Caicedo
Una captura ilegal sería el inicio de la pesadilla de Juan Sebastián Arismendi y su familia, que hoy cargan con la muerte del joven, de 26 años, registrada el 3 de abril. Su fallecimiento, al parecer, sería la consecuencia de una brutal golpiza que sufrió en la estación de Policía de Suba. Así lo afirman sus familiares y su abogado, después de conocer el parte médico que les entregaron en el Hospital de Suba.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Una captura ilegal sería el inicio de la pesadilla de Juan Sebastián Arismendi y su familia, que hoy cargan con la muerte del joven, de 26 años, registrada el 3 de abril. Su fallecimiento, al parecer, sería la consecuencia de una brutal golpiza que sufrió en la estación de Policía de Suba. Así lo afirman sus familiares y su abogado, después de conocer el parte médico que les entregaron en el Hospital de Suba.
Esta historia inició por un buso amarillo, la única prueba que se suponía tenía la Policía en contra de Juan Sebastián, para capturarlo como el principal sospechoso de un hurto, que ocurrió a las 2:00 a.m. del domingo 26 de marzo, cuando el joven iba camino a su casa, en el barrio Pinar de Suba. Todo se habría dado en medio de un procedimiento, considerado irregular, ya que el joven no contaba con ninguna demanda por robo y su captura tampoco se dio en flagrancia, afirmó el abogado del caso. Sin embargo, según la Policía, sí fue arrestado en flagrancia, tras el asalto a un taxista; imputado, y trasladado a la URI de Paloquemao, por orden de un juez que dictó medida de aseguramiento.
Desde el sitio de reclusión se comunicó con su familia. “El domingo 26 de marzo él me llamó. Me dirigí a la URI de Paloquemao y el custodio me dijo que en 72 horas saldría. Empecé a buscar un abogado, pero como solo eran 72 horas, pues uno no se afana tanto. Le llevé comida y ya. Pero el lunes 27 me llamó y me dijo: ‘Me van a mandar a la estación de Policía de Suba’. Le dije que tranquilo, que estaría cerca de la casa y que iba a buscar a un abogado para su defensa”, contó Diego Cañón, su hermano.
Después, transcurren los días con aparente normalidad. Diego señala que Juan Sebastián llamaba a su familia y parecía estar tranquilo. “Hablamos con él todos los días y no nos manifestó amenazas ni se le notaba intranquilo. Pero nos solicitó dinero, que le estaban pidiendo. Pero él no estaba amenazado”, agregó su hermano.
Podría interesarle: Revisan millonaria inversión en la construcción de una institución educativa en Suba
¿Autolesión u homicidio?
El sábado primero de abril la familia de Juan Sebastián recibe una llamada desde la estación de Suba, a las 10:00 a.m. Les informan que al joven lo estaban trasladando por urgencias al Hospital de Suba. La explicación de los uniformados fue que se habría autolesionado. “Nos dicen que tuvo una crisis nerviosa y se autoflageló. Cuando llegamos al centro de salud, estaba en reanimación. Y había dos patrulleros, uno de ellos me dijo que mi hermano se golpeó el mismo”, agregó Diego, a quien la médica de urgencias le contó que el joven llegó sin signos vitales y “que afortunadamente lo pudieron reanimar, pero que lo tenían que remitir al hospital Simón Bolívar, porque lo tenía que ver un neurocirujano”.
Sin embargo, Juan llegó al otro hospital a las 11:30 a.m., con ventilación mecánica. “Básicamente, él estaba vivo por la máquina, porque esa lo estaba ayudando a respirar. Una vez lo vio el médico de urgencias y el neurólogo, ellos sí fueron claros conmigo, y me dijeron que lamentablemente mi hermano nunca más iba a ser como antes. Que era cuestión de horas para que él falleciera. Su deceso se produjo el lunes 3 de abril, a las 5:58 de la tarde”, compartió su hermano.
En medio de la angustia, la familia no se había percatado de algunas inconsistencias que tenía la información que les había brindado la Policía. Sin embargo, cuando conocieron la historia clínica de Juan, en poder del Hospital de Suba, se dieron cuenta de que su familiar llegó en condiciones diferentes. “Presentaba politraumatismos, es decir, golpes en todo su cuerpo y en diferentes órganos. Además, contusiones simples y severas, diferentes heridas, raspaduras y un trauma cráneoencefálico severo”, señaló Saúl León, abogado penalista y defensor de la familia de la víctima.
Lea también: Espacios limpios y seguros, el reto de los operativos en Cinco Huecos y San Bernardo
León agrega que con todo lo que leyeron en la historia clínica, no coincide con la versión de que Sebastián se hubiera caído y que se hubiera golpeado él mismo. Todo apunta a que fue víctima de una golpiza brutal, que le causó la muerte, en la que participaron varias personas.
En la noche de este lunes 10 de abril, la Policía confirmó que se trató de una riña; que hay tres identificados como posibles responsables, y que adelantan la investigación disciplinaria contra los uniformados.
Actualmente, la familia está a la espera de que la Fiscalía judicialice a los autores materiales e intelectuales. “Hacemos un llamado para que respondan a las personas que lo golpearon hasta matarlo, pero también los agentes que estaban atentos, pendientes y legalmente obligados a garantizar su seguridad dentro de la estación de policía”, agregó León.
Por lo tanto, se espera que adelanten las investigaciones correspondientes, para imputar cargos no solo contra los agresores, sino también contra los agentes de Policía, que tenían la obligación de cuidarlo. Por ahora, solicitarán que se suspendan a estos uniformados de sus cargos, mientras avanza el proceso, ya que, para el abogado, podrían afectar la investigación.
Leer: El 81% de las riñas en Bogotá ocurren en espacios públicos, este es el panorama
De acuerdo con el abogado León, esta semana seguramente habrá capturas. Sin embargo, no hay fecha para las audiencias. “Lo que queremos como familia es que la Policía Nacional se manifieste y haya justicia en el caso de mi hermano, quien era una persona tranquila, tímida, introvertida y amable. Padre de dos hijos, un niño de siete años y una bebé de tres”, concluyó su hermano.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.