¿Debería la Policía ingresar a las universidades de Bogotá en casos de vandalismo?
La alcaldesa López solicitó intervenir el campus de la U. Nacional para capturar a los responsables de ataques con explosivos a dos policías. Esto último fue fuertemente rechazados por varios rectores universitarios de la ciudad.
Fernan Fortich
En la entrada de la Universidad Nacional, sobre la calle 26, se registraron este jueves disturbios, que dejaron como saldo dos policías con heridas de gravedad y otras tres personas con lesiones leves. Fue una tarde agitada en términos de movilidad y seguridad para la ciudad, pues mientras en esta zona se vivía el caos, en otras universidades de la ciudad también se reportó la presencia de encapachados y manifestantes. Todos conmemoraban, este 8 de junio, el día del Estudiante Caído, que recuerda la muerte de estudiantes a manos de la fuerza pública durante la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla).
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En la entrada de la Universidad Nacional, sobre la calle 26, se registraron este jueves disturbios, que dejaron como saldo dos policías con heridas de gravedad y otras tres personas con lesiones leves. Fue una tarde agitada en términos de movilidad y seguridad para la ciudad, pues mientras en esta zona se vivía el caos, en otras universidades de la ciudad también se reportó la presencia de encapachados y manifestantes. Todos conmemoraban, este 8 de junio, el día del Estudiante Caído, que recuerda la muerte de estudiantes a manos de la fuerza pública durante la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla).
Sobre el estado de salud de los dos uniformados, el último reporte señalaba que, al menos uno, se encontraba bajo pronóstico reservado. La violencia del ataque quedó registrada en los videos de las cámaras de seguridad del sector, donde se ve cuando los patrulleros John Rodríguez y José Herrera resultaron heridos, tras la explosión de “papas bomba”, que lanzaron desde la portería del campus universitario.
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Pero no fueron los únicos. Otras tres personas resultaron heridas, de manera accidental, en inmediaciones del centro educativo. “Tenemos como reporte oficial dos contratistas de la universidad, que fueron agredidos por encapuchados, así como un vigilante, que fue alcanzado por una piedra. Rechazamos cualquier acto de violencia contra cualquier persona y pedimos que los responsables de estos hechos sean llevados ante la justicia”, indicó José Ismael Peña, vicerrector de la sede Bogotá de la U. Nacional.
Estas protestas, que se extendieron por buena parte de la tarde de este jueves, generaron la reacción de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, quien solicitó a la comandante de la Policía de Bogotá y a las directivas de la U. Nacional coordinar la entrada de las fuerzas públicas, para dar con la captura.
“Le solicito expresa y públicamente al Director de la Policía Nacional que, de común acuerdo con la rectoría de la Universidad, ingrese y detenga a estos criminales, que ya atentaron contra la vida de un policía y si los dejan seguir actuando impunemente, pueden atentar contra más ciudadanos o policías”, manifestó López. Esta solicitud y los recientes hechos de violencia reviven un debate de vieja data, que apunta a hasta dónde llega la autonomía universitaria y sus retos para la seguridad de la ciudad.
Universidades libres fuerza pública
Uno de los elementos principales que dejaron los desmanes este jueves han sido los señalamientos sobre cómo la “autonomía universitaria” se vuelve un cobijo para los que han sido tildados como”delincuentes”, debido a que la fuerza pública no puede entrar, sin autorización explícita, a los campus universitarios.
Pero, ¿qué es la autonomía universitaria? Esta tiene su origen en la reforma de Córdoba, como resultado de movimientos universitarios en Argentina, que busca garantizar la independencia política, presupuestal y administrativa de las instituciones universitarias por parte del Estado. Así las cosas, este principio surgió en un contexto de alta conflictividad entre los estudiantes y los agentes de las fuerzas del orden.
De esta manera, el ingreso de las autoridades no es sencillo. Según Leopoldo Múnera, docente de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la U. Nacional, “esta debe hacerse con una orden judicial, que cumpla las formalidades legales y los requisitos de la ley”. En ese sentido, en las últimas décadas se ha registrado el ingreso de la fuerza pública a la Universidad Nacional (2012) y la Universidad Pedagógica (2019).
De esta manera, dependiendo de la situación, la universidad podrá autorizar o controvertir la intervención de las autoridades con estos requisitos y garantías de la ley. Aun así, los rectores de las universidades parecen reacios a aplicar estas medidas. “Las universidades son espacios de paz y de conocimiento. Sería ilógico responder a la violencia con más violencia. Además, no se puede permitir que nuestras instalaciones se conviertan en lugares de conflicto para los estudiantes, docentes y miembros de la comunidad”, precisó el vicerrector Peña.
En ese sentido, considera que las autoridades no tienen necesidad de ingresar a la universidad. Así, el vicerrector indicó que la Policía puede realizar cercamientos alrededor de las universidades para detener, a sus salidas, a los posibles delincuentes o infractores.
¿Encapuchados o estudiantes?
La identidad y las motivaciones de las personas que participan en las marchas también representan otro desafió sobre cómo atenderlas. Según el rector de la Universidad Distrital José Francisco Caldas, Giovanny Tarazona, a pesar de que ocurren en las sedes, no siempre es clara su vinculación a la universidad.
“Esta tarde nosotros tuvimos presencia de encapuchados en nuestras sedes, cuyo ingreso es difícil de controlar. Además, lamentablemente, también tenemos estudiantes jóvenes y en condiciones de vulnerabilidad, que pueden ser influenciados por terceros a participar en estos actos. Y es lamentable, porque frecuentemente son ellos los que terminan heridos”, indicó el rector de la U. Distrital.
Este también es el caso de la Universidad Nacional, en lo que se trata de un campus universitario abierto al público. “La universidad es un lugar para la comunidad. En ese sentido, muchas personas ingresan para acceder a las bibliotecas y queda el registro de sus entradas. Sin embargo, estos bárbaros se saltan estos controles e ingresan a la universidad sin que quede registro”, indico José Ismael.
En ese sentido, para la experta en seguridad ciudadana, María Stella Baracaldo, estos hechos dejan en evidencia las falencias por parte de los equipos de seguridad de las universidades, para prever y atender estos casos. Esto, para evitar la presencia en los campus de agentes de la Fuerza Pública. “Debe haber un sistema de inteligencia dentro de las universidades muy fuerte y de las autoridades en el ámbito externo que permitan prever los actos que se van a dar”, indicó.
Por su parte, estos hechos también han tenido su impacto en los estudiantes y miembros de la comunidad académica, que ha expresado su cansancio por la recurrencia e impacto de estos hechos en el proceso de educativo. Así, docentes de la U. Nacional indican que este semestre, entre enero y junio de 2023, aproximadamente el 40 % de los jueves se ha dejado de dictar clase en algunas facultades, por las constantes protestas y manifestaciones al interior del campus.
“Semanalmente, se presenta un tropel en la Universidad Nacional y hay personas que continúan defendiendo formas arcaicas de protesta, que cada vez más carecen de legitimidad. Los campus son espacios para el debate, no de violencia. El tropel no representa el espíritu de la comunidad universitaria”, contó Ronal Vargas, líder estudiandil de la U. Nacional.
Autonomía y sus retos para la ciudad
Por el momento, las autoridades anunciaron una recompensa de $20 millones por los responsables del atentado contra los policías, que permanecen en estado crítico. En ese sentido, en la entrada de la U. Nacional peritos de la Fiscalía adelantan pesquisas para esclarecer estos hechos. Así las cosas, vale preguntarse qué hacer para evitar estos hechos. Frente a esto, la red de rectores de universidades públicas del país indicaron que se adelantan procesos de diálogo con los estudiantes para prevenir acontecimientos de este tipo
“Además, también le pedimos al Gobierno Nacional que se avance en el proceso de paz total para evitar que grupos al margen de la ley capten a nuestros estudiantes y afecten el proceso académico”, indicó el rector Tarazona. Todo esto porque se especula que en las protestas de la universidad hubo presencia de reductos del ELN y grupos guerrilleros residuales, como el Movimiento Revolucionario Popular, disidencias de las Farc, entre otras. Aun así, el director de la Policía Nacional, William Salamanca, descartó, por el momento, la intervención de la U. Nacional y pidió calma a la alcaldesa de Bogotá.
“Hay que ser serenos en este tipo de procedimientos y más en casos violentos. No obstante, se dispuso que la general de Bogotá hablará con los directivos sobre el caso”, precisó el director de la Policía Nacional. Está por verse las acciones de las autoridades para esclarecer estos hechos y de la ciudad para evitar que los campus universitarios sean sitios de violencia y no de la construcción del aprendizaje.
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