Defensores de DD.HH: los que no pueden faltar en las protestas del 20 de julio
Las movilizaciones del próximo martes en Bogotá han generado una gran expectativa, por lo que las autoridades y el Distrito ya se preparan para la jornada. Por su parte, las comisiones de derechos humanos no se quedan atrás y saben que su participación será vital no solo para el diálogo, sino para evitar tragedias.
Nicolás Díaz Roldán
Han pasado dos meses y medio desde que inició el Paro Nacional llevando consigo a miles de personas a protestar a las calles. Entre arengas, pancartas y plantones han corrido los días desde aquel 28 de abril y, aunque el ritmo de las protestas ha bajado un poco, para el próximo 20 de julio se convocó a otra gran movilización, por lo que autoridades, el Distrito, y defensores de derechos humanos se preparan para la jornada.
Durante los últimos meses, en el contexto de protestas, la violencia no ha pasado desapercibida. La noche se convirtió en el escenario elegido para que los enfrentamientos y disturbios se roben la atención en las calles y para que una lluvia de denuncias -ya sea por vandalismo o por abuso de autoridad- se den a conocer al día siguiente.
En ese sentido, las movilizaciones programadas para el próximo 20 de julio han generado una alta expectativa pues se asoman con un fuerte reto para el Distrito. Mientras que integrantes de las Primeras Líneas de distintas partes del país anunciaron una “avanzada nacional” hacia Bogotá, la Policía también hizo advertencias.
EN CONTEXTO: Integrantes de Primeras Líneas del país anuncian “avanzada nacional” hacia Bogotá
De hecho, el Distrito informó que para el próximo martes se contará con más de seis mil policías y cerca de tres mil militares para capturar y judicializar a aquellos que cometan actos vandálicos, mientras que el general Eliécer Camacho, comandante de la Policía de Bogotá, dijo que durante estos días se estarán decomisando cascos, escudos, caucheras, botellas y combustibles, según él, porque habrían identificado que algunas Primeras Líneas se estarían entrenando para usar estos elementos en contra de uniformados.
LEA: Más de seis mil policías y casi tres mil militares se desplegarán el 20 de julio
Allí, en medio de advertencias y supuestos, toma mayor relevancia el papel de los y las defensoras de derechos humanos, quienes por medio de organizaciones civiles, acompañan las protestas y cumplen un papel fundamental para el registro y la denuncia de las vulneraciones que se puedan cometer en estas. Por tanto, así como las autoridades, también se preparan para la jornada del 20 de julio, porque saben que traerá varios retos.
El Espectador habló con cinco de las principales organizaciones de derechos humanos en el marco de la protesta, y sus integrantes coincidieron en que el martes será un día complejo, pues por su parte, ya hay una desconfianza hacia el Distrito, según dicen, por el manejo que se le ha dado a las movilizaciones de los últimos meses.
“Esperamos que sean movilizaciones mayoritariamente pacíficas, democráticas y masivas. Sin embargo, vemos con preocupación el clima de estigmatización generado por el Gobierno Nacional, Fiscalía General de la Nación, Gobernadores Municipales y particularmente por la Policía”, dijo Óscar Ramírez integrante de la Campaña Defender la Libertad.
No obstante, a pesar de esta prevención que tienen, el papel que han jugado como comisiones de derechos humanos ha sido fundamental en el diálogo con el Distrito, con el fin de llegar a acuerdos para que durante las manifestaciones que se den hayan garantías para la protesta y para quienes participan en ella. Muestra de esto, fue su participación en la Mesa Nacional de Garantías que se llevó a inicios de semana y la Mesa de Diálogo que se realizará el próximo lunes que, en en el marco del decreto 563 de 2015, busca llegar a acuerdos entre la institucionalidad, los promotores de las protestas y los defensores para que la jornada transcurra de la mejor forma.
“El papel de nosotros el 20, como en otros escenarios de movilización, sin duda alguna es hacer parte de estas comisiones de verificación para exigir garantías en el marco del ejercicio a la protesta, que nos permite articular con la Administración y Policía para que los manifestantes puedan marchar de manera tranquila y se cumplan los manuales de procedimiento de la Policía, los manuales de intervención y que no haya uso excesivo de la fuerza”, explicó Isabel Fajardo, defensora de la ONG Lazos de Dignidad.
Sin embargo, todos son conscientes de que las movilizaciones del martes serán un reto amplio, pues la llegada de los integrantes de las diferentes Primeras Líneas del país representa un nuevo actor en las manifestaciones, uno con el que inevitablemente tendrán que interlocutar.
LE PUEDE INTERESAR: Estas son las restricciones que decretó Cundinamarca por protestas del 20 de julio
“Frente a la llegada de las Primeras Líneas estamos en una situación de medianamente intentar organizar qué hacer, porque no hemos tenido un escenario con tantas personas de esta manera, así que no sabemos qué pueda ocurrir”, indicó Óscar Moreno, defensor del Colectivo José Martí, el cual hace presencia en Bogotá y Soacha.
No obstante, tanto para él como para Andrés Aldana, integrante de la Red Popular de Derechos Humanos, este reto implica que como comisiones de derechos humanos haya un trabajo conjunto y organizado. “Para el 20 de julio las diferentes organizaciones vamos a estar volcadas de forma articulada y coordinada a defender y generar garantías a la movilización social en Bogotá y a nivel nacional, sobre todo en los barrios populares”, indicó Aldana.
En ese sentido, si bien originalmente “quienes deben velar por la garantía de los DD.HH en la protesta social son las mismas instituciones del Gobierno”, como indicó Lina Morales, integrante del Esquema Feminista de derechos humanos, los y las defensoras saben que de su trabajo en equipo depende el acompañamiento y control que se haga frente a una movilización tan grande como la que se espera el próximo martes.
Así las cosas, tal como en otras ocasiones, los defensores saldrán a las calles equipados de valentía, el chaleco con las siglas DD.HH que los caracteriza y algunos con elementos de protección que por seguridad usan. Todos son conscientes del ambiente de confrontación que se ha dado en los últimos días y del riesgo que corren al estar en medio de disturbios o enfrentamientos. No obstante, estarán en la protesta con su mayor capacidad de defensores y dispuestos a intervenir cuando se requiera.
Han pasado dos meses y medio desde que inició el Paro Nacional llevando consigo a miles de personas a protestar a las calles. Entre arengas, pancartas y plantones han corrido los días desde aquel 28 de abril y, aunque el ritmo de las protestas ha bajado un poco, para el próximo 20 de julio se convocó a otra gran movilización, por lo que autoridades, el Distrito, y defensores de derechos humanos se preparan para la jornada.
Durante los últimos meses, en el contexto de protestas, la violencia no ha pasado desapercibida. La noche se convirtió en el escenario elegido para que los enfrentamientos y disturbios se roben la atención en las calles y para que una lluvia de denuncias -ya sea por vandalismo o por abuso de autoridad- se den a conocer al día siguiente.
En ese sentido, las movilizaciones programadas para el próximo 20 de julio han generado una alta expectativa pues se asoman con un fuerte reto para el Distrito. Mientras que integrantes de las Primeras Líneas de distintas partes del país anunciaron una “avanzada nacional” hacia Bogotá, la Policía también hizo advertencias.
EN CONTEXTO: Integrantes de Primeras Líneas del país anuncian “avanzada nacional” hacia Bogotá
De hecho, el Distrito informó que para el próximo martes se contará con más de seis mil policías y cerca de tres mil militares para capturar y judicializar a aquellos que cometan actos vandálicos, mientras que el general Eliécer Camacho, comandante de la Policía de Bogotá, dijo que durante estos días se estarán decomisando cascos, escudos, caucheras, botellas y combustibles, según él, porque habrían identificado que algunas Primeras Líneas se estarían entrenando para usar estos elementos en contra de uniformados.
LEA: Más de seis mil policías y casi tres mil militares se desplegarán el 20 de julio
Allí, en medio de advertencias y supuestos, toma mayor relevancia el papel de los y las defensoras de derechos humanos, quienes por medio de organizaciones civiles, acompañan las protestas y cumplen un papel fundamental para el registro y la denuncia de las vulneraciones que se puedan cometer en estas. Por tanto, así como las autoridades, también se preparan para la jornada del 20 de julio, porque saben que traerá varios retos.
El Espectador habló con cinco de las principales organizaciones de derechos humanos en el marco de la protesta, y sus integrantes coincidieron en que el martes será un día complejo, pues por su parte, ya hay una desconfianza hacia el Distrito, según dicen, por el manejo que se le ha dado a las movilizaciones de los últimos meses.
“Esperamos que sean movilizaciones mayoritariamente pacíficas, democráticas y masivas. Sin embargo, vemos con preocupación el clima de estigmatización generado por el Gobierno Nacional, Fiscalía General de la Nación, Gobernadores Municipales y particularmente por la Policía”, dijo Óscar Ramírez integrante de la Campaña Defender la Libertad.
No obstante, a pesar de esta prevención que tienen, el papel que han jugado como comisiones de derechos humanos ha sido fundamental en el diálogo con el Distrito, con el fin de llegar a acuerdos para que durante las manifestaciones que se den hayan garantías para la protesta y para quienes participan en ella. Muestra de esto, fue su participación en la Mesa Nacional de Garantías que se llevó a inicios de semana y la Mesa de Diálogo que se realizará el próximo lunes que, en en el marco del decreto 563 de 2015, busca llegar a acuerdos entre la institucionalidad, los promotores de las protestas y los defensores para que la jornada transcurra de la mejor forma.
“El papel de nosotros el 20, como en otros escenarios de movilización, sin duda alguna es hacer parte de estas comisiones de verificación para exigir garantías en el marco del ejercicio a la protesta, que nos permite articular con la Administración y Policía para que los manifestantes puedan marchar de manera tranquila y se cumplan los manuales de procedimiento de la Policía, los manuales de intervención y que no haya uso excesivo de la fuerza”, explicó Isabel Fajardo, defensora de la ONG Lazos de Dignidad.
Sin embargo, todos son conscientes de que las movilizaciones del martes serán un reto amplio, pues la llegada de los integrantes de las diferentes Primeras Líneas del país representa un nuevo actor en las manifestaciones, uno con el que inevitablemente tendrán que interlocutar.
LE PUEDE INTERESAR: Estas son las restricciones que decretó Cundinamarca por protestas del 20 de julio
“Frente a la llegada de las Primeras Líneas estamos en una situación de medianamente intentar organizar qué hacer, porque no hemos tenido un escenario con tantas personas de esta manera, así que no sabemos qué pueda ocurrir”, indicó Óscar Moreno, defensor del Colectivo José Martí, el cual hace presencia en Bogotá y Soacha.
No obstante, tanto para él como para Andrés Aldana, integrante de la Red Popular de Derechos Humanos, este reto implica que como comisiones de derechos humanos haya un trabajo conjunto y organizado. “Para el 20 de julio las diferentes organizaciones vamos a estar volcadas de forma articulada y coordinada a defender y generar garantías a la movilización social en Bogotá y a nivel nacional, sobre todo en los barrios populares”, indicó Aldana.
En ese sentido, si bien originalmente “quienes deben velar por la garantía de los DD.HH en la protesta social son las mismas instituciones del Gobierno”, como indicó Lina Morales, integrante del Esquema Feminista de derechos humanos, los y las defensoras saben que de su trabajo en equipo depende el acompañamiento y control que se haga frente a una movilización tan grande como la que se espera el próximo martes.
Así las cosas, tal como en otras ocasiones, los defensores saldrán a las calles equipados de valentía, el chaleco con las siglas DD.HH que los caracteriza y algunos con elementos de protección que por seguridad usan. Todos son conscientes del ambiente de confrontación que se ha dado en los últimos días y del riesgo que corren al estar en medio de disturbios o enfrentamientos. No obstante, estarán en la protesta con su mayor capacidad de defensores y dispuestos a intervenir cuando se requiera.