Demolición de los predios del Bronx arrancó este miércoles
Los 47 edificios de la zona, avaluados en $8.460 millones, representan un riesgo para la comunidad considerando que tienen un riesgo inminente de colapso.
Redacción Bogotá
Pasados dos meses tras la intervención que efectuaron las autoridades en el sector del Bronx, en pleno centro de Bogotá –asediado por el microtráfico, la criminalidad, la compra y venta de objetos robados, así como indicios de torturas y desapariciones– este miércoles la Alcaldía de Bogotá inició las primeras demoliciones de las edificaciones que se levantan en el sector.
Tal como lo determinó el Instituto Distrital de Gestión de Riesgo y Cambio Climático (Idiger) en junio pasado –tras evaluar 35 predios de la vía principal del sector, conocida como la L– las estructuras de la mayoría de edificios de tres plantas o más se encuentran deteriorados por las intervenciones inadecuadas que han sufrido, para crear laberintos del crimen que comunicaban con construcciones aledañas. (Lea: La mayoría de los edificios del Bronx deberán ser demolidos, según Idiger)
Según la Administración, en la zona hay muros, columnas y pisos agrietados, debilitados por la apertura de huecos, y cielos rasos y cubiertas en mal estado. Los 47 edificios de la zona, avaluados en $8.460 millones, representan un riesgo para la comunidad, según el Idiger, ya que las estructuras tienen un riesgo inminente de colapso. Nueve de ellos son propiedad del Distrito, el resto de privados.
Los edificios donde funcionaban las supuestas cárceles de los ‘sayayines’ y las ‘casas de pique’ serán las primeras en demolerse. Este sería el primer paso del proyecto de renovación urbana que contempla el Distrito para esta zona, para la que se tienen previstos recursos por el orden de los $35.000 millones. (Lea: Hay $80.000 millones para recuperar el Bronx y el San Bernardo)
La Empresa de Renovación Urbana (ERU), entidad encargada de mejorar la infraestructura de la zona, anunció que el Distrito comprará en lo que resta del año los 40 predios (en total son 46) que pertenecen a privados. Eduardo Aguirre, director de la entidad, sostuvo que 43 predios pueden ser intervenidos en este momento. Después de adquiridos, se desarrollará un proyecto urbano de dos fases.
La primera será una manzana y en la segunda el Distrito trabajará de la mano de los privados para renovar el Voto Nacional. La idea, según el funcionario, es revitalizarlo con comercio y vivienda y, eventualmente, con una estación del metro. (Lea: Distrito busca poner en marcha planes urbanísticos para recuperar el Bronx)
En el barrio San Bernardo, donde residen unas 15.000 personas en 100 viviendas, el enfoque del Distrito es residencial. El proceso de renovación, que consta de dos fases, se realizará en las seis manzanas que rodean el parque Tercer Milenio y contempla unir el sector con el barrio San Juan de Dios.
Además de vivienda, la intención es construir un colegio y un hospital. Aun así, agrega Aguirre, el Distrito trabajará con urbanistas para construir un plan maestro en el centro de la ciudad.
De acuerdo con el alcalde Enrique Peñalosa, tras la intervención –que les permitió a las autoridades hacerse al control del Bronx, pese a que los dueños del negocio ilegal no desaparecieron, sino que sólo migraron– se prevé demoler los edificios para darles paso a proyectos del calibre de la primera línea del metro.
"Lo que tenemos planeado es demoler este sector y hacer algunos espacios públicos y comercios, ya que este es un sector comercial (…) El metro que estamos haciendo con el Gobierno y Planeación Nacional pasa a dos cuadras del Bronx y, por esa razón, ese sector forma parte de los planes de renovación urbana del sistema”, manifestó el mandatario, quien además tiene pensado trasladar la Alcaldía Local de Los Mártires a este sector.
El Bronx y toda su actividad creció en una zona cercana al Voto Nacional, en la localidad de Los Mártires, entre las carreras 15 y 15 bis y las calles 9 y 10, a siete cuadras de la Plaza de Bolívar. Allí hay 41 predios que, según la Oficina de Catastro, están avaluados en casi $9.000 millones. De ellos, 24 se concentran en el sector de la L, donde permanecían los habitantes de calle y operaban los principales expendios de estupefacientes.
Al consultar la información de los propietarios se encuentra que cuatro inmuebles pertenecen a entidades oficiales, como la Secretaría de Integración Social (3) y el Fondo para la Lucha contra el Crimen Organizado (1); uno está a nombre de la Lonja de Propiedad Raíz de Bogotá (en plena L) y 24 son de personas naturales. De 12 no hay registro. Según la Fiscalía, de todos los predios del Bronx, 15 están en proceso de extinción de dominio. (Lea: Arquitectura criminal del Bronx: Torturaban hasta en edificios del Distrito)
Entre las personas naturales con varias propiedades y que tienen la mayor extensión en la zona resaltan Jorge Eliécer Herrera Silva (con 2 predios en la carrera 15 bis con calle 9), dueño de la empresa Tractobendix, dedicada al comercio de autopartes; Rosalba Martínez (con propiedades sobre la carrera 15 bis con calle 9A), de la cual no se tienen mayores datos, y Álvaro Duarte Romero (con 2 predios en la carrera 15 bis con calle 9), propietario de una empresa de reciclaje de la zona.
A pesar de que las autoridades tienen versiones de que los capos del Bronx se dedicaron a comprar predios, al revisar los datos de los propietarios, en principio, ningún nombre está vinculado a alguna organización que operara en el sector. Excepto los cuatro inmuebles que están en manos de entidades oficiales luego de ser objeto de extinción de dominio, ningún propietario tiene antecedentes ni líos con la justicia.
Lo que sí es cierto es que, sin importar el propietario, muchos inmuebles estaban invadidos y los controlaban las organizaciones delincuenciales. Tan compleja era la situación que, por ejemplo, en el predio que aparece a nombre del Fondo para la Lucha contra el Crimen Organizado (carrera 15 bis N° 9ª-12) fue donde hace un año secuestraron y torturaron a dos agentes del CTI.
En los predios de los cuales este diario no logró obtener registro del propietario también se cometieron delitos. Algunos que funcionaban como hoteles, como el conocido “Rejas Negras”, servían para la explotación sexual infantil. En otros donde funcionaban bares, como el bar Millonarios, existían caletas con droga y túneles para permitir el escape de los jefes de las bandas.
Pasados dos meses tras la intervención que efectuaron las autoridades en el sector del Bronx, en pleno centro de Bogotá –asediado por el microtráfico, la criminalidad, la compra y venta de objetos robados, así como indicios de torturas y desapariciones– este miércoles la Alcaldía de Bogotá inició las primeras demoliciones de las edificaciones que se levantan en el sector.
Tal como lo determinó el Instituto Distrital de Gestión de Riesgo y Cambio Climático (Idiger) en junio pasado –tras evaluar 35 predios de la vía principal del sector, conocida como la L– las estructuras de la mayoría de edificios de tres plantas o más se encuentran deteriorados por las intervenciones inadecuadas que han sufrido, para crear laberintos del crimen que comunicaban con construcciones aledañas. (Lea: La mayoría de los edificios del Bronx deberán ser demolidos, según Idiger)
Según la Administración, en la zona hay muros, columnas y pisos agrietados, debilitados por la apertura de huecos, y cielos rasos y cubiertas en mal estado. Los 47 edificios de la zona, avaluados en $8.460 millones, representan un riesgo para la comunidad, según el Idiger, ya que las estructuras tienen un riesgo inminente de colapso. Nueve de ellos son propiedad del Distrito, el resto de privados.
Los edificios donde funcionaban las supuestas cárceles de los ‘sayayines’ y las ‘casas de pique’ serán las primeras en demolerse. Este sería el primer paso del proyecto de renovación urbana que contempla el Distrito para esta zona, para la que se tienen previstos recursos por el orden de los $35.000 millones. (Lea: Hay $80.000 millones para recuperar el Bronx y el San Bernardo)
La Empresa de Renovación Urbana (ERU), entidad encargada de mejorar la infraestructura de la zona, anunció que el Distrito comprará en lo que resta del año los 40 predios (en total son 46) que pertenecen a privados. Eduardo Aguirre, director de la entidad, sostuvo que 43 predios pueden ser intervenidos en este momento. Después de adquiridos, se desarrollará un proyecto urbano de dos fases.
La primera será una manzana y en la segunda el Distrito trabajará de la mano de los privados para renovar el Voto Nacional. La idea, según el funcionario, es revitalizarlo con comercio y vivienda y, eventualmente, con una estación del metro. (Lea: Distrito busca poner en marcha planes urbanísticos para recuperar el Bronx)
En el barrio San Bernardo, donde residen unas 15.000 personas en 100 viviendas, el enfoque del Distrito es residencial. El proceso de renovación, que consta de dos fases, se realizará en las seis manzanas que rodean el parque Tercer Milenio y contempla unir el sector con el barrio San Juan de Dios.
Además de vivienda, la intención es construir un colegio y un hospital. Aun así, agrega Aguirre, el Distrito trabajará con urbanistas para construir un plan maestro en el centro de la ciudad.
De acuerdo con el alcalde Enrique Peñalosa, tras la intervención –que les permitió a las autoridades hacerse al control del Bronx, pese a que los dueños del negocio ilegal no desaparecieron, sino que sólo migraron– se prevé demoler los edificios para darles paso a proyectos del calibre de la primera línea del metro.
"Lo que tenemos planeado es demoler este sector y hacer algunos espacios públicos y comercios, ya que este es un sector comercial (…) El metro que estamos haciendo con el Gobierno y Planeación Nacional pasa a dos cuadras del Bronx y, por esa razón, ese sector forma parte de los planes de renovación urbana del sistema”, manifestó el mandatario, quien además tiene pensado trasladar la Alcaldía Local de Los Mártires a este sector.
El Bronx y toda su actividad creció en una zona cercana al Voto Nacional, en la localidad de Los Mártires, entre las carreras 15 y 15 bis y las calles 9 y 10, a siete cuadras de la Plaza de Bolívar. Allí hay 41 predios que, según la Oficina de Catastro, están avaluados en casi $9.000 millones. De ellos, 24 se concentran en el sector de la L, donde permanecían los habitantes de calle y operaban los principales expendios de estupefacientes.
Al consultar la información de los propietarios se encuentra que cuatro inmuebles pertenecen a entidades oficiales, como la Secretaría de Integración Social (3) y el Fondo para la Lucha contra el Crimen Organizado (1); uno está a nombre de la Lonja de Propiedad Raíz de Bogotá (en plena L) y 24 son de personas naturales. De 12 no hay registro. Según la Fiscalía, de todos los predios del Bronx, 15 están en proceso de extinción de dominio. (Lea: Arquitectura criminal del Bronx: Torturaban hasta en edificios del Distrito)
Entre las personas naturales con varias propiedades y que tienen la mayor extensión en la zona resaltan Jorge Eliécer Herrera Silva (con 2 predios en la carrera 15 bis con calle 9), dueño de la empresa Tractobendix, dedicada al comercio de autopartes; Rosalba Martínez (con propiedades sobre la carrera 15 bis con calle 9A), de la cual no se tienen mayores datos, y Álvaro Duarte Romero (con 2 predios en la carrera 15 bis con calle 9), propietario de una empresa de reciclaje de la zona.
A pesar de que las autoridades tienen versiones de que los capos del Bronx se dedicaron a comprar predios, al revisar los datos de los propietarios, en principio, ningún nombre está vinculado a alguna organización que operara en el sector. Excepto los cuatro inmuebles que están en manos de entidades oficiales luego de ser objeto de extinción de dominio, ningún propietario tiene antecedentes ni líos con la justicia.
Lo que sí es cierto es que, sin importar el propietario, muchos inmuebles estaban invadidos y los controlaban las organizaciones delincuenciales. Tan compleja era la situación que, por ejemplo, en el predio que aparece a nombre del Fondo para la Lucha contra el Crimen Organizado (carrera 15 bis N° 9ª-12) fue donde hace un año secuestraron y torturaron a dos agentes del CTI.
En los predios de los cuales este diario no logró obtener registro del propietario también se cometieron delitos. Algunos que funcionaban como hoteles, como el conocido “Rejas Negras”, servían para la explotación sexual infantil. En otros donde funcionaban bares, como el bar Millonarios, existían caletas con droga y túneles para permitir el escape de los jefes de las bandas.