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“Esto pasó la mañana del primero de noviembre, en un colegio distrital, ubicado en la parte alta de la localidad de Ciudad Bolívar. Ella entró con otra niña al baño y luego entraron dos niños y empezaron a decirle a mi nieta palabras subidas de tono. Se le acercaron y empezaron a tocarle la cara. Nosotros le hemos enseñado a la niña que no se deje tocar de nadie y por eso fue que ella empezó a gritar y a pedir ayuda”, le contó a El Espectador, Yamile Gordillo, abuela de la menor agredida.
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Cuando los presuntos agresores estaban en el baño, otra niña iba que iba entrando, también fue abordada por los dos estudiantes. “Mi nieta le alcanzó a decirle que tuviera cuidado, pero uno de los niños la entraron a la fuerza y le empezaron a hacer lo mismo. Como las niñas no se dejaron y empezaron a gritar, ellos se asustaron y se fueron”, aseguró la familiar de la menor agredida.
Antes de irse, los menores señalados les advirtieron que “si no se pudo hoy, en otra ocasión será”. Ante las agresiones y la amenaza recibida, de acuerdo con el relato de la familiar, las menores acudieron a una profesora para contarle lo que les pasó. “La profesora no habló con nadie, no llamó a los acudientes y ni siquiera pasó la alerta en la coordinación del colegio. Nos enteramos cuando la niña llegó a la casa y nos contó lo que le pasó”.
La jornada de la mañana en el colegio es compartida por estudiantes de primaria y bachillerato y, de acuerdo con la familia de la menor, los presuntos agresores serían estudiantes de la jornada de bachillerato.
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Familia denuncia vacíos en el protocolo
Ante los hechos, la familia de la menor acudió al colegio en busca de respuestas. “Al papá le dijeron que allá no habían hecho nada, porque supuestamente vieron a las niñas bien y que habían activado un protocolo, cosa que no creemos, porque nadie se comunicó con nosotros para informarnos de la situación”, aseguró la abuela de la menor. “Como nadie nos llamó, es posible que la familia de la otra niña involucrada, ni siquiera esté enterada de la situación”, agregó.
Cuando la familia estaba en el colegio pidiendo explicaciones. A la menor la atendieron en una ambulancia que llegó a la institución y posteriormente fue trasladada a un centro asistencial. A raíz del daño emocional que el ataque produjo, tuvo que ser hospitalizada. “A la ambulancia, que estaba en el colegio, ni siquiera la llamaron por su caso. Esa ambulancia estaba ahí a raíz de un problema en la instalación de gas. Pero cuando llegamos, las directivas nos dijeron que la ambulancia estaba ahí por la niña, cosa que no es cierta”.
¿Qué dicen las autoridades?
Frente a la denuncia, la Secretaría de Educación emitió un comunicado de prensa en el cual aseguran que: “Desde los equipos territoriales de la Oficina para la Convivencia Escolar de la Secretaría de Educación del Distrito se estableció contacto con la comunidad educativa para acompañar en el proceso de verificación de la ruta de atención y brindar un oportuno acompañamiento a los distintos miembros de la comunidad educativa”.
Por su parte, el ICBF ya se encuentra brindándole la atención psicosocial y el acompañamiento correspondiente tanto a la menor como a su familia, quienes anunciaron que tomarán todas las medidas legales para asegurarse que el caso no quede impune y que el colegio asuma la responsabilidad correspondiente, en caso de que así lo consideren las autoridades.
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