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Una nueva polémica se presentó este fin de semana tras conocerse la muerte de un joven identificado como Ricardo José Rojas, durante una fiesta de Techno (subgénero de la música electrónica) la cual se desarrolló a las afueras de la capital, en límites con el departamento de Cundinamarca.
De acuerdo con las versiones del hecho, la fiesta, que fue promovida bajo el nombre RedRoom2, convocó a varios afamados artistas, por lo que el evento tuvo una alta afluencia de público, lo que habría generado una serie de fallas logísticas, entre ellas la falta de asistencia médica o personal que prestara los primeros auxilios.
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Rojas, de 26 años, y de nacionalidad venezolana, llegó al evento la noche del sábado 2 de julio, acompañado por dos amigos. Según uno de los acompañantes de la víctima, pasada la 1:00 a.m. (del domingo 3 de julio), Ricardo estaba visiblemente afectado, y “decía incoherencias”, por lo que decidieron buscar al personal de seguridad para pedir ayuda.
“Ellos en nuestra cara nos confirmaron que los organizadores del evento no habían contratado ningún servicio médico o asistencia médica de primeros auxilios”, indicó en entrevista Ivanovva Helena Acosta, amiga del joven fallecido, a Blu Radio. Incluso, habrían pasado cerca de tres horas y media para que una ambulancia arribara al lugar, agregó la mujer.
De acuerdo con la ONG Échele cabeza cuando se dé en la cabeza, quienes trabajan por el control de daño en los consumidores de sustancias psicoactivas, posterior a la fiesta recibieron por lo menos 100 mensajes en los que los asistentes a dicha fiesta coincidían en las fallas de logística. Los mensajes insistían en que hacía falta agua, no había ventilación ni asistencia médica.
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Si bien el reporte oficial de las autoridades señala que Ricardo Rojas sería consumidor de estupefacientes, para la organización Échele cabeza, las intoxicaciones y sobre dosis son situaciones que se pueden atender. “Si este joven a la una y media, dos de la mañana, cuando se identificó su situación de crisis de intoxicación y el personal médico lo reporta, lo saca del evento y lo lleva a un hospital, seguramente estaría vivo en este momento, pero eso nunca ocurrió. Aquí lo que agrava la situación es que no tenían las condiciones mínimas de seguridad, de bienestar y de salud en el evento”, dijo Julián Quintero, investigador de la ONG.
Frente a estos señalamientos, una cuenta identificada como @tech_nobogota (en Instagram), emitió un comunicado, en donde niegan las versiones que se han conocido por redes sociales, y, por el contrario, afirman haber tenido todo lo necesario para llevar a cabo un evento óptimo.
“Si se encontraba personal médico en el lugar. Se contaba con suficiente personal logístico. Había un mínimo vital de agua, más agua de la suficiente para tomar, al igual que agua en todas las zonas comunes, es falso que no había agua o que se cerraron registros”, señalaron los organizadores.
Frente a esta situación, la Secretaría de Salud de Bogotá señaló que iniciará una investigación rigurosa sobre el caso y que “cualquier información adicional puede ser enviada a través de mensaje directo, estaremos atentos”.
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