Los traspiés en el proceso de elegir a los nuevos alcaldes locales

Avanza el proceso para elegir a los nuevos alcaldes de las localidades en Bogotá. De momento, según la Secretaría de Gobierno, ya están listas 17 ternas de candidatos (una por localidad), con los aspirantes que superaron el examen y el escrutinio de las juntas administradoras locales (JAL). Ahora la tarea queda en manos de la cartera de Gobierno, la Secretaría General y la Dirección Jurídica, que deben verificar que todos cumplan los requisitos y, una vez se supere este filtro, los candidatos y candidatas tendrán entrevista con el alcalde Carlos Fernando Galán, quien dará la última palabra.

Avanza el proceso para elegir a los nuevos alcaldes de las localidades en Bogotá. De momento, según la Secretaría de Gobierno, ya están listas 17 ternas de candidatos (una por localidad), con los aspirantes que superaron el examen y el escrutinio de las juntas administradoras locales (JAL). Ahora la tarea queda en manos de la cartera de Gobierno, la Secretaría General y la Dirección Jurídica, que deben verificar que todos cumplan los requisitos y, una vez se supere este filtro, los candidatos y candidatas tendrán entrevista con el alcalde Carlos Fernando Galán, quien dará la última palabra.

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Si bien el proceso está en la última etapa, han sido varios los traspiés que salieron a relucir en el camino. Para empezar, la dificultad para garantizar la cuota de género: de 2.644 postulados, solo 976 representaban la cuota femenina. Esto sumado a los resultados de los exámenes de conocimiento, a cargo de la Universidad Nacional. Y no por falla de la institución, sino por la formación de los aspirantes: apenas 173 (seis de cada 100) pasaron la prueba y de ellos solo 26 mujeres (uno de cada 100).

Otro detalle no menor fue el déficit de clasificados en algunas localidades. En Usme, por ejemplo, ninguno de los que presentaron el examen obtuvo el puntaje mínimo para seguir en competencia. Paralelamente, en Sumapaz solo dos candidatos aprobaron, y en Antonio Nariño, solo tres. Mientras esto se resuelve, el Distrito se encargará de evaluar las 17 ternas que se pudieron conformar.

Para rematar, el fantasma de la corrupción vuelve a rondar este tipo de procesos. El Espectador conoció denuncias, radicadas ante la Secretaría de Gobierno, en las que se señalan presuntos actos alejados de la legalidad previos a la conformación de las ternas, como presiones partidistas, e incluso supuestos sobornos a cambio de votos, para garantizar un lugar en las ternas.

Las denuncias

El Espectador pudo conocer una denuncia en la que se informó de presuntos actos de corrupción en algunas JAL, mientras elegían a los candidatos que le presentarían al alcalde mayor. La anomalía, de la que ya tiene conocimiento la Secretaría de Gobierno a través de un radicado, señala maniobras desleales en las sesiones de entrevista y votación a los candidatos, y hasta la posible venta de votos de algunos ediles a cambio de dinero para garantizar una votación favorable.

En la minuta de la acusación formal, el denunciante asegura que dos candidatos a la alcaldía de Barrios Unidos fueron ternados, a pesar de tener en su hoja de vida factores que los inhabilitan. De hecho, en la audiencia pública en la que se conformó la terna, el denunciante afirma que los representantes de la Personería y la Veeduría notificaron de la existencia de contratos pasados que inhabilitarían automáticamente a los aspirantes. Pese a ello, los ediles los nominaron.

Lo mismo, asevera el denunciante, ocurrió en localidades como Puente Aranda y Kennedy. En esta última es en donde transcurre la denuncia más delicada. De acuerdo con una, a la que tuvo acceso este diario, algunos ediles de Kennedy habrían sostenido reuniones secretas con varios de los candidatos a la alcaldía local. Durante estos encuentros habrían acordado vender su voto para conformar la terna hasta por $70 millones. Estos dineros provendrían de empresas privadas, con el fin de salir favorecidas en futuros contratos con el que sería el alcalde local.

El Espectador habló con Milton Peña, edil de la localidad que aparece entre los señalados por el denunciante. El edil no solo niega las acusaciones, sino que además sostiene que las acusaciones son producto de candidatos a la alcaldía que no fueron designados en la terna. “Mis compañeros y yo estamos adelantando las medidas legales correspondientes para aclarar lo ocurrido”, mencionó el edil.

La posible novedad, dijo Nieto, es la causal de inhabilidad en una de las ternadas. Karla Marín, la única mujer que aprobó el examen y que llegó a la terna, estaría impedida para ocupar el cargo dado que, para cuando se inscribió, era funcionaria de la Secretaría de Gobierno. Esta información, sin embargo, deberá ser confirmada en la siguiente etapa del proceso de selección.

Ahora la batuta está en el alcalde Galán, quien tiene la posibilidad de rechazar las ternas que no lo convenzan. Los gobiernos locales son un componente esencial en la gobernanza de Bogotá. Tienen bajo su potestad la ejecución de presupuestos, como los fondos de desarrollo local, y fungen como un polo de cercanía entre la ciudadanía y el Distrito. De ahí que los nuevos alcaldes deberán estar libre de toda culpa.

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