Despega el cable aéreo de San Cristóbal, firma austriaca ganó el contrato de obra
La firma Doppelmayr, la misma que construyó el Transmicable de Ciudad Bolívar, se impuso en la licitación. Este será el impacto de una obra anhelada por esta comunidad, del suroriente de Bogotá.
Fernan Fortich
La tarde del lunes llegó con buenas noticias para la localidad de San Cristóbal. Tras una audiencia, que se realizó en la Plaza 20 de Julio, el Distrito adjudicó el contrato para la construcción del anhelado cable aéreo, que les prometieron hace casi 10 años, y que será el segundo sistema de este tipo en la capital. Sus torres y cabinas se elevarán en el sur oriente y beneficiará a la población de los barrios, en las laderas de la ciudad.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
La tarde del lunes llegó con buenas noticias para la localidad de San Cristóbal. Tras una audiencia, que se realizó en la Plaza 20 de Julio, el Distrito adjudicó el contrato para la construcción del anhelado cable aéreo, que les prometieron hace casi 10 años, y que será el segundo sistema de este tipo en la capital. Sus torres y cabinas se elevarán en el sur oriente y beneficiará a la población de los barrios, en las laderas de la ciudad.
Lea: Corredor Verde: Personería advierte líos y pide aplazar la licitación.
La licitación, en su segundo intento, la ganó la unión temporal Cable San Cristóbal, conformada por CyG Ingeniería y Construcciones (24,06%), Proyectos de Ingeniería S.A.- Proing S.A. (8.02%), Alca Ingeniería S.A.S. (8.02%) y la firma austriaca Doppelmayr (59,9%) que es el socio mayoritario y el de mayor experiencia en la construcción de este tipo de sistemas en el mundo. El proceso se lo ganó a la firma Poma, otro actor con experiencia, que ha participado en la construcción de seis líneas urbanas en el país, principalmente en el Valle de Aburrá.
Sobre los criterios de elegibilidad y de admisibilidad, el director del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), Diego Sánchez Fonseca, indicó que en la licitación se tuvo en cuenta la capacidad jurídica de la empresa, sus indicadores y experiencia: “Hay un criterio en la balanza y es saber qué capacidad residual de contratación tienen las empresas, que se establece con base a su capital del trabajo y se le va restando los contratos que tengan en ejecución”.
Ahora, la UT Cable San Cristóbal será la responsable de entregar en dos años un cable de 2,8 kilómetros, tres estaciones y 144 cabinas, que promete reducir los tiempos de viaje de una hora a 10 minutos, desde la estación Altamira hasta el Portal 20 de Julio. El sistema tendrá una capacidad inicial de 4.147 pasajeros por hora por sentido (phps), de los cuales, se espera que el 70 % sean los usuarios que hoy viajan en bus, y el 30% restante, usuarios ocasionales, que recorrerán la zona por turismo.
Lea también: Bicicletas compartidas en Bogotá, ¿la solución milagro a los trayectos de última milla?
“El cable aéreo es una idea diferente que puede traer beneficios. Me puedo demorar dos horas, dos horas y media movilizándome en el Transmilenio, hay trancones, la cantidad de gente es mucha, la inseguridad también y a veces te discriminan por llevar el coche de los niños y toca esperar todavía más a que haya espacio en el bus”, mencionó Jerlain, una de las habitantes de la localidad que se verá beneficiada.
De acuerdo con la última encuesta en la ciudad, en San Cristóbal el modo principal de movilidad es la caminata (44%); en segundo lugar está el transporte público, con Transmilenio y SITP Zonal (12%), y finalmente, el transporte informal, que prestan el servicio a donde los buses no llegan.
“Estamos emocionados de construir esta obra. Cada proyecto tiene un significado emocional para nosotros, por el impacto social y en la calidad de vida para las comunidades a donde llevamos nuestros sistemas de transporte, los cuales, más allá de una solución de movilidad, se convierten en polo de desarrollo”, dijo Alejandro Zambrano, gerente de Doppelmayr Colombia.
Un actor reconocido
No es la primera vez que estas dos gigantes de la construcción de sistema movilidad por cable, a diferentes niveles, se encuentran en las licitaciones en el país, que han aumentado significativamente desde el proyecto pionero implementado por el Metro de Medellín en 2004.
En el caso de Poma, el otro oferente, esta ha participado en la construcción de seis líneas urbanas en el país, principalmente en el Valle de Aburrá, y actualmente está desarrollando 8 proyectos en el país. Además de esto, también estuvo encargado, con una inversión de cerca $130 millones de pesos, en la construcción de Megacable, en Pereira.
Así, en el caso de Doppelmayr, aunque no ha tenido mucho éxito con la adjudicación de cables aéreos afuera de la capital del país, en 2015 fue ganador de la licitación para la construcción del cable aéreo de Ciudad Bolívar, que fue inaugurado dos años después.
En ese sentido, de acuerdo con la Cámara de Comercio de Bogotá, esta empresa ha suscrito cinco contratos con el Distrito, en particular frente a las obras de Transmicable en Ciudad Bolívar. Por su parte, cabe señalar, que no cuenta con multas o sanciones en el país.
“La evaluación del impacto del cable aéreo en Ciudad Bolívar es muy favorable. La intervención fue mucho más allá de la implantación del cable y tuvo una gestión social importante con las manzana de cuidado, parques y espacio público y hasta museo de la ciudad Autoconstruída”, aseguro Darío Hidalgo, experto en Movilidad Urbana.
Por su parte, esta empresa ha desarrollado cables aéreos en distintas zonas del mundo con topografías complejas como Brasil, China, Bolivia, Chile, entre otros. Su experiencia será útil, por la variabilidad topográfica donde se realizará la obra en la capital, con zonas que registran pendientes de entre 15% y 20% en el sector de Altamira, lo cual es un reto para la movilidad.
Puede interesarle: Dentro del Comando Nocturno, la apuesta para mejorar la seguridad en las noches de Bogotá.
Así será la revitalización urbana
Más allá del sistema de transporte, la obra llegará con la intervención de 17.000 metros cuadrados de espacio público, como parte de un proyecto, justificado como “un desarrollo orientado al transporte y a la revitalización de la zona, alrededor de las obras de infraestructura de movilidad”.
Los trabajos priorizados empezaron en enero y corresponden a la intervención de tres parques (La Joyita, Bello Horizonte y Guacamayas) y un segmento vial en la parte alta de la localidad (Barrio Panorama), que pasará de ser una vía, que se usa como parqueadero, a ser espacio de recreación y la recuperación ambiental”, aseguró la secretaría de Hábitat.
El Distrito asegura que ya ha invertido $4.000 millones en dos estudios, que se suman a los planes de tener siete corredores urbanos, dos ejes ambientales y cuatro comerciales, alrededores de las estaciones, donde la idea es promover proyectos para mejorar la calidad de vida. También se contará con “Nodos de Equipamientos”, que a partir de 2025 prestarán servicios como comedor, comisaria, jardín infantil, biblioteca, centro filarmónico, centro de ciencia y tecnología, espacio de oficinas administrativas, espacio recreativo y deportivo, comercio, parqueaderos, entre otros.
Finalmente, se desarrollará una Área Estratégica (herramienta que hace parte del POT 2022-2035), en el que se busca reactivar el comercio y el turismo, a través de la reorganización predial. Para sacar adelante todo esto, el proyecto requiere de 157 predios, de los cuales 128 son privados y 29 del Distrito. A la fecha, han ofertado sobre 108 predios, 20 ya tienen promesa de compraventa y 27 están disponibles, para un avance del 26,72%.
“Lo que hicimos fue incorporar alrededor de las estaciones toda una serie de equipamientos, que van a permitir generar revitalización, en donde no hay mucha infraestructura social, educativa, ni de salud, ni manzanas de cuidado, ni de seguridad. Por eso, con la secretaría de Hábitat se tienen tres zonas de intervención y la principal será la estación de Altamira, donde hay menos equipamientos sociales”, indicó el director del IDU, Diego Sánchez.
La expansión de los teleféricos de la ciudad
En Bogotá se avanza en los estudios de factibilidad de seis cables aéreos más, para mejorar la movilidad, en particular, en zonas topográficas complejas. De esta manera, se avanza en los estudios para obras en Ciudad Bolívar, Santa Fe, Los Mártires, Chapinero y Usaquén, todos en el borde oriental. “Tenemos previsto dejar lo más avanzado, incluso licitadas, las obras de otros tres cables: los de Potosí y dos del Centro Histórico”, indicó el director del IDU.
La más avanzada es la que propone unir el Portal Sur con el barrio Potosí, en la frontera con Soacha. Cabe señalar que, al igual que el metro de Bogotá, estas obras serán financiadas en un 30 % con recursos del Distrito y un 70 % por el Gobierno Nacional.
En ese sentido, expertos indican que este tipo de obras, como “el cable de San Cristóbal” serán importantes para recuperar la confianza en el transporte público. Su demanda esperada será del orden de 30 mil pasajeros por día, con acceso directo al Portal del 20 de julio y a la red de transporte masivo. Se espera que, como el cable de Ciudad Bolívar, tenga la mejor calificación entre los modos de transporte en Bogotá (mientras llegan el Metro y el Regiotram). Y no debe ser solo una intervención de movilidad, sino de desarrollo integral de la comunidad”, concluyó Darío Hidalgo, experto en movilidad.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.