Día de la Memoria Trans: “Las víctimas son más que cifras”, Fundación GAAT
Este 20 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Memoria Trans, fecha en la que además de recordar a las víctimas de transfobia e intolerancia, colectivos y organizaciones con enfoque de género hacen un llamado para que las instituciones se cuestionen sobre sus prácticas de atención en seguridad y salud.
Cristian Camilo Perico Mariño
Mediáticamente se ha vuelto costumbre que el cubrimiento que se hace a hechos relacionados con la comunidad Trans se quede en registros y el reporte de sus muertes. Si bien eso es necesario, es clave que se vaya más allá para invitar al lector a entender que tras cada caso hay una vida que fue arrebatada, mayoritariamente por la intolerancia y la transfobia.
Lea también: Política Pública LGBTI en Bogotá: el avance más allá del papel.
Danna Alejandra Navas Corredor, por mencionar un caso, no pudo evitar ninguno de los tres disparos que le propinaron en el pecho el pasado 19 de agosto sobre la Avenida Primero de Mayo, al sur de Bogotá. Eso está claro. Pero lo que sí se puede hacer es reconocer sus luchas y las de sus hermanas para sobrevivir en una sociedad que aún les aísla y vulnera.
Según el último informe ‘Trans Murder Monitoring’ del Observatorio de Personas Trans Asesinadas, solo en 44 países se tiene reporte de 327 homicidios de personas trans, entre el 1 de octubre de 2021 y el 30 de septiembre de 2022.
Entre las características halladas en sus fallecimientos se identificó que el 95 % eran mujeres trans o personas transfemeninas, el 50 % del total ejercían el trabajo sexual, el 36 % de las personas trans asesinadas en Europa eran migrantes y Colombia es el segundo país, después de Brasil, que reporta más casos en América del Sur.
Con ese panorama, no muy alentador, la comunidad transgénero conmemorará hoy el Día Internacional de la Memoria Trans. Fecha representativa, desde finales de 1998, que busca reivindicar sus derechos que pareciese nadie ampara. Su clamor apunta a que el Estado y las organizaciones gubernamentales dejen de llevar cuentas y tomen acciones para definir políticas de inclusión y atención que les blinden contra la violencia sistemática.
Colombia
Incluyendo a Danna, de acuerdo con el Observatorio de DD.HH de la organización Caribe Afirmativo, entre el 20 de noviembre de 2021 y la misma fecha del 2022 se registraron 22 casos de mujeres trans asesinadas en el país, lo que deja en evidencia las pocas garantías para la protección de sus vidas.
Sin embargo, desde la Fundación Grupo de Acción y Apoyo a personas Trans -GAAT- tienen un informe más alarmante. De acuerdo con su Observatorio Prediva, 39 personas con experiencia de vida trans perdieron la vida entre el 1 de octubre de 2021 al 30 septiembre de 2022.
Lo que representa un aumento de 17 casos, dentro de los cuales se encuentran nueve decesos que fueron catalogados como “muerte natural”. Según explican desde la organización, en el acompañamiento brindado a los familiares y cercanos se identificó que existían reclamos por presuntas fallas y faltas de atención por parte del Sistema de Salud.
“Tenemos registros de casos de “supuesta muerte natural”; pero en realidad se trata del no reconocimiento a sus derechos. Por ejemplo: hay reportes en donde a las personas trans no las quieren atender en los centros hospitalarios, o no les brindan los medicamentos o la atención adecuada. Eso termina repercutiendo en su bienestar, a pesar de que no sea un asesinato u homicidio”, explica Danne Aro Belmont, directora de la Fundación GAAT.
Eso ratifica que si bien la violencia es la causa más contundente de asesinatos a integrantes de esta comunidad, son múltiples y sistemáticas las acciones que enmarcan las prácticas que llevan a su aniquilación. Tal como afirma José Gregorio Patiño, coordinador del Observatorio Prediva, de la misma organización.
“Los discursos de odio y las formas en las que se generan los prejuicios si tienen repercusiones directas en nuestra aniquilación física y simbólica. Somos víctimas de múltiples violencias y esto se enmarca en las experiencias diarias de quienes vivimos con experiencia de vida trans. Esto revela la ausencia del Estado, porque va desde barreras en el sistema de salud, en los servicios notariales, en la vinculación académica y laboral y, sobre todo, en la atención policial y de justicia”.
Lea: Tres décadas de homicidio en Bogotá.
Según la Dirección de Diversidad Sexual, de la Secretaría de Planeación de Bogotá, se estima que en la capital hay entre 3.000 y 4.000 personas trans, pero como no existe un censo enfocado en orientaciones sexuales e identidades diversas, esta cifra podría variar sustancialmente.
“Avanzamos con la ejecución de la Política Pública LGBT en el Distrito para consolidar un sistema de información sobre violencias hacia la comunidad. Esperamos lanzarlo antes de que termine este año”, afirmó David Alonzo, director de dicha cartera.
Esos 39 casos de asesinatos y sus investigaciones han estado enmarcados, según afirman desde la Fundación GAAT, en negligencias e indiferencia porque desde el inicio no son contemplados de manera diferencial en las cifras de las autoridades. Aspecto en el que concuerda Alonzo, quien reconoce que existe un vacío en las entidades desde que inicia la radicación de las denuncias, especialmente cuando se trata de transfeminicidios:
Le puede interesar: “Nuestro caso demuestra que sí existen los falsos positivos judiciales”
El problema, sostiene el director y respaldan líderes de la comunidad trans, estaría en que el registro de los casos omite el reconocimiento identitario de las personas. Lo que se traduce en que limitan los trámites a sus nombres de pila (mismo de la cédula) y no a sus nombres identitarios (como se autorreconocen). Punto para nada menor, dado que desde allí ya se estaría gestando la exclusión.
Esto sumado a lo que ya han planteado otros colectivos, como los feministas, haciendo referencia a lo que consideran la capacitación precaria de funcionarios de instituciones como la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación en temas de género.
En esta medida, desde la sección Bogotá de El Espectador le preguntamos a Alonzo si desde su dirección contaban o implementarán próximamente un Plan de Protección Especial para Personas Trans, en especial aquellas que ejercen el trabajo sexual en zonas como el barrio Santa Fe. Su respuesta fue que no pueden hacerlo porque el marco de la seguridad le corresponde a la Policía y por ende se sale de las capacidades del Distrito.
Otras noticias: “8 de cada 10 mujeres en Bogotá han sufrido acoso sexual”: Veeduría Distrital.
Mientras el Estado y las dependencias de justicia se anima a tomar acción, desde el colectivo LGBTI esperan que no se extienda el listado de sus hermanas asesinadas impunemente. Esperan que se aceleren los procesos de investigación y que el peso de la justicia caiga sobre los responsables.
Desde la Fundación GAAT seguirán librando la batalla por el reconocimiento de las personas trans que no están y las que quedan. Insistiendo en la importancia de las acciones sociales y colectivas como estrategia pedagógica contra la transfobia y ubicando el tema en la agenda pública, porque su consigna es contundente:
“Las vidas trans importan”.
***Si desea conocer el informe completo puede seguir a la Fundación GAAT en sus redes sociales o ingresar a su página web dando clic acá.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
Mediáticamente se ha vuelto costumbre que el cubrimiento que se hace a hechos relacionados con la comunidad Trans se quede en registros y el reporte de sus muertes. Si bien eso es necesario, es clave que se vaya más allá para invitar al lector a entender que tras cada caso hay una vida que fue arrebatada, mayoritariamente por la intolerancia y la transfobia.
Lea también: Política Pública LGBTI en Bogotá: el avance más allá del papel.
Danna Alejandra Navas Corredor, por mencionar un caso, no pudo evitar ninguno de los tres disparos que le propinaron en el pecho el pasado 19 de agosto sobre la Avenida Primero de Mayo, al sur de Bogotá. Eso está claro. Pero lo que sí se puede hacer es reconocer sus luchas y las de sus hermanas para sobrevivir en una sociedad que aún les aísla y vulnera.
Según el último informe ‘Trans Murder Monitoring’ del Observatorio de Personas Trans Asesinadas, solo en 44 países se tiene reporte de 327 homicidios de personas trans, entre el 1 de octubre de 2021 y el 30 de septiembre de 2022.
Entre las características halladas en sus fallecimientos se identificó que el 95 % eran mujeres trans o personas transfemeninas, el 50 % del total ejercían el trabajo sexual, el 36 % de las personas trans asesinadas en Europa eran migrantes y Colombia es el segundo país, después de Brasil, que reporta más casos en América del Sur.
Con ese panorama, no muy alentador, la comunidad transgénero conmemorará hoy el Día Internacional de la Memoria Trans. Fecha representativa, desde finales de 1998, que busca reivindicar sus derechos que pareciese nadie ampara. Su clamor apunta a que el Estado y las organizaciones gubernamentales dejen de llevar cuentas y tomen acciones para definir políticas de inclusión y atención que les blinden contra la violencia sistemática.
Colombia
Incluyendo a Danna, de acuerdo con el Observatorio de DD.HH de la organización Caribe Afirmativo, entre el 20 de noviembre de 2021 y la misma fecha del 2022 se registraron 22 casos de mujeres trans asesinadas en el país, lo que deja en evidencia las pocas garantías para la protección de sus vidas.
Sin embargo, desde la Fundación Grupo de Acción y Apoyo a personas Trans -GAAT- tienen un informe más alarmante. De acuerdo con su Observatorio Prediva, 39 personas con experiencia de vida trans perdieron la vida entre el 1 de octubre de 2021 al 30 septiembre de 2022.
Lo que representa un aumento de 17 casos, dentro de los cuales se encuentran nueve decesos que fueron catalogados como “muerte natural”. Según explican desde la organización, en el acompañamiento brindado a los familiares y cercanos se identificó que existían reclamos por presuntas fallas y faltas de atención por parte del Sistema de Salud.
“Tenemos registros de casos de “supuesta muerte natural”; pero en realidad se trata del no reconocimiento a sus derechos. Por ejemplo: hay reportes en donde a las personas trans no las quieren atender en los centros hospitalarios, o no les brindan los medicamentos o la atención adecuada. Eso termina repercutiendo en su bienestar, a pesar de que no sea un asesinato u homicidio”, explica Danne Aro Belmont, directora de la Fundación GAAT.
Eso ratifica que si bien la violencia es la causa más contundente de asesinatos a integrantes de esta comunidad, son múltiples y sistemáticas las acciones que enmarcan las prácticas que llevan a su aniquilación. Tal como afirma José Gregorio Patiño, coordinador del Observatorio Prediva, de la misma organización.
“Los discursos de odio y las formas en las que se generan los prejuicios si tienen repercusiones directas en nuestra aniquilación física y simbólica. Somos víctimas de múltiples violencias y esto se enmarca en las experiencias diarias de quienes vivimos con experiencia de vida trans. Esto revela la ausencia del Estado, porque va desde barreras en el sistema de salud, en los servicios notariales, en la vinculación académica y laboral y, sobre todo, en la atención policial y de justicia”.
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Según la Dirección de Diversidad Sexual, de la Secretaría de Planeación de Bogotá, se estima que en la capital hay entre 3.000 y 4.000 personas trans, pero como no existe un censo enfocado en orientaciones sexuales e identidades diversas, esta cifra podría variar sustancialmente.
“Avanzamos con la ejecución de la Política Pública LGBT en el Distrito para consolidar un sistema de información sobre violencias hacia la comunidad. Esperamos lanzarlo antes de que termine este año”, afirmó David Alonzo, director de dicha cartera.
Esos 39 casos de asesinatos y sus investigaciones han estado enmarcados, según afirman desde la Fundación GAAT, en negligencias e indiferencia porque desde el inicio no son contemplados de manera diferencial en las cifras de las autoridades. Aspecto en el que concuerda Alonzo, quien reconoce que existe un vacío en las entidades desde que inicia la radicación de las denuncias, especialmente cuando se trata de transfeminicidios:
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El problema, sostiene el director y respaldan líderes de la comunidad trans, estaría en que el registro de los casos omite el reconocimiento identitario de las personas. Lo que se traduce en que limitan los trámites a sus nombres de pila (mismo de la cédula) y no a sus nombres identitarios (como se autorreconocen). Punto para nada menor, dado que desde allí ya se estaría gestando la exclusión.
Esto sumado a lo que ya han planteado otros colectivos, como los feministas, haciendo referencia a lo que consideran la capacitación precaria de funcionarios de instituciones como la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación en temas de género.
En esta medida, desde la sección Bogotá de El Espectador le preguntamos a Alonzo si desde su dirección contaban o implementarán próximamente un Plan de Protección Especial para Personas Trans, en especial aquellas que ejercen el trabajo sexual en zonas como el barrio Santa Fe. Su respuesta fue que no pueden hacerlo porque el marco de la seguridad le corresponde a la Policía y por ende se sale de las capacidades del Distrito.
Otras noticias: “8 de cada 10 mujeres en Bogotá han sufrido acoso sexual”: Veeduría Distrital.
Mientras el Estado y las dependencias de justicia se anima a tomar acción, desde el colectivo LGBTI esperan que no se extienda el listado de sus hermanas asesinadas impunemente. Esperan que se aceleren los procesos de investigación y que el peso de la justicia caiga sobre los responsables.
Desde la Fundación GAAT seguirán librando la batalla por el reconocimiento de las personas trans que no están y las que quedan. Insistiendo en la importancia de las acciones sociales y colectivas como estrategia pedagógica contra la transfobia y ubicando el tema en la agenda pública, porque su consigna es contundente:
“Las vidas trans importan”.
***Si desea conocer el informe completo puede seguir a la Fundación GAAT en sus redes sociales o ingresar a su página web dando clic acá.
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