Diego Molano Vega, exministro de las TIC, asumió la presidencia de la ETB
Anunció que tiene el reto de convertir a la empresa capitalina en motor de la economía digital en Colombia.
A partir de este 3 de enero, Diego Molano Vega asume la presidencia de ETB, una de las empresas más antiguas del país. “Comenzamos una nueva fase de transformación digital, trabajaremos para que ETB sea el vehículo transformador de Bogotá y Colombia”, anunció Diego Molano en un mensaje para los cerca de 2.500 trabajadores de la compañía que llega a liderar.
La nueva Junta Directiva de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB), nombró a Molano Vega, como nuevo presidente de la compañía. Esto, después de que, dos semanas después de que el Distrito nombrara a los nuevos integrantes de la Junta directiva, el alcalde Carlos Fernando Galán anunciara que Alex blanco Riviera terminó su periodo como líder de la compañía de telecomunicaciones de Bogotá.
¿Quién es Diego Molano Vega?
Es líder de la industria TIC, con una trayectoria internacional que abarca más de 25 países. Es ingeniero electrónico de la Pontificia Universidad Javeriana, tiene una maestría en Economía de la misma universidad y un MBA de IMD en Suiza.
Se desempeñó en cargos directivos en compañías multinacionales como BellSouth (ahora AT&T) en Estados Unidos, Telefónica en España y Ascom en Suiza y ha sido miembro de juntas y consejos directivos en los sectores de telecomunicaciones, TV, radio, banca, salud, universidades y asociaciones sin ánimo de lucro.
Fue uno de los primeros reguladores de telecomunicaciones en Colombia y en el año 2010 fue Ministro de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC). Allí transformó el país con la creación del Plan “Vive Digital”, que tuvo como objetivo reducir la pobreza y crear empleos con las TIC, y que le mereció más de 100 reconocimientos a nivel internacional, entre ellos el de mejor política pública y mejor ministro.
Recientemente, se desempeñó como asesor senior del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), consejero externo de McKinsey & Co. en Washington DC, y miembro del Comité Asesor de la Nueva Economía para la OCDE en París. En esa ciudad también fue presidente del grupo que promueve el desarrollo de la Sociedad de la Información en la Cámara de Comercio Internacional (ICC), la organización empresarial más grande del mundo.
Los retos de ETB
A inicios de septiembre, en el Concejo de Bogotá se denunció la compleja actualidad financiera que atraviesa la ETB, pues la incapacidad de generar utilidades, que viene de años atrás, ha derivado en graves problemas de caja que la empresa no ha logrado solventar. La denuncia fue realizada por el concejal Juan David Quintero, quien puso sobre la mesa las cifras que dan cuenta de la debacle que atraviesa la empresa por cuenta de las malas decisiones que históricamente han tomado las administraciones de la ciudad.
Para Quintero, el caso de la ETB, es un claro ejemplo de cómo el Distrito cuando ha querido comportarse como empresario, ha sido ineficiente y derrochador. Refiere el concejal que en 2003 la empresa entró a la Bolsa de Valores de Colombia con un precio de $700 por acción, en 2009 alcanzó un máximo histórico de $1.300 y hoy, también de manera inédita, la acción se cotiza en $81, reflejando una caída del 88,43%.
“Es absurdo que hoy cueste más el Grupo 2 de la Avenida 68 (desde la Calle 18 Sur hasta la Av. Américas), o el Cable Aéreo de San Cristóbal, que toda la valorización accionaria de la ETB”, señaló el concejal. A junio de 2024, la empresa presenta una pérdida del periodo por $26.000 millones, pérdidas acumuladas por $396.000 millones y capital de trabajo negativo por $267.000 millones.
Por otro lado, en el debate de control político también señalaron que en el año 2015 se decretaron dividendos extraordinarios por $404.203 millones sin tener caja suficiente para efectuar su pago. Actualmente, casi 10 años después, la ETB todavía tiene un saldo pendiente por pagar al Distrito, que es su mayor accionista, de $326.470 millones. A junio de 2024, la empresa presenta una pérdida del periodo por $26.000 millones, pérdidas acumuladas por $396.000 millones y capital de trabajo negativo por $267.000 millones.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
A partir de este 3 de enero, Diego Molano Vega asume la presidencia de ETB, una de las empresas más antiguas del país. “Comenzamos una nueva fase de transformación digital, trabajaremos para que ETB sea el vehículo transformador de Bogotá y Colombia”, anunció Diego Molano en un mensaje para los cerca de 2.500 trabajadores de la compañía que llega a liderar.
La nueva Junta Directiva de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB), nombró a Molano Vega, como nuevo presidente de la compañía. Esto, después de que, dos semanas después de que el Distrito nombrara a los nuevos integrantes de la Junta directiva, el alcalde Carlos Fernando Galán anunciara que Alex blanco Riviera terminó su periodo como líder de la compañía de telecomunicaciones de Bogotá.
¿Quién es Diego Molano Vega?
Es líder de la industria TIC, con una trayectoria internacional que abarca más de 25 países. Es ingeniero electrónico de la Pontificia Universidad Javeriana, tiene una maestría en Economía de la misma universidad y un MBA de IMD en Suiza.
Se desempeñó en cargos directivos en compañías multinacionales como BellSouth (ahora AT&T) en Estados Unidos, Telefónica en España y Ascom en Suiza y ha sido miembro de juntas y consejos directivos en los sectores de telecomunicaciones, TV, radio, banca, salud, universidades y asociaciones sin ánimo de lucro.
Fue uno de los primeros reguladores de telecomunicaciones en Colombia y en el año 2010 fue Ministro de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC). Allí transformó el país con la creación del Plan “Vive Digital”, que tuvo como objetivo reducir la pobreza y crear empleos con las TIC, y que le mereció más de 100 reconocimientos a nivel internacional, entre ellos el de mejor política pública y mejor ministro.
Recientemente, se desempeñó como asesor senior del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), consejero externo de McKinsey & Co. en Washington DC, y miembro del Comité Asesor de la Nueva Economía para la OCDE en París. En esa ciudad también fue presidente del grupo que promueve el desarrollo de la Sociedad de la Información en la Cámara de Comercio Internacional (ICC), la organización empresarial más grande del mundo.
Los retos de ETB
A inicios de septiembre, en el Concejo de Bogotá se denunció la compleja actualidad financiera que atraviesa la ETB, pues la incapacidad de generar utilidades, que viene de años atrás, ha derivado en graves problemas de caja que la empresa no ha logrado solventar. La denuncia fue realizada por el concejal Juan David Quintero, quien puso sobre la mesa las cifras que dan cuenta de la debacle que atraviesa la empresa por cuenta de las malas decisiones que históricamente han tomado las administraciones de la ciudad.
Para Quintero, el caso de la ETB, es un claro ejemplo de cómo el Distrito cuando ha querido comportarse como empresario, ha sido ineficiente y derrochador. Refiere el concejal que en 2003 la empresa entró a la Bolsa de Valores de Colombia con un precio de $700 por acción, en 2009 alcanzó un máximo histórico de $1.300 y hoy, también de manera inédita, la acción se cotiza en $81, reflejando una caída del 88,43%.
“Es absurdo que hoy cueste más el Grupo 2 de la Avenida 68 (desde la Calle 18 Sur hasta la Av. Américas), o el Cable Aéreo de San Cristóbal, que toda la valorización accionaria de la ETB”, señaló el concejal. A junio de 2024, la empresa presenta una pérdida del periodo por $26.000 millones, pérdidas acumuladas por $396.000 millones y capital de trabajo negativo por $267.000 millones.
Por otro lado, en el debate de control político también señalaron que en el año 2015 se decretaron dividendos extraordinarios por $404.203 millones sin tener caja suficiente para efectuar su pago. Actualmente, casi 10 años después, la ETB todavía tiene un saldo pendiente por pagar al Distrito, que es su mayor accionista, de $326.470 millones. A junio de 2024, la empresa presenta una pérdida del periodo por $26.000 millones, pérdidas acumuladas por $396.000 millones y capital de trabajo negativo por $267.000 millones.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.