Dignidad laboral: la petición de la Asociación Sindical de Trabajo Sexual en Colombia

Astrasex es el primer sindicato que agrupa todas las modalidades del trabajo sexual, incluyendo webcamers, escort y trabajadoras sexuales en sitio.

Cristian Camilo Perico Mariño
12 de septiembre de 2022 - 10:13 p. m.
Dignidad laboral: la petición de la Asociación Sindical de Trabajo Sexual en Colombia.
Dignidad laboral: la petición de la Asociación Sindical de Trabajo Sexual en Colombia.
Foto: Daniel Pardo Cardenas @DanielxPC - Cortesía @DanielxPCCx

“Nos reunimos para garantizar el cumplimiento de nuestros derechos como trabajadoras y trabajadores sexuales. Lo hacemos por quienes lo ejercieron y ya no están, quienes murieron en condiciones insanas y fueron rechazades por la sociedad y por sus mismas familias”, con estas palabras, leídas por la modelo webcam y ex actriz de contenido para adultos Amaranta Hank, se consolidó entre aplausos, llanto y voces quebradas la Asociación Sindical de Trabajo Sexual en Colombia -Astrasex-.

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La cita fue el domingo, 11 de septiembre, en el Castillo de las Artes del barrio Santa Fe, en la localidad de Los Mártires. Su apuesta es por la reivindicación de ejercer el trabajo sexual y no se pudo elegir un mejor lugar: en dicha infraestructura funcionó años atrás uno de los prostíbulos más reconocidos desde los 80, el cual también fue uno de los sitios de trabajo con peores condiciones para quienes ofrecen placer.

Que los y las trabajadoras sexuales pagas se tomaran este punto y volvieran a subirse a la tarima, junto a los tubos de pole dance tan icónicos de este tipo de establecimientos, fue un símbolo de su lucha y militancia para que se reconozca que el trabajo sexual también es trabajo y que se deben garantizar las condiciones para ejercerlo.

Justamente eso se logra gracias al proceso social que, tal como explican, se viene haciendo desde años atrás. Según los registros, en el 2008 se consolidó el primer colectivo de mujeres trabajadoras sexuales de Colombia con el nombre de Asociación de Mujeres Buscando Libertad -Asmubuli-. De allí surgieron otro tipo de organizaciones y procesos como el Sindicato de Trabajadoras Sexuales de Colombia (Sintrasexco) fundado en 2016, que también está vinculado -al igual que el anterior- a la Red Latinoamericana de Trabajadoras Sexuales de Latinoamérica y el Caribe (RedTraSex).

“Como organizaciones sociales de base comunitaria y de acción directa dentro del territorio llevamos más de 7 años. Precisamente este conocimiento de las violencias a las que somos sometidas nos llevó a crear este sindicato”, explica Katerine Ángel, presidenta de Astrasex, quien reconoce que el ejercicio de su labor les obliga a estar organizadas, así sea de manera improvisada para realizar jornadas de cuidado porque, tal como afirma, “nos cuidamos entre nosotres, el Estado no lo hace”.

Panorama que las cifras del Instituto de Medicina Legal corroboran, y catalogan, al “ejercicio de la prostitución como uno de los cinco factores de vulnerabilidad más latentes para las mujeres”.

De acuerdo con el informe “Homicidios de mujeres en condición de prostitución de 2004 a 2013″, en ese periodo de 9 años 238 prostitutas fueron asesinadas, solo en 2020 se tiene el registro de 12 homicidios de ellas en ejercicio de sus actividades.

El espacio de trabajo de la mayoría de ellas es la calle, escenario que -según la misma entidad- es el lugar en el que mayor número de asesinatos ocurren: “El 42 % de los casos de homicidio de mujeres en condición de prostitución fueron en vía pública, cuyo detonante en mayor porcentaje es la riña o la venganza, seguido de los sitios de esparcimiento con venta de alcohol (16 %). El mecanismo causal más usado en los últimos 10 años ha sido arma de fuego (47 %)”, dicen las cifras.

No obstante, es clave aclarar que existe un subregistro, dado que por estigma muchas personas no reconocen su labor. Así lo explica Carolina Calle, vicepresidenta del sindicato y presidenta del Movimiento Calle 7 (organización creada por y para trabajadores sexuales de esta zona de Bogotá):

“Yo soy prostituta, puta y trabajadora sexual porque desde las tres me enuncio. Ejerzo desde hace 16 años y me siento orgullosa de ello. Sin embargo, también entiendo y respeto a quienes ocultan su profesión porque visibilizarse en una sociedad estigmatizante como esta implica hacerle el quite a la violencia y a los actos de rechazo”, comparte.

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Por ello, tanto hombres como mujeres trans y cisgénero que ejercen las labores sexuales remuneradas crearon el primer sindicato que agrupa todas las modalidades del trabajo sexual, incluyendo webcamers, escort y trabajadoras sexuales en sitio.

Para Nicolás Escandón, director de Derechos Fundamentales del Ministerio del Trabajo, con la llegada de la nueva ministra Gloria Inés Ramírez, los sindicatos como este tendrán un diálogo más cercano con las carteras principales:

“En Colombia el sindicalismo ha sido víctima de una persecución y estigmatización severa. La violencia ha dejado un genocidio en este movimiento. Desde el ministerio le apostamos a la consolidación de nuevos espacios y trabajaremos para articular el diálogo social, para la creación de una política dialogada y en conjunto”, sentencia el funcionario.

Cabe señalar que desde la Red Comunitaria Trans se denuncia que no existen fiscales o policías enfocados en la atención de casos de prostitución y especifican que:

“La Corte Constitucional de Colombia le ordenó al Ministerio de Trabajo en dos ocasiones, y una vez al Congreso de la República, regular los derechos de las trabajadoras sexuales y de las modelos webcam laboralmente. Sin embargo, todavía no se ha hecho. En el 2015, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos recomendó revisar los marcos legislativos que pudieran estigmatizar o criminalizar a las trabajadoras sexuales y, por último, la Corte Interamericana de Derechos Humanos le dijo a los estados que era su obligación formalizar los trabajos informales como los de las recicladoras y las trabajadoras sexuales y en el proceso garantizar sus derechos sindicales. En nada se ha avanzado”, puntualiza la abogada Matilda González, integrante de la red.

A la fecha no existe un censo que permita identificar el número de personas que trabajan en este tipo de actividades en Bogotá; sin embargo, dentro del sindicato se estima que son cerca de 30.000 quienes ofrecen placer a cambio de dinero en zonas como el Santa Fe, San Bernardo, La Capuchina, Patio Bonito, San Cristóbal Norte y el 7 de agosto.

Por ahora los y las integrantes del sindicato seguirán alzando sus voces para romper con los imaginarios cargados de prejuicios y desinformación, exigiendo garantías para sus labores y gritando en unísono que desean “que putear no les cuesta la vida”.

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Cristian Camilo Perico Mariño

Por Cristian Camilo Perico Mariño

Comunicador social y periodista egresado de la Universidad de Manizales. Interesado en género y diversidad.@cristian_pericocperico@elespectador.com

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