El gobierno de Gustavo Petro imprime presión para que se modifique el contrato de la primera línea del metro de Bogotá. A través del ministro de Transporte dijo que si no hay metro subterráneo, se suspenden otros proyectos que requieren de financiación del gobierno nacional.
Foto: Cortesía Alcaldía de Bogotá
Se acabó la diplomacia alrededor de la concertación para evaluar la modificación de la primera línea del metro de Bogotá y, lo que comenzó como una solicitud, ahora suena a imposición. “Mostrando la chequera”, el Gobierno del presidente Gustavo Petro dejó claro que si no se modifica el proyecto elevado y se realiza un tramo subterráneo, no habrá recursos para otros proyectos en Bogotá, cofinanciados por el gobierno nacional.
Por Alexánder Marín Correa
Periodista manizaleño, con experiencia en periodismo de datos, judicial, investigación y local. @alexmarin55Jamarin@elespectador.com
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