Disputa por la Reserva Thomas Van der Hammen en el norte de Bogotá
El secretario de Ambiente de Bogotá y el exministro de esa cartera hablaron del futuro de esta reserva forestal.
Redacción Bogotá
Los anuncios del alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, relacionados con la construcción de un circuito ambiental que planea también un sendero ecológico han generado polémica y se han desatado críticas y discusiones por parte por parte de los ambientalistas y la nueva administración de la capital del país.
Manuel Rodríguez, exministro de Ambiente y profesor de la Universidad de Los Andes, dijo que el proyecto ambiental deja por fuera la Reserva Van der Hammen. “Esa reserva se ha venido construyendo hace 20 años. Es el proyecto urbano ambiental más ambicioso de América Latina y si se llegara a desmontar ese proyecto, el alcalde Peñalosa pasaría a la historia como uno de los alcaldes más grises en la gestión ambiental”, aseguró Rodríguez.
Por su parte, Francisco Cruz, secretario de Ambiente de la ciudad, respondió a este anuncio diciendo que “la reserva ha sido constituida por un acuerdo del consejo directivo de la CAR en 2011, posteriormente, estableció un plan de manejo en el 2014 y la reserva está bajo tutela de la CAR y es esa entidad la que determina las acciones a seguir”.
El secretario de Ambiente explicó que se definirá un circuito ambiental que se establecerá por un equipo de técnicos y equipos especializados por el mandatario distrital.
Antes de que los bogotanos eligieran nuevo alcalde, en octubre de 2015, la candidata Clara López le preguntó a Enrique Peñalosa si en realidad pensaba que era mejor urbanizar en los terrenos de la Reserva Thomas van der Hammen (gran terreno en el norte declarado área protegida por su valor ecológico). Él no respondió sí o no, pero lanzó las frases que siempre repite cuando se le pregunta por el tema. Recordó que casi toda la reserva tiene “potreros con vacas. Y pertenece a privados”, y que antes de sembrar árboles, sería necesario comprar sus predios a muy alto precio. Agregó que ya ha advertido el grave costo ambiental de impedir la urbanización bien hecha”.
El alcalde Peñalosa no ha ocultado su interés por la expansión urbana en el norte de Bogotá. Esa es su visión de ciudad y, si se trata de un proyecto ambiental, para él resulta más valioso concentrarse en la protección de los cerros orientales, donde quiere hacer un sendero ecológico de 80 kilómetros, o la construcción de un malecón en la ronda del río Bogotá, como parte de la recuperación.
Es importante aclarar que esta visión frente a la reserva Van der Hammen es opuesta a la del exalcalde Gustavo Petro, que tenía en sus planes hacer de ella el bosque urbano más grande de América, algo que no logró concretar.
Los anuncios del alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, relacionados con la construcción de un circuito ambiental que planea también un sendero ecológico han generado polémica y se han desatado críticas y discusiones por parte por parte de los ambientalistas y la nueva administración de la capital del país.
Manuel Rodríguez, exministro de Ambiente y profesor de la Universidad de Los Andes, dijo que el proyecto ambiental deja por fuera la Reserva Van der Hammen. “Esa reserva se ha venido construyendo hace 20 años. Es el proyecto urbano ambiental más ambicioso de América Latina y si se llegara a desmontar ese proyecto, el alcalde Peñalosa pasaría a la historia como uno de los alcaldes más grises en la gestión ambiental”, aseguró Rodríguez.
Por su parte, Francisco Cruz, secretario de Ambiente de la ciudad, respondió a este anuncio diciendo que “la reserva ha sido constituida por un acuerdo del consejo directivo de la CAR en 2011, posteriormente, estableció un plan de manejo en el 2014 y la reserva está bajo tutela de la CAR y es esa entidad la que determina las acciones a seguir”.
El secretario de Ambiente explicó que se definirá un circuito ambiental que se establecerá por un equipo de técnicos y equipos especializados por el mandatario distrital.
Antes de que los bogotanos eligieran nuevo alcalde, en octubre de 2015, la candidata Clara López le preguntó a Enrique Peñalosa si en realidad pensaba que era mejor urbanizar en los terrenos de la Reserva Thomas van der Hammen (gran terreno en el norte declarado área protegida por su valor ecológico). Él no respondió sí o no, pero lanzó las frases que siempre repite cuando se le pregunta por el tema. Recordó que casi toda la reserva tiene “potreros con vacas. Y pertenece a privados”, y que antes de sembrar árboles, sería necesario comprar sus predios a muy alto precio. Agregó que ya ha advertido el grave costo ambiental de impedir la urbanización bien hecha”.
El alcalde Peñalosa no ha ocultado su interés por la expansión urbana en el norte de Bogotá. Esa es su visión de ciudad y, si se trata de un proyecto ambiental, para él resulta más valioso concentrarse en la protección de los cerros orientales, donde quiere hacer un sendero ecológico de 80 kilómetros, o la construcción de un malecón en la ronda del río Bogotá, como parte de la recuperación.
Es importante aclarar que esta visión frente a la reserva Van der Hammen es opuesta a la del exalcalde Gustavo Petro, que tenía en sus planes hacer de ella el bosque urbano más grande de América, algo que no logró concretar.