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La llegada de 2.000 indígenas Embera a Bogotá, esta semana, volvió a reavivar el debate sobre las implicaciones del Distrito en una problemática de índole nacional.
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Desde el primer momento en que la comunidad llegó a la ciudad, las autoridades Distritales han dejado claro que, pese al apoyo efectuado con las herramientas logísticas disponibles, el Gobierno Nacional es la autoridad más competente para resolver y discutir las demandas de los Embera.
Bajo esta misma línea, el Distrito envío una misiva a Lilia Solano, directora del UARIV, en la cual le exigió explicaciones por el incumplimiento de los acuerdos pactados para el retorno de la comunidad Embera, que se alojó en el Parque Nacional hasta el pasado mes de septiembre.
En la carta, la administración Distrital menciona que asumió el albergue temporal de las 163 familias alojadas en el parque, pero que no retornaron al territorio de origen. De esta manera, la ciudad se hizo cargo de la manutención y alojamiento de estas familias, mientras la UARIV encontraba una solución habitacional permanente para los indígenas.
Para cumplir este procedimiento, se estipuló como fecha límite el 8 de noviembre. Ese día, La UARIV asumiría, según la carta del Distrito, el alojamiento de las 163 familias. No obstante, a la fecha, la población indígena en mención continúa en los albergues temporales.
“Este compromiso fue incumplido y hasta el momento no hemos recibido comunicación oficial, de cuándo se dará el traslado, por parte de la entidad que usted dirige”, reza la misiva.
En respuesta a lo anterior, la Alcaldía dice haber enviado una serie de oficios para alertar sobre la insuficiencia de recursos para atender a la comunidad hasta el mes de noviembre. Por consiguiente, la Alcaldía ha solicitado, conforme a los compromisos, que sea la UARIV la que asuma los costos correspondientes al alojamiento transitorio.
Al menos, mientras se materializan los procesos de reubicación. Pese a lo anterior, el Distrito dice que no ha recibido ninguna respuesta oficial. A la fecha no hemos recibido una respuesta oficial y todas las reuniones solicitadas han sido canceladas o reprogramadas. En vista de lo anterior, y una nueva diáspora de pueblos indígenas a la vista, el Distrito le solicitó a la UARIV cumplir con lo pactado. De momento, ni Lilia Solano, ni la UARIV se han pronunciado.
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