Distrito ha invertido más de $31.312 millones para mejorar el ambiente en Bogotá
De acuerdo con la Secretaría de Ambiente, el Plan de Acción Climática aporta cerca del 90 % al Acuerdo de Emergencia Climática. No obstante, según una investigación, la despavimentación de varias vías de la ciudad afecta la calidad del aire, haciendo que solo el 10 % de ciudadanos respires aire de buena calidad.
Con la intención de contribuir al mejoramiento del medio ambiente, la Administración Distrital ha firmado varios compromisos en los que resalta el Plan de Acción Climática (PAC), el compromiso con el Grupo de Liderazgo Climático C40 y la firma de la declaración de crisis climática que hizo la alcaldesa de Bogotá, los gobernadores de Boyacá, Cundinamarca, Huila, Meta y Tolima en 2020.
De acuerdo con la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia, con el PAC se busca descarbonizar la economía para reducir en un 15 % las emisiones para 2024, en un 50 % para 2030; y para 2050 se busca alcanzar la neutralidad de la emisión de carbono e incrementar la resiliencia frente a la crisis climática.
Urrutia afirma que desde la Secretaría de Ambiente se han invertido más de $16.227 millones en acciones que contribuyen al cumplimiento del PAC, el Instituto Distrital de Gestión de Riesgo y Cambio Climático (Idiger) ha invertido cerca de $11.508 millones; mientras que el Jardín Botánico a contribuido con más de $3.577 millones.
Con el PAC la Administración Distrital busca aumentar los espacios verdes, implementar soluciones basadas en la naturaleza, promover la producción y consumo responsable con el ambiente, la movilidad sostenible y el cambio de hábitos para enfrentar amenazas como que afecten la calidad del ambiente en la capital.
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Según la secretaria, con el fin de avanzar en el cumplimiento del Acuerdo de Emergencia Climática la Administración, ha avanzado en los planes de manejo ambiental de las áreas protegidas, el control de la calidad hídrica del Río Bogotá; promoción del ecourbanismo y construcción sostenible. Además, se han promovido actividades de educación ambiental que buscan restaurar, recuperar y proteger los ecosistemas de la ciudad.
Por otra parte, la funcionaria afirma que la renovación de la flota de transporte público, la vinculación de la ciudadanía y las empresas al Pacto Unidos por un Nuevo Aire y los operativos de control a fuentes móviles y fijas son fundamentales para disminuir los riesgos de afectación a la calidad del aire y en general al medio ambiente.
A pesar de estos esfuerzos, algunos estudios señalan que la calidad del aire en Bogotá no es la mejor. Según una investigación realizada por la Universidad de Los Andes, la distribución de la calidad del aire es desigual, pues, solo el 10 % de los ciudadanos respiren aire de buena calidad. La investigación resalta que, los habitantes de las localidades de Ciudad Bolívar, Kennedy y Bosa, y en donde los niveles socioeconómicos son bajos, resultaron ser los más afectados.
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Estos se debe a que muchas de las vías de estos sectores se encuentran despavimentadas y, a está contaminación se suma la generada por el humo de las fábricas, industrias o de los carros. “Hay polvo en el aire de zonas despavimentadas, en donde el viento a través de procesos erosivos hace que ese material particulado quede resuspendido en el aire”, resalta la investigación.
Por lo cual, se propone implementar tres escenarios de política que mejorarían la calidad del aire: la pavimentación de calles destapadas, la sustitución de combustible carbón por gas natural en la industria y la renovación de vehículos diésel de vieja tecnología por vehículos diésel-Euro IV.
Con la intención de contribuir al mejoramiento del medio ambiente, la Administración Distrital ha firmado varios compromisos en los que resalta el Plan de Acción Climática (PAC), el compromiso con el Grupo de Liderazgo Climático C40 y la firma de la declaración de crisis climática que hizo la alcaldesa de Bogotá, los gobernadores de Boyacá, Cundinamarca, Huila, Meta y Tolima en 2020.
De acuerdo con la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia, con el PAC se busca descarbonizar la economía para reducir en un 15 % las emisiones para 2024, en un 50 % para 2030; y para 2050 se busca alcanzar la neutralidad de la emisión de carbono e incrementar la resiliencia frente a la crisis climática.
Urrutia afirma que desde la Secretaría de Ambiente se han invertido más de $16.227 millones en acciones que contribuyen al cumplimiento del PAC, el Instituto Distrital de Gestión de Riesgo y Cambio Climático (Idiger) ha invertido cerca de $11.508 millones; mientras que el Jardín Botánico a contribuido con más de $3.577 millones.
Con el PAC la Administración Distrital busca aumentar los espacios verdes, implementar soluciones basadas en la naturaleza, promover la producción y consumo responsable con el ambiente, la movilidad sostenible y el cambio de hábitos para enfrentar amenazas como que afecten la calidad del ambiente en la capital.
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Según la secretaria, con el fin de avanzar en el cumplimiento del Acuerdo de Emergencia Climática la Administración, ha avanzado en los planes de manejo ambiental de las áreas protegidas, el control de la calidad hídrica del Río Bogotá; promoción del ecourbanismo y construcción sostenible. Además, se han promovido actividades de educación ambiental que buscan restaurar, recuperar y proteger los ecosistemas de la ciudad.
Por otra parte, la funcionaria afirma que la renovación de la flota de transporte público, la vinculación de la ciudadanía y las empresas al Pacto Unidos por un Nuevo Aire y los operativos de control a fuentes móviles y fijas son fundamentales para disminuir los riesgos de afectación a la calidad del aire y en general al medio ambiente.
A pesar de estos esfuerzos, algunos estudios señalan que la calidad del aire en Bogotá no es la mejor. Según una investigación realizada por la Universidad de Los Andes, la distribución de la calidad del aire es desigual, pues, solo el 10 % de los ciudadanos respiren aire de buena calidad. La investigación resalta que, los habitantes de las localidades de Ciudad Bolívar, Kennedy y Bosa, y en donde los niveles socioeconómicos son bajos, resultaron ser los más afectados.
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Estos se debe a que muchas de las vías de estos sectores se encuentran despavimentadas y, a está contaminación se suma la generada por el humo de las fábricas, industrias o de los carros. “Hay polvo en el aire de zonas despavimentadas, en donde el viento a través de procesos erosivos hace que ese material particulado quede resuspendido en el aire”, resalta la investigación.
Por lo cual, se propone implementar tres escenarios de política que mejorarían la calidad del aire: la pavimentación de calles destapadas, la sustitución de combustible carbón por gas natural en la industria y la renovación de vehículos diésel de vieja tecnología por vehículos diésel-Euro IV.