Dos años de los Camad en la capital
Ya son 10 Centros de Atención Móviles a Drogodependientes, que funcionan en la ciudad. Secretaría de Salud responde a las críticas y dice que busca aumentarlos a 19.
Santiago valenzuela
Han pasado dos años desde que el alcalde Gustavo Petro abrió los Centros de Atención Médica a Drogodependientes (Camad): puntos médicos diseñados para la población vulnerable de la ciudad, especialmente para habitantes de la calle y adictos a sustancias psicoactivas. El primer Camad se instaló en el ‘Bronx’, zona con alto nivel de delincuencia y microtráfico. Médicos, odontólogos, psicólogos y trabajadores sociales fueron los integrantes de este primer centro.
Hoy operan 10 Camad en la ciudad y proyectan inaugurar cinco más este mes. Para 2015 la Secretaría de Salud necesita $7.600 millones para cubrir los costos operativos de los 19 Camad que esperan tener el próximo año. Para conseguirlos la entidad necesita que el Concejo apruebe el presupuesto, el cual ya pasó en primer debate.
Sin embargo, lo que en principio fue novedoso, hoy enfrenta cuestionamientos como los del concejal y precandidato a la alcaldía Antonio Sanguino, de la Alianza Verde, quien ha realizado un seguimiento a estos centros..
Para Sanguino, el modelo Camad fue copiado del programa canadiense Insite, que ofrece asistencia para los drogodependientes. Entrega agujas limpias y realiza procesos de rehabilitación. Sin embargo, “los Camad no cumplen con la función para lo que fueron creados, pues no ofrecen asistencia en sustitución y mucho menos en rehabilitación”, dice el concejal. Aunque admite que los centros “cumplen con sus metas en atención odontológica y curaciones”, critica los costos que ha generado su mantenimiento ya que entre septiembre de 2012 y agosto de 2013, por ejemplo, se desembolsaron $2.150 millones para el programa.
La lista de críticas es larga. Por ejemplo, el concejal señala que “ninguno de los funcionarios del Camad de Rafael Uribe tiene experiencia en sustancias psicoactivas. En el del Sur, de 12 funcionarios, siete no están capacitados en tratamiento de estas sustancias. En el Bronx deberían atender 12 funcionarios contratados, pero sólo hay ocho, de los cuales cinco no tienen experiencia. No tienen contratado a un odontólogo, sino a un higienista oral. La línea de atención 018000112439 sólo atiende de lunes a viernes, de 8 a.m. a 10 p.m. Cuando los pacientes son remitidos a los hospitales San Blas o Santa Clara realizan una desintoxicación de dos meses, pero no existe un acompañamiento terapéutico. La dependencia física es lo único que trabajan y no se está ahondando en la dependencia psicológica”. Ante esto, el concejal se pregunta si la inversión es efectiva.
Sanguino también soporta su argumento en la advertencia que hizo la Contraloría Distrital sobre los Camad, la cual señala que de los $2.150 millones que el Distrito invirtió entre septiembre de 2012 y agosto de 2013 para estos centros, el 60% ($1.280 millones) fue para pagar recurso humano, mientras que el 40% restante ($869 millones) se destinó para gastos de administración, gasolina y papelería.
Balance de la Secretaría
Ante los cuestionamientos que expuso el concejal Sanguino, la Secretaría de Salud realizó un balance sobre la estrategia de los Camad. Entre septiembre de 2012 y el mismo periodo de 2014 han atendido 15.897 personas, de las cuales 3.416 han sido remitidas para recibir tratamiento contra la adicción. “Dado que los Camad no están concebidos como instancias de tratamiento especializado y/o rehabilitación, sino como una puerta de entrada a los servicios de salud, no es posible reportar desde esta instancia cifras consistentes en ‘rehabilitación completa’”, señala la entidad.
La Secretaría precisa que la estrategia de los Camad busca “modificar los patrones de consumo” a través de la “promoción de hábitos de vida saludable para los habitantes de calle, jóvenes en riesgo de consumo, recicladores, bici taxistas, personas en ejercicio de la prostitución y miembros de barras de fútbol”. Así, el objetivo principal de estos centros médicos consiste en entregar un acceso a la salud que antes no existía. En los dos años que lleva el programa la Secretaría de Salud ha invertido $3.738 millones, lo que significa un costo por persona atendida de $117.560.
De acuerdo con la entidad, 1.683 ciudadanos han sido valorados en el área de psiquiatría y se realizaron 1.180 pruebas de VIH. “Se han desarrollado cerca de 17 mil acciones colectivas con énfasis en escucha activa para la población vulnerable y con alto riesgo de situaciones asociadas al consumo de sustancias psicoactivas”, dice la entidad. El radio de acción de los Camad se extiende en las localidades de Mártires, Santa Fe, Candelaria, Kennedy, Puente Aranda, Rafael Uribe / Antonio Nariño, Bosa, Chapinero, Suba y Ciudad Bolívar.
Una pregunta reiterativa frente a los Camad es cuánto cuesta mantenerlos. Al respecto, la Secretaría señala que los Camad con vehículo tienen un costo de $39 millones mensuales, lo que implica una inversión anual de $468 millones. Estos centros están conformados por: coordinador, médico, odontólogo, auxiliar de enfermería, promotor, conductor, digitador, trabajador social y dos psicólogos. Por otro lado, los Camad que funcionan como “centros itinerantes de abordaje integral para jóvenes”, tienen un costo de $27 millones mensuales ($324 millones al año). Pero en estos no hay servicio de odontólogo y auxiliares de enfermería. En su lugar, tiene gestor comunitario y técnico en sistemas.
Sobre las inconsistencias que señaló Sanguino en relación a la contratación de talento humano, la Secretaría dijo que a corte de septiembre de este año han sido vinculados 63 profesionales y 28 técnicos para la estrategia Camad que “cuentan con las capacidades técnicas, conceptuales y humanas suficientes que se requieren para realizar el abordaje de este tipo de población, por tanto son idóneos y tienen experiencia”. Además, precisó que en el Hospital Santa Clara “se prestan servicios de consulta externa especializada por psiquiatría y psicología. También se desarrolla el programa de atención ambulatoria y el programa de atención residencial” para los adictos. En el listado que tiene la Secretaría de Salud sobre los profesionales en los Camad aparece que los únicos que no tienen experiencia en sustancias psicoactivas son digitadores, conductores e higienistas.
La Secretaría espera aumentar el impacto que tienen los Camad en la población. Por ejemplo, contempla una estrategia para mitigar el consumo de sustancias psicoactivas en “población mayor de edad perteneciente a grupos LGBTI, punk, rock y música electrónica.
Además, una estrategia de consumo responsable de alcohol”.
Por último, la Secretaría responde que los Camad no fueron creados a través del programa canadiense Insite. Según la entidad, la estrategia, desde un principio, se sustentó en “el estudio nacional de consumo de sustancias psicoactivas de 2008, que hizo la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE) y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). Como experiencias internacionales, la Secretaría dice que tuvo en cuenta estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Además, diseñó el programa tomando como referencia “los fundamentos conceptuales y las herramientas metodológicas del programa global de UNODC Red Mundial de Centros de Tratamiento y Rehabilitación (TREATNET). Será el Concejo el que decida si vale la pena o no apostarle a la estrategia.
svalenzuela@elespectador.com
@santiagov72
Han pasado dos años desde que el alcalde Gustavo Petro abrió los Centros de Atención Médica a Drogodependientes (Camad): puntos médicos diseñados para la población vulnerable de la ciudad, especialmente para habitantes de la calle y adictos a sustancias psicoactivas. El primer Camad se instaló en el ‘Bronx’, zona con alto nivel de delincuencia y microtráfico. Médicos, odontólogos, psicólogos y trabajadores sociales fueron los integrantes de este primer centro.
Hoy operan 10 Camad en la ciudad y proyectan inaugurar cinco más este mes. Para 2015 la Secretaría de Salud necesita $7.600 millones para cubrir los costos operativos de los 19 Camad que esperan tener el próximo año. Para conseguirlos la entidad necesita que el Concejo apruebe el presupuesto, el cual ya pasó en primer debate.
Sin embargo, lo que en principio fue novedoso, hoy enfrenta cuestionamientos como los del concejal y precandidato a la alcaldía Antonio Sanguino, de la Alianza Verde, quien ha realizado un seguimiento a estos centros..
Para Sanguino, el modelo Camad fue copiado del programa canadiense Insite, que ofrece asistencia para los drogodependientes. Entrega agujas limpias y realiza procesos de rehabilitación. Sin embargo, “los Camad no cumplen con la función para lo que fueron creados, pues no ofrecen asistencia en sustitución y mucho menos en rehabilitación”, dice el concejal. Aunque admite que los centros “cumplen con sus metas en atención odontológica y curaciones”, critica los costos que ha generado su mantenimiento ya que entre septiembre de 2012 y agosto de 2013, por ejemplo, se desembolsaron $2.150 millones para el programa.
La lista de críticas es larga. Por ejemplo, el concejal señala que “ninguno de los funcionarios del Camad de Rafael Uribe tiene experiencia en sustancias psicoactivas. En el del Sur, de 12 funcionarios, siete no están capacitados en tratamiento de estas sustancias. En el Bronx deberían atender 12 funcionarios contratados, pero sólo hay ocho, de los cuales cinco no tienen experiencia. No tienen contratado a un odontólogo, sino a un higienista oral. La línea de atención 018000112439 sólo atiende de lunes a viernes, de 8 a.m. a 10 p.m. Cuando los pacientes son remitidos a los hospitales San Blas o Santa Clara realizan una desintoxicación de dos meses, pero no existe un acompañamiento terapéutico. La dependencia física es lo único que trabajan y no se está ahondando en la dependencia psicológica”. Ante esto, el concejal se pregunta si la inversión es efectiva.
Sanguino también soporta su argumento en la advertencia que hizo la Contraloría Distrital sobre los Camad, la cual señala que de los $2.150 millones que el Distrito invirtió entre septiembre de 2012 y agosto de 2013 para estos centros, el 60% ($1.280 millones) fue para pagar recurso humano, mientras que el 40% restante ($869 millones) se destinó para gastos de administración, gasolina y papelería.
Balance de la Secretaría
Ante los cuestionamientos que expuso el concejal Sanguino, la Secretaría de Salud realizó un balance sobre la estrategia de los Camad. Entre septiembre de 2012 y el mismo periodo de 2014 han atendido 15.897 personas, de las cuales 3.416 han sido remitidas para recibir tratamiento contra la adicción. “Dado que los Camad no están concebidos como instancias de tratamiento especializado y/o rehabilitación, sino como una puerta de entrada a los servicios de salud, no es posible reportar desde esta instancia cifras consistentes en ‘rehabilitación completa’”, señala la entidad.
La Secretaría precisa que la estrategia de los Camad busca “modificar los patrones de consumo” a través de la “promoción de hábitos de vida saludable para los habitantes de calle, jóvenes en riesgo de consumo, recicladores, bici taxistas, personas en ejercicio de la prostitución y miembros de barras de fútbol”. Así, el objetivo principal de estos centros médicos consiste en entregar un acceso a la salud que antes no existía. En los dos años que lleva el programa la Secretaría de Salud ha invertido $3.738 millones, lo que significa un costo por persona atendida de $117.560.
De acuerdo con la entidad, 1.683 ciudadanos han sido valorados en el área de psiquiatría y se realizaron 1.180 pruebas de VIH. “Se han desarrollado cerca de 17 mil acciones colectivas con énfasis en escucha activa para la población vulnerable y con alto riesgo de situaciones asociadas al consumo de sustancias psicoactivas”, dice la entidad. El radio de acción de los Camad se extiende en las localidades de Mártires, Santa Fe, Candelaria, Kennedy, Puente Aranda, Rafael Uribe / Antonio Nariño, Bosa, Chapinero, Suba y Ciudad Bolívar.
Una pregunta reiterativa frente a los Camad es cuánto cuesta mantenerlos. Al respecto, la Secretaría señala que los Camad con vehículo tienen un costo de $39 millones mensuales, lo que implica una inversión anual de $468 millones. Estos centros están conformados por: coordinador, médico, odontólogo, auxiliar de enfermería, promotor, conductor, digitador, trabajador social y dos psicólogos. Por otro lado, los Camad que funcionan como “centros itinerantes de abordaje integral para jóvenes”, tienen un costo de $27 millones mensuales ($324 millones al año). Pero en estos no hay servicio de odontólogo y auxiliares de enfermería. En su lugar, tiene gestor comunitario y técnico en sistemas.
Sobre las inconsistencias que señaló Sanguino en relación a la contratación de talento humano, la Secretaría dijo que a corte de septiembre de este año han sido vinculados 63 profesionales y 28 técnicos para la estrategia Camad que “cuentan con las capacidades técnicas, conceptuales y humanas suficientes que se requieren para realizar el abordaje de este tipo de población, por tanto son idóneos y tienen experiencia”. Además, precisó que en el Hospital Santa Clara “se prestan servicios de consulta externa especializada por psiquiatría y psicología. También se desarrolla el programa de atención ambulatoria y el programa de atención residencial” para los adictos. En el listado que tiene la Secretaría de Salud sobre los profesionales en los Camad aparece que los únicos que no tienen experiencia en sustancias psicoactivas son digitadores, conductores e higienistas.
La Secretaría espera aumentar el impacto que tienen los Camad en la población. Por ejemplo, contempla una estrategia para mitigar el consumo de sustancias psicoactivas en “población mayor de edad perteneciente a grupos LGBTI, punk, rock y música electrónica.
Además, una estrategia de consumo responsable de alcohol”.
Por último, la Secretaría responde que los Camad no fueron creados a través del programa canadiense Insite. Según la entidad, la estrategia, desde un principio, se sustentó en “el estudio nacional de consumo de sustancias psicoactivas de 2008, que hizo la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE) y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). Como experiencias internacionales, la Secretaría dice que tuvo en cuenta estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Además, diseñó el programa tomando como referencia “los fundamentos conceptuales y las herramientas metodológicas del programa global de UNODC Red Mundial de Centros de Tratamiento y Rehabilitación (TREATNET). Será el Concejo el que decida si vale la pena o no apostarle a la estrategia.
svalenzuela@elespectador.com
@santiagov72