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A pocas horas de que el ministro de Defensa, Diego Molano, confirmara que en la capital se activaría la presencia de militares del Ejército Nacional, esto tras la solicitud hecha por la alcaldesa Claudia López, con el fin de reducir los índices en dos delitos de alto impacto, el homicidio y el hurto, se registraron dos hechos delictivos en el norte de Bogotá.
Si bien los patrullajes de las unidades militares, en coordinación con la Policía Metropolitana no están focalizados en los sectores en donde ocurrieron estos dos hurtos, lo que ahora se presunta la ciudadanía es si será necesario que se despliegue la fuerza pública a lo largo y ancho de toda la capital, ya que el impacto de sus acciones delincuenciales no solo es al sur y occidente de Bogotá.
El primer caso se presentó durante la noche de este miércoles 15 de septiembre, en el barrio La Castellana (Barrios Unidos), cuando un grupo de por lo menos nueve personas que salieron de un culto de la iglesia cristiana El Lugar de Su presencia, fueron abordados por dos sujetos armados quienes les robaron los celulares y demás objetos de valor.
Según manifestó el edil de la localidad de Suba, Andrés Cortés, quien fue una de las víctimas, el hecho ocurrió en una cafetería frente al centro religioso, hasta donde ingresaron los señalados y los amenazaron. “El administrador del sitio avisó al frente de seguridad, por un grupo de Whatsapp que es lo que siempre se ha fomentado en esta administración, los frentes de seguridad. Él avisó que había gente extraña pero la policía llegó 20 minutos después”, indicó en declaraciones a Blu Radio.
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Ya para la mañana de este jueves 16 de septiembre ocurrió el otro atraco. Esta vez se trató de un grupo de por lo menos tres hombres quienes abordaron un bus del Sitp que se movilizaba por la avenida Boyacá con calle 72, a las 6 a.m. Según información oficial en el vehículo se movilizaban 20 personas quienes fueron atracadas con un arma de fuego y armas blancas. Los delincuentes alcanzaron la huir y no pudieron ser identificados.
Luego de conocer este último hurto, y en coordinación con los trabajos que viene adelantando la Policía Metropolitana, la Policía de Tránsito y Transporte dispuso de 154 uniformados para adelantar labores de seguridad a buses y estaciones de Transmilenio.
“Estaremos trabajando de manera articulada con agentes de la Sijín, de investigación criminal, con el fin de reducir el delito en el sistema. Hurto de celulares y hurto a personas que son los más denunciados en estaciones y buses”, indicó el general Juan Libreros, director de la Policía de Tránsito.