El 73% de pasajeros no deja salir primero y otras reveladoras cifras de Transmilenio
La Personería de Bogotá realizó un estudio en cada estación, encontrando que en el 63 % de los portales, no se evidenció policía en las plataformas; en el 74 % de puentes peatonales hay presencia de ventas ambulantes, entre otros datos.
La Personería de Bogotá dio a conocer un detallado informe que realizó a lo largo del tercer trimestre de 2023. Funcionarios del ente de control recorrieron una a una las estaciones para medir cada aspecto de la experiencia de viajar en Transmilenio. El informe da cuenta, entre otras cosas, de los tiempos en los que cada usuario tarda en ingresar; índice de colados; infraestructura y cultura ciudadana. En algunos aspectos el sistema se rajó.
El documento fue terminado en el último trimestre del año anterior y se desarrolló a partir de un ejercicio de observación y recopilación de información en el 100% de las estaciones y portales de Transmilenio. El análisis se enfoca en aspectos físicos alrededor de la prestación del servicio que mueve a 2.560.000 millones de capitalinos a diario.
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Presencia policial
De acuerdo al ente de control, en el 25 % de las estaciones no se identificó presencia de miembros de la Policía. En el 10 % de ellas ni siquiera se observó personal de vigilancia adscrito a Transmilenio. En el 63 % de los portales, no se evidenció presencia policial en las respectivas plataformas ejerciendo actividades de vigilancia y control.
Problemas para ingresar a estaciones y portales
El acceso a las estaciones y portales es incómodo en muchas estaciones del sistema. Incluso, a través de puentes peatonales, el acceso tiene obstrucciones en el tránsito de los usuarios. Se encontraron fallas en el 11 % de los pisos o láminas de estos pasos elevados, así como deficiencias en barandas o pasamanos.
La Personería añade que ingreso por pasos a nivel o cruces semafóricos se ve afectado por el mal estado del espacio público o las calzadas por donde los transeúntes deben circular. Se evidenció que en el 31 % de estas zonas existe algún tipo de falla física que pone en riesgo la seguridad de los peatones.
También preocupa la presencia de ventas ambulantes sobre puentes peatonales, ya que en el 74 % de ellos, se exponen mercancías que obstruyen, en más del 50 % de ellos, el normal flujo de los peatones. Igualmente, se evidenció mercancía expuesta en las barandas, ya que generan riesgo por caída desde altura y revisten la posibilidad de ocasionar accidentes.
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Demoras para validar el acceso y colados
La infraestructura existente para atender la compra de pasajes por parte de los usuarios funciona al 66 % de su capacidad instalada. Este mismo aspecto fue objeto de validación en los portales, encontrando que el promedio de operación de las ventanillas de recarga manual, respecto del total de módulos dispuestos para esta labor, es del 65 %, cifra muy similar a la obtenida, en las estaciones. Los portales más críticos en este sentido son El Dorado, Sur, 20 de Julio y Portal Norte.
Los módulos de recarga automática, que ofrecen otra alternativa para la compra de pasajes, solo operan en el 89 % de las estaciones, pero en el 6 % de ellas, estos dispositivos no se encontraban en funcionamiento al momento de la visita.
Otro dato que encontró la Personería es que el tiempo promedio para el ingreso a las estaciones es de 72 segundos, es decir, 1 minuto y 12 segundos. Sin embargo, se encontraron picos en algunas estaciones, donde estos tiempos son superiores, los cuales oscilan entre 8 minutos 20 segundos y 3 minutos 21 segundos.
En cuanto a los colados, en el 35 % de entradas, las personas evadieron la validación del pasaje mediante diferentes maniobras y solo en 4 estaciones, el personal de vigilancia, de apoyo o de la policía realizó algún llamado de atención. “Esto confirma que el fenómeno de evasión se mantiene, sin que Transmilenio despliegue medidas de fondo que permitan erradicar esta situación, que, como se ha demostrado en otros ejercicios de prevención y control, afectan gravemente las finanzas de la ciudad”, agregó la el ente en su informe.
Fallas en la cultura ciudadana y el control
La cultura ciudadana es otro factor que no funciona bien en Bogotá. En el 73 % de los casos, los usuarios no cumplen con la premisa de “dejar salir primero es ingresar más rápido”. En algunos casos se evidenciaron que esto puede ocasionar graves riesgos para la integridad y seguridad de los propios usuarios.
En los vagones donde los viajeros deben esperar distintas rutas, se identificó que en el 63% de los casos, los usuarios impiden o dificultan el paso de otros pasajeros, por cuanto estos últimos deben sobrepasarlos, muchas veces a empujones, lo que genera situaciones de caos e intolerancia.
Equipamientos
Al interior de los buses articulados existen 8 sillas azules, y 14 en los biarticulados, destinadas a población prioritaria, las cuales resultan “insuficientes”, o son ocupadas por personas a las que no están destinadas. En el ejercicio de inspección se cuantificaron hasta 30 personas objeto de este derecho que no viajaban sentadas, situación que prevalece en el 44% de los buses.
“Considerando que estos hallazgos están conectados con variables como la disposición de las rutas en estaciones y portales, la frecuencia de los buses, las dimensiones de la respectiva estación o portal, el personal desplegado para el control de ingreso a los buses y la cultura ciudadana, es imperativo para Transmilenio analizar estas cifras de modo que se puedan desplegar estrategias efectivas, que mejoren la experiencia de los usuarios y se garanticen los derechos de las personas más vulnerables dentro del Sistema”, concluyó el p ersonero de Bogotá, Julián Pinilla Malagón.
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La Personería de Bogotá dio a conocer un detallado informe que realizó a lo largo del tercer trimestre de 2023. Funcionarios del ente de control recorrieron una a una las estaciones para medir cada aspecto de la experiencia de viajar en Transmilenio. El informe da cuenta, entre otras cosas, de los tiempos en los que cada usuario tarda en ingresar; índice de colados; infraestructura y cultura ciudadana. En algunos aspectos el sistema se rajó.
El documento fue terminado en el último trimestre del año anterior y se desarrolló a partir de un ejercicio de observación y recopilación de información en el 100% de las estaciones y portales de Transmilenio. El análisis se enfoca en aspectos físicos alrededor de la prestación del servicio que mueve a 2.560.000 millones de capitalinos a diario.
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Presencia policial
De acuerdo al ente de control, en el 25 % de las estaciones no se identificó presencia de miembros de la Policía. En el 10 % de ellas ni siquiera se observó personal de vigilancia adscrito a Transmilenio. En el 63 % de los portales, no se evidenció presencia policial en las respectivas plataformas ejerciendo actividades de vigilancia y control.
Problemas para ingresar a estaciones y portales
El acceso a las estaciones y portales es incómodo en muchas estaciones del sistema. Incluso, a través de puentes peatonales, el acceso tiene obstrucciones en el tránsito de los usuarios. Se encontraron fallas en el 11 % de los pisos o láminas de estos pasos elevados, así como deficiencias en barandas o pasamanos.
La Personería añade que ingreso por pasos a nivel o cruces semafóricos se ve afectado por el mal estado del espacio público o las calzadas por donde los transeúntes deben circular. Se evidenció que en el 31 % de estas zonas existe algún tipo de falla física que pone en riesgo la seguridad de los peatones.
También preocupa la presencia de ventas ambulantes sobre puentes peatonales, ya que en el 74 % de ellos, se exponen mercancías que obstruyen, en más del 50 % de ellos, el normal flujo de los peatones. Igualmente, se evidenció mercancía expuesta en las barandas, ya que generan riesgo por caída desde altura y revisten la posibilidad de ocasionar accidentes.
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Demoras para validar el acceso y colados
La infraestructura existente para atender la compra de pasajes por parte de los usuarios funciona al 66 % de su capacidad instalada. Este mismo aspecto fue objeto de validación en los portales, encontrando que el promedio de operación de las ventanillas de recarga manual, respecto del total de módulos dispuestos para esta labor, es del 65 %, cifra muy similar a la obtenida, en las estaciones. Los portales más críticos en este sentido son El Dorado, Sur, 20 de Julio y Portal Norte.
Los módulos de recarga automática, que ofrecen otra alternativa para la compra de pasajes, solo operan en el 89 % de las estaciones, pero en el 6 % de ellas, estos dispositivos no se encontraban en funcionamiento al momento de la visita.
Otro dato que encontró la Personería es que el tiempo promedio para el ingreso a las estaciones es de 72 segundos, es decir, 1 minuto y 12 segundos. Sin embargo, se encontraron picos en algunas estaciones, donde estos tiempos son superiores, los cuales oscilan entre 8 minutos 20 segundos y 3 minutos 21 segundos.
En cuanto a los colados, en el 35 % de entradas, las personas evadieron la validación del pasaje mediante diferentes maniobras y solo en 4 estaciones, el personal de vigilancia, de apoyo o de la policía realizó algún llamado de atención. “Esto confirma que el fenómeno de evasión se mantiene, sin que Transmilenio despliegue medidas de fondo que permitan erradicar esta situación, que, como se ha demostrado en otros ejercicios de prevención y control, afectan gravemente las finanzas de la ciudad”, agregó la el ente en su informe.
Fallas en la cultura ciudadana y el control
La cultura ciudadana es otro factor que no funciona bien en Bogotá. En el 73 % de los casos, los usuarios no cumplen con la premisa de “dejar salir primero es ingresar más rápido”. En algunos casos se evidenciaron que esto puede ocasionar graves riesgos para la integridad y seguridad de los propios usuarios.
En los vagones donde los viajeros deben esperar distintas rutas, se identificó que en el 63% de los casos, los usuarios impiden o dificultan el paso de otros pasajeros, por cuanto estos últimos deben sobrepasarlos, muchas veces a empujones, lo que genera situaciones de caos e intolerancia.
Equipamientos
Al interior de los buses articulados existen 8 sillas azules, y 14 en los biarticulados, destinadas a población prioritaria, las cuales resultan “insuficientes”, o son ocupadas por personas a las que no están destinadas. En el ejercicio de inspección se cuantificaron hasta 30 personas objeto de este derecho que no viajaban sentadas, situación que prevalece en el 44% de los buses.
“Considerando que estos hallazgos están conectados con variables como la disposición de las rutas en estaciones y portales, la frecuencia de los buses, las dimensiones de la respectiva estación o portal, el personal desplegado para el control de ingreso a los buses y la cultura ciudadana, es imperativo para Transmilenio analizar estas cifras de modo que se puedan desplegar estrategias efectivas, que mejoren la experiencia de los usuarios y se garanticen los derechos de las personas más vulnerables dentro del Sistema”, concluyó el p ersonero de Bogotá, Julián Pinilla Malagón.
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