“El arte pasó de ser un accesorio a producir $17 billones en Bogotá”, director Idartes
En cuatro años, 12 millones de bogotanas y bogotanos disfrutaron de los conciertos Al Parque y escenarios artísticos de la capital, así como de estímulos que llegaron a los barrios de la ciudad. Pese a que el presupuesto no pasa del billón de pesos, Idartes cierra el año con la entrega de importantes renovaciones como el Planetario y Teatro El Parque y proyecta una industria cultural productiva para Bogotá.
Juan Camilo Parra
Bogotá cuenta con uno de los presupuestos más gruesos para el arte y la cultura de Suramérica, que este año completó los $676.250 millones. Mauricio Galeano, director del Instituto Distrital de las Artes -Idartes- cuenta cómo en Bogotá el sector cultural creció en este último periodo bajo una apuesta de tocar el ADN de los capitalinos, restaurando infraestructura de escenarios, y de las proyecciones de este sector que representa “el quinto renglón de la economía”.
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Bogotá cuenta con uno de los presupuestos más gruesos para el arte y la cultura de Suramérica, que este año completó los $676.250 millones. Mauricio Galeano, director del Instituto Distrital de las Artes -Idartes- cuenta cómo en Bogotá el sector cultural creció en este último periodo bajo una apuesta de tocar el ADN de los capitalinos, restaurando infraestructura de escenarios, y de las proyecciones de este sector que representa “el quinto renglón de la economía”.
¿Cuál fue la apuesta e inversión de esta cartera por el arte y la cultura?
Hacer que las artes sean parte de la vida cotidiana de la ciudadanía, de los artistas y creadores, pero también llegar a los barrios y personas que no son “público”, a la gente que no necesariamente conoce o sabe qué ocurre dentro de un teatro o dentro de una galería. En el último año, tuvimos un presupuesto de $235.000 millones, uno de los más altos en las últimas administraciones, lo que permitió que el 95% de las actividades escénicas fueran gratis. Para llegar a cada una de las localidades se destinaron $39 mil millones en actividades culturales. También invertimos en mejorar la infraestructura de varios sitios icónicos que llevaban años sin una renovación.
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¿Cómo cuáles?
La renovación integral del Planetario fue una apuesta de más de 6.000 millones. Rediseñamos el lugar reubicando salas y creando nuevas. Antes se podía entrar solo después de pagar la entrada, ahora es un lugar al que se pueda ingresar y ver las exposiciones como las diferentes salas. El domo ahora cuenta con nuevo sistema de proyección, cambiamos el sistema “hormiga” que tenía luces obsoletas y funcionó por 50 años, y cuyos repuestos ya no se conseguían o estaban rezagados 20 años. Esto provocaba, incluso, que se vieran menos estrellas, afectando la precisión del domo. Ahora las sillas se pueden retirar como la tarima central para crear nuevas experiencias.
Toda la adecuación consume menos energía, optimizando recursos, y permite ahora que el Planetario sea el más actualizado de América Latina. Está conectado con los planetarios del mundo, llegando incluso a captar las imágenes del telescopio espacial James Webb. Esta renovación estará abierta al público completamente el próximo 27 de diciembre con la proyección de El Dorado, una película producida por Idartes y el Instituto Distrital de Turismo.
Otras renovaciones a la que le apostamos fue al Teatro Jorge Eliécer Gaitán, cambiamos la luces, las consolas de sonido y mejoramos el sistema contra incendios; renovamos el Castillo de las Artes, pusimos a funcionar el Centro Cultural Compartir, ubicado en la parte alta de Ciudad Bolívar; y recientemente renovamos el Teatro El Parque, quizá el más antiguo y pionero en la región en teatro para niños, creado hace 86 años, pero que estuvo cerrado los últimos dos; por último, la Media Torta queda con los diseños y estudios para su renovación.
Este año la ciudad reportó la asistencia más alta en festivales Al Parque, ¿cómo reconfiguran estos espacios la ciudad?
Consolidamos en estos años en total 22 festivales propios, entre los más conocidos los musicales Al Parque. Con la asistencia de estos cuatro años, contamos 12 millones 700.000 personas. Esto, recordando que en 2019 y 2020 no se pudieron hacer por la pandemia. Lo que quisimos en ese periodo post, fue recuperar la confianza de las personas y entregarles espacios seguros para que vivan el arte y la música. Son festivales abiertos, gratuitos y que abarcan todos los públicos. La cifra lo que indica es que en estos años llegamos a más personas de las que viven en Bogotá y cada vez más hay interés por estos eventos.
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Algunos critican a los estímulos entregados por Idartes ¿Qué tanto fue su alcance y qué hicieron para mejorarlos?
Es verdad que los artistas de base que están en las localidades muchas veces dicen no, yo no me presento una beca Distrital porque eso o es muy complicado o se la ganan los mismos, casi siempre generan dinámicas de autoexclusión. Frente a esto creamos Es Cultura Local, pensando en otro estímulo que sea para artistas (aproximadamente 13.000) que aún no están preparados para una beca distrital, pero que más adelante podrán hacerlo como ya ha pasado.
También se hizo un trabajo, volteando la mirada a los artistas urbanos y callejeros. Hicimos un proceso de estímulos con la línea de arte de calle, que fueron estímulos pensados en artistas que trabajan en el espacio público y que, hasta este momento, no habían tenido otra manera distinta de relacionarse con el Distrito, ni con nada oficial. Los artistas de espacio público son los caricaturistas de la séptima, las estatuas humanas y músicos que están por Usaquén. De ahí nace el festival Arte a la Calle, en el que estos artistas pueden subirse por primera vez a una tarima.
¿Cuántas becas distritales se entregaron?
En el cuatrienio se entregaron estímulos a acerca de 200.000 artistas, la mayoría de ellos económicos, becas, o apoyos concertados. Parte de esos recursos se van directamente a financiar proyectos específicos. 57.000 unidades de producción asociadas a las artes también se vieron beneficiadas por los estímulos. Aunque mayoría son económicos, también tenemos estímulos que tienen que ver con procesos de cualificación, a través de fortalecimiento en práctica artística específica o en formulación de proyectos o en circulación internacional.
Idartes tiene a su cargo la gerencia de artes audiovisuales, ¿cómo fue el trabajo por el cine local?
Manejamos tres bloques en este aspecto. El primero, la Cinemateca de Bogotá, que si bien fue construida en administraciones anteriores, se inauguró en 2019 y cerró en marzo de 2020. Tuvimos que poner a andar la Cinemateca en estas condiciones. Ahora está en su esplendor con cuatro salas de proyección, un espacio de galería, espacios de laboratorio, los laboratorios de restauración que han sido eje de trabajo de restauración de películas con Patrimonio Fílmico. Iniciaron talleres hace poco, por ejemplo, sobre audiovisual expandido al feminismo, por ejemplo, y lo que hizo fue plantear cómo se pueden generar contenidos muy desde el feminismo y desde la lucha contra las violencias de género, a partir de realidades mixtas y realidades aumentadas y como la audiovisual se vuelve una herramienta para la difusión de este tipo.
¿Qué estímulos hay para hacer cine en Bogotá?
Además de las becas distritales audiovisuales, creamos la Cinemateca Rodante, que impulsa procesos de formación. Pero es una formación que sobre todo busca la agremiación de los artistas para que se junten en torno a un proyecto y sobre ese proyecto, desarrollarlo. Varios de estos se han ganado premios internacionales; hace poco tuvimos uno que fue muy conmovedor sobre un grupo de niñas de la prisión El Redentor. Esto se añade al trabajo que hacemos con la Comisión Fílmica de Bogotá, con la que gestionamos los permisos para grabar en la ciudad, haciendo valoraciones. Con estos recursos podemos invertir en los proyectos de cine local.
Con la Comisión también trajimos el año pasado el Cineposium en Bogotá, después de Estados Unidos, somos la segunda ciudad en América con concentrar a los directores y directoras del mundo. Allí también se expusieron las ventajas de grabar en la capital.
¿Cómo se entiende el arte en la ciudad tras su paso por Idartes?
El arte está metido dentro del ADN de la ciudad, creo que hemos transformado esas maneras de entender el arte en la ciudad, ya no somos los últimos de la fila cuando se trata de hablar de política pública. Somos el quinto renglón de la economía, por encima de la construcción, lo cual llena de posibilidades a la ciudad, porque no todas las industrias tienen que ser pesadas para ser productivas -aunque todas son pesadas porque tienen impacto-, en el arte y los procesos artísticos, creativos y culturales hay un potencial de desarrollo económico gigantesco para la ciudad y eso lo hemos visto en estos cuatro años.
El negocio cambió, dejamos de ser un accesorio para producir cerca de $17 billones de pesos al año a la economía de la ciudad, con una inversión pública que si sumamos todo el sector es de un billón al año, que decir que cada peso que se invierte en cultura en la ciudad se revierten 17 veces.
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