El balance que dejó la final del fútbol profesional colombiano en Bogotá
Según el secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, unos 3.000 hinchas no atendieron la recomendación de disfrutar la final desde sus hogares. Los principales puntos de aglomeración fueron Gran Estación y Lourdes.
Los hinchas del América de Cali celebran la victoria de su equipo en la final del fútbol profesional colombiano. Aunque el evento deportivo se realizó a puerta cerrada, miles salieron a las calles para vivir esta jornada deportiva. Esto a pesar de las recomendaciones que se hicieron desde del gobierno y de los representantes de las hinchadas por quedarse en casa.
Hay que resaltar que fue una minoría, si se tiene en cuenta el total de las hinchadas que agrupan los equipos de Santa Fe y América de Cali, pero los 3.000 aficionados que, calcula Secretaría de Gobierno, desatendieron las medidas de bioseguridad, son considerables cuando se habla del riesgo de un aumento en la cantidad de contagios de coronavirus en la capital.
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Desde temprano, en redes sociales, se viralizaron las imágenes de aficionados aglomerados en distintos puntos de la ciudad. El panorama llevó a que hacia el mediodía la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, restringiera la venta y el consumo de licor; cerrara el sistema de transporte masivo Transmilenio desde las seis de la tarde, y restingiera el transporte público y privado desde la medianoche y hasta las cuatro de la mañana de este lunes.
En su cuenta de Twitter, López agradeció a la mayoría de hinchas por cumplir con las medidas de cuidado. “A pesar de la emoción mantuvieron una celebración en paz. Cero muertes, tres riñas sin desenlaces que lamentar. La final más pacífica. Logramos el Fútbol en Paz”, trinó la mandataria.
El balance de esta jornada, entregado por la Secretaría de Gobierno, dejó unos 300 comparendos, de los cuales 123 fueron por no respetar el toque de queda. También se incautaron 60 armas blancas, se registraron dos lesionados por riñas entre barristas, un quemado por pólvora, diez intoxicados con alcohol adulterado y 20 botellas de licor incautadas. Los principales sitios de aglomeración fueron Gran Estación y Lourdes.
Pero hay un dato más, que por lo pronto no es visible, y es el impacto de esta forma de celebración en las cifras de COVID-19. Expertos en epidemiología aseguran que estas aglomeraciones podrían derivar en un significativo aumento en los casos de contagio, y más teniendo en cuenta que muchos no llevaban tapabocas ( o lo tenían mal puesto), estaban gritando, cantando y tocando vuvuzelas. Todas actividades que generan aerosoles, que son el medio de contagio del coronavirus.
En entrevista con Blu Radio, el secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, aseguró que desde hace días se venían trabajando en estrategias que mitigaran la formación de aglomeraciones y realización de actos violentos en medio del festejo. “Trabajamos con las barras. Se hicieron todos los esfuerzos. Sin embargo, ellos mismos nos comunicaron que era imposible controlar que todos los hinchas se quedaran en casa”, dijo.
Para Gómez, en escenarios como estos es de vital importancia que las personas sean conscientes del autocuidado y del cuidado de los demás, ya que la administración de Claudia López no puede hacer un uso desgastante de medidas como toques de queda, las cuales, según lo explica, limitan las libertades de la ciudadanía.
Aglomeraciones como las que se registraron ayer, preocupan sobre el futuro de la ciudad en materia de Covid-19, pues ya se registran ocupaciones de UCI superiores al 70 %. Hay que recordar que las celebraciones navideñas, las muchedumbres que se han presentado en San Victorino, entre otros escenarios, han empeorado este panorama en la capital. De momento, Bogotá se mantiene con la medida de pico y cédula para mitigar esta realidad, pero si la ciudadanía no toma conciencia las restricciones podrían ser mayores.
Los hinchas del América de Cali celebran la victoria de su equipo en la final del fútbol profesional colombiano. Aunque el evento deportivo se realizó a puerta cerrada, miles salieron a las calles para vivir esta jornada deportiva. Esto a pesar de las recomendaciones que se hicieron desde del gobierno y de los representantes de las hinchadas por quedarse en casa.
Hay que resaltar que fue una minoría, si se tiene en cuenta el total de las hinchadas que agrupan los equipos de Santa Fe y América de Cali, pero los 3.000 aficionados que, calcula Secretaría de Gobierno, desatendieron las medidas de bioseguridad, son considerables cuando se habla del riesgo de un aumento en la cantidad de contagios de coronavirus en la capital.
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Desde temprano, en redes sociales, se viralizaron las imágenes de aficionados aglomerados en distintos puntos de la ciudad. El panorama llevó a que hacia el mediodía la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, restringiera la venta y el consumo de licor; cerrara el sistema de transporte masivo Transmilenio desde las seis de la tarde, y restingiera el transporte público y privado desde la medianoche y hasta las cuatro de la mañana de este lunes.
En su cuenta de Twitter, López agradeció a la mayoría de hinchas por cumplir con las medidas de cuidado. “A pesar de la emoción mantuvieron una celebración en paz. Cero muertes, tres riñas sin desenlaces que lamentar. La final más pacífica. Logramos el Fútbol en Paz”, trinó la mandataria.
El balance de esta jornada, entregado por la Secretaría de Gobierno, dejó unos 300 comparendos, de los cuales 123 fueron por no respetar el toque de queda. También se incautaron 60 armas blancas, se registraron dos lesionados por riñas entre barristas, un quemado por pólvora, diez intoxicados con alcohol adulterado y 20 botellas de licor incautadas. Los principales sitios de aglomeración fueron Gran Estación y Lourdes.
Pero hay un dato más, que por lo pronto no es visible, y es el impacto de esta forma de celebración en las cifras de COVID-19. Expertos en epidemiología aseguran que estas aglomeraciones podrían derivar en un significativo aumento en los casos de contagio, y más teniendo en cuenta que muchos no llevaban tapabocas ( o lo tenían mal puesto), estaban gritando, cantando y tocando vuvuzelas. Todas actividades que generan aerosoles, que son el medio de contagio del coronavirus.
En entrevista con Blu Radio, el secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, aseguró que desde hace días se venían trabajando en estrategias que mitigaran la formación de aglomeraciones y realización de actos violentos en medio del festejo. “Trabajamos con las barras. Se hicieron todos los esfuerzos. Sin embargo, ellos mismos nos comunicaron que era imposible controlar que todos los hinchas se quedaran en casa”, dijo.
Para Gómez, en escenarios como estos es de vital importancia que las personas sean conscientes del autocuidado y del cuidado de los demás, ya que la administración de Claudia López no puede hacer un uso desgastante de medidas como toques de queda, las cuales, según lo explica, limitan las libertades de la ciudadanía.
Aglomeraciones como las que se registraron ayer, preocupan sobre el futuro de la ciudad en materia de Covid-19, pues ya se registran ocupaciones de UCI superiores al 70 %. Hay que recordar que las celebraciones navideñas, las muchedumbres que se han presentado en San Victorino, entre otros escenarios, han empeorado este panorama en la capital. De momento, Bogotá se mantiene con la medida de pico y cédula para mitigar esta realidad, pero si la ciudadanía no toma conciencia las restricciones podrían ser mayores.