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                                                                                                                                El Bronx o la calle miseria

                                                                                                                                En dos cuadras, al sur de Bogotá, está expresada toda la degradación social. Un peluquero que ahí habita intenta salir adelante.

                                                                                                                                Laura Ardila Arrieta

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Hoy, en el sector deprimido de Bogotá llamado el Bronx los silbidos se escuchan más que nunca. Una camioneta y dos vehículos tipo Van de la Policía Metropolitana se han aparcado justo enfrente de una de las entradas de la zona, que va de las calles 9ª a la 10ª entre carreras 15A y 15B formando una especie de letra P. Mal contados, 30 hombres de verde bajan guiados por el mismísimo Comandante de la localidad de Mártires, el mayor Carlos Alberto Vanegas, y se disponen a entrar.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                La situación se mantendrá en tensa calma porque el Mayor y sus hombres no están en operativo. Aunque bien podrían estarlo, ya que éstos se realizan en grupos grandes como ahora. “Si uno no va a hacer nada puede entrar de a dos, pero si uno va a pisarle los callos a alguien se forma el desorden. Por eso las operaciones de búsqueda de droga las organizamos con muchos efectivos”.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                En el Bronx los operativos policiales no suelen durar mucho tiempo. “Se ponen muy agresivos, así que las pruebas que uno no corone en cinco minutos ya no las alcanza a coronar”, dice el Mayor Vanegas.

                                                                                                                                Hace un año, a Luis Eduardo Ortiz le tocó soportar una acción de las autoridades que tardó más de una hora. El hombre de 44 años quedó encerrado en su rancho justo cuando la Policía empezó a lanzar gases lacrimógenos. Dice que es su peor anécdota luego de siete años en la zona.

                                                                                                                                No ad for you


                                                                                                                                Ortiz, a quien todos sus vecinos conocen como Georgé, es el dueño de la única peluquería del Bronx: ‘Georgé peluquería’, un mínimo local plagado de espejos borrosos, afiches de Natalia París y accesorios de belleza que parecen usados, al cual, quién lo creyera, varios indigentes llegan para cortarse el cabello o limpiarse las uñas.

                                                                                                                                Georgé los espera con sus seis secadores de pelo, su único lavacabezas y sus decenas de productos para la estética en el salón que también hace las veces de vivienda del peluquero, con una cama sencilla, un clóset de plástico y un televisor con DVD.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Georgé es la prueba viviente de la paradoja en un subsistema urbano que algunos han calificado como “el cementerio de los muertos vivos” o “la peor vergüenza de Bogotá”. Vino a parar acá proveniente del antiguo Cartucho, como la mayoría de los habitantes del Bronx. También como la mayoría, durante mucho tiempo fue drogadicto y habitante de la calle.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                ¿Podrán recuperarlo?

                                                                                                                                El nombre del Bronx es una clara alusión al condado neoyorquino de bajo estrato en el que viven negros y latinos, aunque nadie se atribuye este bautizo. Nació en 2002, casi al tiempo en que moría el Cartucho —ubicado en la zona en la que hoy queda el parque del Tercer Milenio—, en dos cuadras tradicionalmente de negocios de ferreteros.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Su recuperación está en los primeros puestos de la lista de metas de autoridades civiles y de policía, que coinciden en que el asunto va más allá de ser un problema de seguridad y microtráfico de drogas. “Hacer operativos en el Bronx es sacarle un balde de agua al mar. Se necesita una intervención social poderosa”, dice el mayor Carlos Alberto Vanegas.

                                                                                                                                Por su parte, la secretaria de Gobierno, Clara López, también cree que la solución debe ser integral. “La idea de recuperar el Bronx tiene que ver con rescatar al habitante de la calle, no sólo con intervenir en contra de las bandas delincuenciales”.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Puntualmente, el Distrito instaló unas mesas de trabajo con funcionarios de los entes de la Alcaldía, la Policía y parte de la comunidad. Sin embargo, a la iniciativa no se han sumado los directamente afectados: los habitantes del Bronx —que se estima son unos cinco mil—.

                                                                                                                                ¿Podrán las autoridades recuperar este lunar penoso para la ciudad y el país? ¿En cuánto tiempo? Georgé, el peluquero, parece tener una idea: “Llevo años acá, he visto a mis amigos morir, poder cambiar este mundo sería un milagro”.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Hoy, en el sector deprimido de Bogotá llamado el Bronx los silbidos se escuchan más que nunca. Una camioneta y dos vehículos tipo Van de la Policía Metropolitana se han aparcado justo enfrente de una de las entradas de la zona, que va de las calles 9ª a la 10ª entre carreras 15A y 15B formando una especie de letra P. Mal contados, 30 hombres de verde bajan guiados por el mismísimo Comandante de la localidad de Mártires, el mayor Carlos Alberto Vanegas, y se disponen a entrar.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                La situación se mantendrá en tensa calma porque el Mayor y sus hombres no están en operativo. Aunque bien podrían estarlo, ya que éstos se realizan en grupos grandes como ahora. “Si uno no va a hacer nada puede entrar de a dos, pero si uno va a pisarle los callos a alguien se forma el desorden. Por eso las operaciones de búsqueda de droga las organizamos con muchos efectivos”.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                En el Bronx los operativos policiales no suelen durar mucho tiempo. “Se ponen muy agresivos, así que las pruebas que uno no corone en cinco minutos ya no las alcanza a coronar”, dice el Mayor Vanegas.

                                                                                                                                Hace un año, a Luis Eduardo Ortiz le tocó soportar una acción de las autoridades que tardó más de una hora. El hombre de 44 años quedó encerrado en su rancho justo cuando la Policía empezó a lanzar gases lacrimógenos. Dice que es su peor anécdota luego de siete años en la zona.

                                                                                                                                No ad for you


                                                                                                                                Ortiz, a quien todos sus vecinos conocen como Georgé, es el dueño de la única peluquería del Bronx: ‘Georgé peluquería’, un mínimo local plagado de espejos borrosos, afiches de Natalia París y accesorios de belleza que parecen usados, al cual, quién lo creyera, varios indigentes llegan para cortarse el cabello o limpiarse las uñas.

                                                                                                                                Georgé los espera con sus seis secadores de pelo, su único lavacabezas y sus decenas de productos para la estética en el salón que también hace las veces de vivienda del peluquero, con una cama sencilla, un clóset de plástico y un televisor con DVD.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Georgé es la prueba viviente de la paradoja en un subsistema urbano que algunos han calificado como “el cementerio de los muertos vivos” o “la peor vergüenza de Bogotá”. Vino a parar acá proveniente del antiguo Cartucho, como la mayoría de los habitantes del Bronx. También como la mayoría, durante mucho tiempo fue drogadicto y habitante de la calle.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                “Estoy aquí porque después de casi 20 años —diez en el Cartucho y siete en el Bronx— le tengo mucho cariño a la gente. Me respetan, me aceptan y dejan que lleguen clientes de otros barrios... Además, ¿para dónde voy a coger?”.

                                                                                                                                ¿Podrán recuperarlo?

                                                                                                                                El nombre del Bronx es una clara alusión al condado neoyorquino de bajo estrato en el que viven negros y latinos, aunque nadie se atribuye este bautizo. Nació en 2002, casi al tiempo en que moría el Cartucho —ubicado en la zona en la que hoy queda el parque del Tercer Milenio—, en dos cuadras tradicionalmente de negocios de ferreteros.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Su recuperación está en los primeros puestos de la lista de metas de autoridades civiles y de policía, que coinciden en que el asunto va más allá de ser un problema de seguridad y microtráfico de drogas. “Hacer operativos en el Bronx es sacarle un balde de agua al mar. Se necesita una intervención social poderosa”, dice el mayor Carlos Alberto Vanegas.

                                                                                                                                Por su parte, la secretaria de Gobierno, Clara López, también cree que la solución debe ser integral. “La idea de recuperar el Bronx tiene que ver con rescatar al habitante de la calle, no sólo con intervenir en contra de las bandas delincuenciales”.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Puntualmente, el Distrito instaló unas mesas de trabajo con funcionarios de los entes de la Alcaldía, la Policía y parte de la comunidad. Sin embargo, a la iniciativa no se han sumado los directamente afectados: los habitantes del Bronx —que se estima son unos cinco mil—.

                                                                                                                                ¿Podrán las autoridades recuperar este lunar penoso para la ciudad y el país? ¿En cuánto tiempo? Georgé, el peluquero, parece tener una idea: “Llevo años acá, he visto a mis amigos morir, poder cambiar este mundo sería un milagro”.

                                                                                                                                Por Laura Ardila Arrieta

                                                                                                                                Ver todas las noticias
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