El clamor de justicia de la familia de José Pulido, asesinado durante un robo
El geólogo José Pulido tenía 29 de años cuando murió, luego de ser herido en medio de un atraco. El crimen fue a solo 11 días de cumplir su sueño de estudiar becado en una prestigiosa universidad del exterior. Ha pasado un año y su familia denuncia falta de interés de la Fiscalía, para identificar al responsable. Esta es su voz que reclama justicia.
María Angélica García Puerto
Rosa Mancera nunca olvidará la llamada que recibió a las 8:00 de la noche, del 21 de julio de 2023, desde el Hospital Méderi. Al otro lado de la línea, una médica le informó que el menor de sus hijos, José Eduardo Pulido Mancera, de 29 años, estaba en grave estado de salud, luego de haber recibido una puñalada en el corazón, en medio de un atraco, al norte de Bogotá.
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Rosa Mancera nunca olvidará la llamada que recibió a las 8:00 de la noche, del 21 de julio de 2023, desde el Hospital Méderi. Al otro lado de la línea, una médica le informó que el menor de sus hijos, José Eduardo Pulido Mancera, de 29 años, estaba en grave estado de salud, luego de haber recibido una puñalada en el corazón, en medio de un atraco, al norte de Bogotá.
Este geólogo, con maestría en geofísica, horas antes estuvo recorriendo Chapinero en su bicicleta, para ultimar detalles de un viaje a Colorado (Estados Unidos), donde iba a estudiar un doctorado, gracias a una beca. Cuando se disponía a regresar a su casa, recibió un mensaje de sus amigos, que le tenían preparada una despedida sorpresa. “Ya voy para allá”, fue lo último que respondió.
Fue entonces, cuando a las 7:30 de la noche, al joven lo abordó un delincuente, en la carrera 30 con calle 22 (en inmediaciones de Paloquemao), y lo amenazó con arma blanca, para robarle su bicicleta y celular. Sin embargo, en medio del forcejeo, el sujeto, indolente, le pegó una puñalada en el pecho y escapó. Tras lo sucedido, algunas personas lo auxiliaron y pararon una ambulancia que justo pasaba por el lugar, la cual lo trasladó al hospital Méredi, ubicado a pocas cuadras del lugar de los hechos.
Minutos después llamaron a su madre, quien de inmediato se trasladó al centro asistencia, ubicado a ocho kilómetros de su hogar. Al llegar, la recibieron con la fatal noticia de que su hijo había ingresado sin signos vitales. “La urgencióloga me dijo que me iba a mostrar el cuerpo. Entonces me senté a esperar 10 minutos, cuando vino una auxiliar y le dijo a la médica que mi hijo tenía actividad cardíaca y lo habían pasado a cirugía”, relató Rosa Mancera.
En medio de la intervención, cuenta Rosa, José Eduardo sufrió dos paros cardíacos y prácticamente se desangró. A las 3:00 de la mañana, del 22 de julio, sufrió una nueva complicación y regresó al quirófano. A partir de ahí fue una lucha contra la muerte. Tres días duró en cuidados intensivos, hasta que el 25 de julio fue declarado con muerte cerebral. “Él media 1,86 cm y hacía gimnasio, por lo que todos sus órganos (excepto el hígado, que tuvo isquemia) se podían donar. Y así lo hicimos”, narró Rosa, con voz entrecortada.
“Borraron las grabaciones”
En la carrera 30 con calle 22, lugar del ataque, se ubica el centro comercial Mallplaza, el conjunto residencial Colseguros y la estación de Transmilenio CAD. Lugares que tienen cámaras de videovigilancia y que, muy probablemente, habrían grabado el momento del fatídico hecho. Sin embargo, según Rosa, este es el día en el que no se ha podido conocer los videos e, incluso, unas fueron borradas. “Ese punto es muy oscuro. La cámara de Transmilenio estaba dañada y no se pudo recuperar nada. El edificio Colseguros y el centro comercial no permitieron mirar los videos, sin orden judicial. Luego de un largo tiempo se obtuvo esa orden, pero respondieron que ya habían borrado el material”, denunció.
De otro lado, la operadora telefónica Tigo no ha entregado información de las llamadas, mensajes y/o ubicaciones del teléfono que le robaron a José Eduardo, información clave que podría servir para rastrear la posible ubicación del homicida. “No ha colaborado en lo más mínimo para, por ejemplo, recuperar la sim card. El fiscal lo solicitó, pero hasta el momento, no ha entregado información, justificando que no están obligados a hacerlo”, señaló.
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Sobre los hechos, solo una joven, que se encontraba en el lugar, fue testigo en el caso. Relató que esa noche vio a un sujeto con una bicicleta blanca, atravesarse la carrera 30. Aunque no hay pistas para identificar al homicida y esclarecer si tenía o no cómplices, Rosa Mancera destaca que casi 15 días después de la muerte de su hijo, dos delincuentes intentaron asaltar a otro ciclista, pero iba armado y se defendió. “Él no quiso poner la denuncia. Intenté ponerla como tercera persona, pero no me aceptaron”, agregó Mancera.
En cuanto a la investigación, la mamá de José Eduardo indicó que dos veces han cambiado al fiscal y quien tiene el proceso actualmente no le interesa en lo más mínimo el caso de su hijo. “Un día me dijo: ‘Ahí todos los días hay atracos. ¿Qué quiere que yo haga? Mire todos los expedientes que tengo’. Como me puede contestar así. Y hasta este momento, no se sabe nada de quién fue. Lo que sí sabemos es que han ocurrido más hechos en ese mismo lugar”, cuestionó Rosa.
¿Cuándo llegará la justicia?
Ha trascurrido un año desde el trágico hecho y la sensación para la familia de José Eduardo, en medio del dolor, sigue siendo de impunidad. Sienten que, como en otros casos, los han dejado solos y su hijo es tratado como un número más, en los cientos de casos que se registran en la ciudad. “Siento que hay una responsabilidad del Estado y de la ciudadanía, porque no colabora. Yo quisiera que se emitiera una norma que obligue a empresas como Tigo a entregarle a la Policía la información, sin necesidad de mediar la orden de un juez, que siempre se demora. Que se revisen las cámaras, para ver que efectivamente funcionen y, además, se cree una red de vigilancia entre los mismos ciclistas, para que esto no ocurra”, expresó Rosa.
A José Eduardo Pulido sus amigos siempre lo recordarán como una persona inteligente, amable y talentosa. Por eso, en su memoria, han plasmado murales de colores en el barrio Comuneros, donde creció; se sembró un árbol chicala rosado, y el laboratorio de geología en la Universidad Nacional lleva su nombre. “Esta pérdida es tan grande, que yo no quiero que nadie más sienta esto. Ha sido lo más doloroso en mi vida”, concluye su mamá, quien solo pide justicia.
Según datos de la Policía Metropolitana de Bogotá, con corte al 2 de agosto, 3.189 bicicletas han sido hurtadas, un 34 % menos respecto al mismo periodo del año pasado (4.815). Asimismo, durante el 2024, 528 bicicletas han sido recuperadas. Aunque la Policía indicó que no maneja estadísticas de homicidios en medio de robos -pues aseguraron que esto es de acuerdo a las investigaciones de Fiscalía-, señalaron que durante el 2024, se han registrado 635 homicidios en todas las modalidades, dos casos más respecto al 2023.
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