La construcción de la planta elevadora Canoas está en un porcentaje que se acerca al 50 %.
La contaminación del río Bogotá es una realidad cada día más costosa, no solo por la inconsciencia ciudadana, sino por los retrasos en las obras ordenadas por la justicia para recuperar y conservar el principal afluente de la ciudad, lo que prolonga los incalculables efectos ambientales y sus consecuencias. Según datos del Observatorio Regional Ambiental y del Desarrollo Sostenible del río Bogotá (Orarbo), por cada año de atraso en las obras, al río llegan sin tratar 838.000 metros cúbicos de aguas residuales, casi 49 veces el concreto...