Gracias a la implementación del Decreto 072, ha sido posible incorporar 1.003.478 m2 de espacio público.
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Caminar por Bogotá y sus barrios es encontrarse con un cúmulo de sinergias, que los vecinos establecen con su territorio. A modo de réplica, en la ciudad se repiten una y otra vez episodios en los cuales la comunidad de un barrio opta por la adopción de un espacio público, para establecer con sus recursos un parque o una simple estación de descanso al aire libre. Sin embargo, dadas las limitaciones inherentes de esta acción popular, las infraestructuras instaladas palidecen al paso del tiempo y terminan por deteriorarse.
Por Miguel Ángel Vivas Tróchez
Periodista egresado de la Universidad Externado de Colombia interesado en Economía, política y coyuntura internacional.juvenalurbino97 mvivas@elespectador.com