El enredo entre Kaputt y la Empresa Metro de Bogotá por la demolición del club
Ubicado en la calle 72a con Caracas, Kaputt nació como “un proyecto muerto”, por las obras del metro. Los creadores del club dicen sentirse “engañados” por la Empresa Metro de Bogotá (EMB) y buscan una indemnización. Esto respondió la EMB.
Ahora un hito de la fiesta bogotana, Kaputt, el club nocturno que se convirtió en un símbolo de la cultura underground de la capital, se encuentra en un ‘chicharrón’ con la EMB debido a enredos que vienen desde que inició el proyecto en 2018. Quienes invirtieron en el sitio alegan que la empresa entregó información que decía que el metro no pasaría por allí en esa época, y luego les notificaron que el predio sería pedido por dichas obras, justo cuando ya habían invertido miles de millones de pesos.
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El bar, inspirado en la escena electrónica de Berlín, anunció hace unos meses el cierre del emblemático club en el mes de noviembre. Un cierre que estaba anunciado incluso antes de que el establecimiento ofreciera su primera fiesta hace cinco años, como lo dieron a conocer sus creadores, Julían Martínez, gerente financiero de Kaputt, y Felipe Rodríguez, su director creativo, en el podcast, A fondo, de la periodista María Jimena Duzán.
Los empresarios idearon el club desde 2010 y empezaron a planificar su construcción en el barrio San Felipe, en 2014, donde funcionaba el Teatro María Luisa, una estructura, para ellos “perfecta”, para construir un ‘megaclub’ que, a la fecha, ya es uno de los más reconocidos incluso a nivel mundial. Según los empresarios, el proceso iba a flor de piel cuando realizaron las indagaciones para saber si alguna obra afectaría el local en el futuro.
“Pasado un tiempo comenzó a circular el rumor en el barrio de que había un cambio en el trazado del metro. Decían que sería elevado e iría por la Caracas. Se procedió a verificar que el predio no estuviera incluido en los diseños, consultando el Sistema de Información de la Empresa Metro de Bogotá, y la respuesta fue que el predio no formaba parte de la primera línea. Esa fue la primera victoria”, cuentan los creadores de Kaputt en un video que publicaron recientemente en sus redes sociales.
Entonces los emprendedores, quienes ya tenían experiencia creando el festival Estéreo Picnic y el bar Armando Records, arrendaron el predio e iniciaron la millonaria inversión sin precdentes que alcanzó los $5.000 millones. Agregan que cuando ya iba avanzada la obra, cuya dimensión para un bar de estos era astronómica, recibieron la notificación de la EMB, en la cual les pedían el predio porque sí pasaría el metro por esa zona. Desde allí empezaron sus suplicios. Y a pesar de saber esto, decidieron acabar la obra y abrir el bar. Anotaron en el podcast, A fondo, que “recibimos malos consejos, malos tratos y la Empresa Metro, nunca reconoció el error del sistema de información, cuando hablamos de eso, quedan fríos”.
Alegan también que la EMB sabía que ellos iban a firmar un arriendo por 10 años, sabiendo que necesitarían el predio, por lo que se sienten vulnerados. Piden, únicamente, que les reconozcan la indemnización correspondiente a los gastos del trasteo. Cosa que también parece ‘peluda’ pues la obra es tan compleja, que el trasteo se saldría de los costos y reglas contempladas por el consorcio constructor del metro.
De acuerdo con los lineamientos de la construcción de la Línea 1 del Metro, los predios serían comprados por la empresa según unas reglas de avalúo; en cuanto a los negocios que funcionan en arriendo, se supone que la empresa les ayudaría con los costos de trasteo y reubicación. En este punto, los dueños de Kaputt, dijeron a la periodista que, “nos salimos de esos lineamientos porque no vamos a trastear unos bafles. Hablamos de más de 200 cámaras, una estructura compleja y más gastos”.
Añaden que la EMB ha ignorado su solicitud de una indemnización para realizar el trasteo y, “no han sido capaces de emitir un acto administrativo respecto a la compensación, pues nunca ha habido fecha y ellos juegan con esa incertidumbre y con mantenernos desinformados”, dijeron en el programa.
Lo que respondió la Empresa Metro de Bogotá
“La Empresa Metro de Bogotá se permite informar que desde el año 2020 se hizo oferta de compra al propietario del inmueble, la cual fue actualizada el 7 de marzo del 2023, y desde el 14 de junio del mismo año, la EMB tiene la propiedad del predio ubicado en la calle 72 A No. 20 – 12, el cual tenía un contrato de arrendamiento para el funcionamiento del establecimiento comercial de la discoteca Kaputt”, aclara el comunicado emitido por la EMB.
La empresa describe que, en efecto, pagó a los dueños del predio el avalúo, sin embargo, los inversionistas de Kaputt dicen que ese avalúo tuvo un valor determinado gracias a la millonaria inversión que metieron en el edificio y contemplaron gigantescos gastos para garantizar la seguridad de las 3.000 personas que asisten cada mes al club nocturno.
La EMB añdió que, “ha realizado todas las actuaciones necesarias y garantizado los derechos para que el establecimiento de comercio que opera en el inmueble se traslade, y así la empresa Metro pueda disponer de su propiedad”, concluye el comunicado.
Por ahora, los creadores de Kaputt, que al final no pudieron recuperar la inversión, continuarán con el club, el cual, adelantaron, estará ubicado en Chapinero, y seguirá no solo ofreciendo fiestas, sino que ahora quiere convertirse en un centro de arte vanguardista.
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El bar, inspirado en la escena electrónica de Berlín, anunció hace unos meses el cierre del emblemático club en el mes de noviembre. Un cierre que estaba anunciado incluso antes de que el establecimiento ofreciera su primera fiesta hace cinco años, como lo dieron a conocer sus creadores, Julían Martínez, gerente financiero de Kaputt, y Felipe Rodríguez, su director creativo, en el podcast, A fondo, de la periodista María Jimena Duzán.
Los empresarios idearon el club desde 2010 y empezaron a planificar su construcción en el barrio San Felipe, en 2014, donde funcionaba el Teatro María Luisa, una estructura, para ellos “perfecta”, para construir un ‘megaclub’ que, a la fecha, ya es uno de los más reconocidos incluso a nivel mundial. Según los empresarios, el proceso iba a flor de piel cuando realizaron las indagaciones para saber si alguna obra afectaría el local en el futuro.
“Pasado un tiempo comenzó a circular el rumor en el barrio de que había un cambio en el trazado del metro. Decían que sería elevado e iría por la Caracas. Se procedió a verificar que el predio no estuviera incluido en los diseños, consultando el Sistema de Información de la Empresa Metro de Bogotá, y la respuesta fue que el predio no formaba parte de la primera línea. Esa fue la primera victoria”, cuentan los creadores de Kaputt en un video que publicaron recientemente en sus redes sociales.
Entonces los emprendedores, quienes ya tenían experiencia creando el festival Estéreo Picnic y el bar Armando Records, arrendaron el predio e iniciaron la millonaria inversión sin precdentes que alcanzó los $5.000 millones. Agregan que cuando ya iba avanzada la obra, cuya dimensión para un bar de estos era astronómica, recibieron la notificación de la EMB, en la cual les pedían el predio porque sí pasaría el metro por esa zona. Desde allí empezaron sus suplicios. Y a pesar de saber esto, decidieron acabar la obra y abrir el bar. Anotaron en el podcast, A fondo, que “recibimos malos consejos, malos tratos y la Empresa Metro, nunca reconoció el error del sistema de información, cuando hablamos de eso, quedan fríos”.
Alegan también que la EMB sabía que ellos iban a firmar un arriendo por 10 años, sabiendo que necesitarían el predio, por lo que se sienten vulnerados. Piden, únicamente, que les reconozcan la indemnización correspondiente a los gastos del trasteo. Cosa que también parece ‘peluda’ pues la obra es tan compleja, que el trasteo se saldría de los costos y reglas contempladas por el consorcio constructor del metro.
De acuerdo con los lineamientos de la construcción de la Línea 1 del Metro, los predios serían comprados por la empresa según unas reglas de avalúo; en cuanto a los negocios que funcionan en arriendo, se supone que la empresa les ayudaría con los costos de trasteo y reubicación. En este punto, los dueños de Kaputt, dijeron a la periodista que, “nos salimos de esos lineamientos porque no vamos a trastear unos bafles. Hablamos de más de 200 cámaras, una estructura compleja y más gastos”.
Añaden que la EMB ha ignorado su solicitud de una indemnización para realizar el trasteo y, “no han sido capaces de emitir un acto administrativo respecto a la compensación, pues nunca ha habido fecha y ellos juegan con esa incertidumbre y con mantenernos desinformados”, dijeron en el programa.
Lo que respondió la Empresa Metro de Bogotá
“La Empresa Metro de Bogotá se permite informar que desde el año 2020 se hizo oferta de compra al propietario del inmueble, la cual fue actualizada el 7 de marzo del 2023, y desde el 14 de junio del mismo año, la EMB tiene la propiedad del predio ubicado en la calle 72 A No. 20 – 12, el cual tenía un contrato de arrendamiento para el funcionamiento del establecimiento comercial de la discoteca Kaputt”, aclara el comunicado emitido por la EMB.
La empresa describe que, en efecto, pagó a los dueños del predio el avalúo, sin embargo, los inversionistas de Kaputt dicen que ese avalúo tuvo un valor determinado gracias a la millonaria inversión que metieron en el edificio y contemplaron gigantescos gastos para garantizar la seguridad de las 3.000 personas que asisten cada mes al club nocturno.
La EMB añdió que, “ha realizado todas las actuaciones necesarias y garantizado los derechos para que el establecimiento de comercio que opera en el inmueble se traslade, y así la empresa Metro pueda disponer de su propiedad”, concluye el comunicado.
Por ahora, los creadores de Kaputt, que al final no pudieron recuperar la inversión, continuarán con el club, el cual, adelantaron, estará ubicado en Chapinero, y seguirá no solo ofreciendo fiestas, sino que ahora quiere convertirse en un centro de arte vanguardista.
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