El metro de Bogotá ahora pone la mira en la tercera línea a Soacha
Tras cinco meses como gerente de la Empresa Metro, Leonidas Narváez dice que espera dejar en rieles las obras de la primera línea, contratada la construcción de la segunda y en marcha los estudios de la tercera.
Alexánder Marín Correa
Mónica Rivera Rueda
Físicamente, las obras de la primera línea del metro de Bogotá no se ven, pero en el papel van tan aceleradas, que ya anunciaron la segunda y que este año podría dar pasos hacia la tercera, que llegaría a Soacha. Así lo cuenta José Leonidas Narváez, quien cumple cinco meses al frente de la Empresa Metro y tiene la misión de hacer la evaluación de la planeación a la ejecución. En entrevista con El Espectador, habló de las dificultades, los avances y las metas. “Uno siente que la gente piensa que es un sueño, pero están pasando cosas importantes que muestran que esto es una realidad. Estamos surtiendo las etapas para empezar las obras en enero de 2023”, dice.
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Físicamente, las obras de la primera línea del metro de Bogotá no se ven, pero en el papel van tan aceleradas, que ya anunciaron la segunda y que este año podría dar pasos hacia la tercera, que llegaría a Soacha. Así lo cuenta José Leonidas Narváez, quien cumple cinco meses al frente de la Empresa Metro y tiene la misión de hacer la evaluación de la planeación a la ejecución. En entrevista con El Espectador, habló de las dificultades, los avances y las metas. “Uno siente que la gente piensa que es un sueño, pero están pasando cosas importantes que muestran que esto es una realidad. Estamos surtiendo las etapas para empezar las obras en enero de 2023”, dice.
¿Cuál es el balance tras cinco meses?
Llegué a una empresa con un reto importante: modificar su perfil de estructuradora a ejecutora. Hemos venido cambiando procesos y adaptando otros a la fase en la que estamos, donde pareciera que estuviéramos aún estructurando, porque el constructor adelanta la ingeniería de detalle, pero desde la Empresa Metro estamos ejecutando tareas importantes: el traslado de redes y la compra de predios. Lo que estamos haciendo, lo estamos cumpliendo. Eso ha sido parte de los retos en estos cinco meses.
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En junio empezaban obras del patio-taller y la calle 72. ¿Qué ha pasado?
Es importante aclarar que los hitos del proyecto no han cambiado. Desde el acta de inicio en octubre de 2020 se tiene que la fase previa, que contempla la ingeniería de detalle, debe terminar en diciembre de 2022; en enero de 2023 empieza la fase de construcción hasta septiembre de 2027; luego son seis meses de pruebas, para pasar a su fase de operación comercial en marzo de 2028. Esas fechas no han cambiado. Lo que cambió fue la fecha de inicio de los dos frentes de obra que menciona, por la pandemia y luego la problemática social. Todo se tradujo en una realidad: el comienzo del patio-taller se aplazará hasta el 17 de agosto y la intersección de la calle 72 hasta el 17 de septiembre. Esta modificación no posterga las fechas claves ni genera gastos adicionales. Además, esto nos permitió hacer ajustes de los compromisos en cuanto a traslado de redes y compra de predios, que también se vieron afectados en la pandemia.
A propósito, ¿cómo va el traslado de redes y la compra de predios?
El traslado de redes va en el 52 %. Vamos bien, prestando atención especial con el Acueducto, por la sensibilidad que representa. Frente a la compra de predios, vamos en el 48 %. De los 1.443 predios que tenemos que comprar, con 810 tenemos promesa de compraventa. Nos han entregado 625 y le hemos entregado al concesionario 78, ubicados en patio-taller y estación 1. Hay 25 que van a tener que expropiarse, por no acuerdo con los propietarios o por dificultades en el reconocimiento de la propiedad, pero tenemos tiempo.
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Algunos predios se han vuelto focos de inseguridad. ¿Qué están haciendo?
Es importante resaltar dos cosas. La empresa ha sido víctima de vandalización. Hay una organización criminal que está actuando de manera dirigida, y así lo denunciamos en la Fiscalía, donde nos declaramos víctimas. Han afectado 135 de los 625 que ya nos entregaron. Hemos hecho denuncias primero por daño en cosa ajena y luego por asociación para delinquir. Hemos puesto la denuncia, pedido apoyo a la Policía y tenemos una empresa de seguridad, pero el número de personas que llegan sobrepasaban la posibilidad de respuesta, tanto de la compañía de vigilancia como de la Policía.
¿Qué más van a hacer?
Nos tocó modificar el plan que teníamos de demoler por manzanas. Sabemos que, a pesar de vender, hay unos factores de arraigo y de pertenencia, que no se suspende con la venta. Nuestra programación estaba dirigida a demoler manzanas, para que la gente no tuviera que ver que se estaba demoliendo la casa del vecino, pero los predios no se compran al mismo tiempo. Una licitación que se iba a adjudicar en agosto la hemos tenido que anticipar. Nos tocó hacer una resolución de urgencia manifiesta para empezar antes la demolición de las casas vandalizadas y nos obliga a brindarles unas condiciones de seguridad a los vecinos. Estamos a 20 días de tener un contrato de demolición grande para evitar que los vándalos nos ganen.
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Sobre las dudas frente al predio del patio-taller, ¿cómo avanza el tema?
El concesionario ha venido entregando los diseños. No tenemos dificultad. Lo que está terminando son los trámites de permisos, plan de manejo ambiental, silviculturales, de aprovechamiento forestal. Y estamos haciéndolo bien. Son permisos que forman parte del proceso de trabajo, ante Jardín Botánico, Secretaría de Ambiente o la CAR. En agosto empezamos trabajos.
Y sobre las dudas sobre el nivel de riesgo del terreno, ¿eso se resolvió?
El decreto que cambió el nivel de riesgo de inundación no afecta el proyecto. Es un cambio de una reglamentación hacia delante y el proyecto se había identificado con una hacia atrás. No se identifican riesgos adicionales, principalmente porque el patio-taller trabajará a una cota de seis metros más alta del jarillón. Los riesgos, el proyecto los tiene cubiertos.
¿Se han retrasado algunos estudios o están a punto con el cronograma?
Todo un proceso de llevar diseños de factibilidad a ingeniería de detalle es un proceso lineal y si en ese proceso hay una afectación como la pandemia, vamos a tener que recuperar el tiempo. No veo retrasos importantes. Lo que veo es que se trasladaron esos trámites por los efectos de la pandemia y la movilización social.
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¿Cómo va la entrega de estudios?
Estamos a tiempo. Se terminó la topografía, en agosto entregan los de redes secundarias, estamos en diseños estructurales de las pilas para el viaducto y vamos en el 25 % de las estaciones, pero tenemos tiempo hasta diciembre de 2022.
¿Con la segunda línea del metro deben replantear algo para la articulación de las dos líneas?
El punto de articulación de ambas líneas será la calle 72. Obvio se presenta una complejidad, porque la calle 72 se deprime y por debajo pasará el o los túneles, eso está en definición, que llegará a la estación subterránea de la calle 72 con carrera 13, que conectará con la estación del Corredor Verde (calle 72 con carrera 9) y con la estación 16 de metro línea uno, con bocas de salida para conectar con la estación de Transmilenio que estará también ahí en la calle 72 con Caracas. Esos estudios están en prefactibilidad y empezaremos la factibilidad. Debemos terminarlos para que tanto la alcaldesa como el presidente, en julio de 2022, antes de que termine este gobierno, dejen firmado el convenio de cofinanciación.
¿Cómo dejará la segunda línea?
En este gobierno esperamos dejar contratada la obra en octubre de 2023. Ya avanzan los estudios de factibilidad con la FDN.
¿Se usará el mismo modelo que se implementó en la primera línea?
Seguiremos muy de cerca los trámites que se hicieron, porque eso es una experiencia ganada, pero los dos proyectos tienen particularidades que se van a reflejar en el proceso de contratación.
Su misión era implementar una mirada regional de metros. ¿Qué se ha hecho en ese sentido?
Con la integración regional estamos trabajando en varios frentes. No solo la Empresa Metro, sino en el marco de trabajo de la Secretaría de Movilidad. Tenemos unos comités permanentes para hacerle seguimiento al Regiotram de Occidente, que viene en la etapa constructiva y van a iniciar obras antes que nosotros, pero eso es de Cundinamarca. También haciendo seguimiento con el IDU y Movilidad al Regiotram del Norte, y estamos mirando un trabajo combinado con el IDU para la contratación de la prefactibilidad del Regiotram Sur o de la Línea 3 a Soacha del metro. Eso va a quedar contratado este año. Entonces seguimos consolidándonos como una entidad rectora, coordinadora de la integración regional férrea entre Bogotá y Cundinamarca.
¿Ha tenido muchos la empresa para estos retos adicionales?
Cuando asumí había un estudio para hacer una reestructuración importante. Esa sigue su trámite ante el Servicio Civil y la Secretaría de Hacienda y ojalá podamos tenerla este año, lo que le daría un carácter más de empresa ejecutora y operadora de la Empresa Metro. Mientras tanto, hemos tenido que ir adaptando procesos.
¿Y la estructuración del desarrollo urbanístico alrededor de la obra?
Es uno de los retos que tenemos. Todo el desarrollo urbanístico alrededor de las estaciones va a generar una plusvalía, porque va a poder tenerse mayores niveles de edificabilidad, podrá constituir unos ingresos no tarifarios para el proyecto a futuro. El nuevo POT está dando más herramientas a la Empresa Metro y vamos a avanzar en las empresas de proyectos de transporte masivo, porque hemos visto que la experiencia en el mundo es que alrededor de estas estaciones se pueden desarrollar unas características urbanísticas particulares y sería importante que pudiéramos impulsar ese tipo de desarrollos alrededor de las estaciones.
¿Hay especulación inmobiliaria?
No lo hemos identificado, pero sí vemos la necesidad de tener una línea base de conocer cómo es la situación hoy y ver cuál puede ser el impacto cuando ya se empiece a ver una realidad de las estaciones.
En el tema de plusvalía y el POT, ¿se dejaron los mismos lineamientos que dejó la pasada administración sobre las cargas urbanísticas o se han hecho modificaciones?
Se están haciendo modificaciones en el POT, que nos van a permitir tener unos instrumentos para consolidar más claramente este tipo de factores, dentro de un criterio de ciudad. Lo que no ha perdido es la importancia del desarrollo urbanístico alrededor de las estaciones, que tienen un concepto de centro comercial. Todo esto se está consolidando y beneficiando el nuevo POT.
¿Cuáles son sus ineludibles antes de dejar el cargo?
Uno está en estos cargos hasta que el superior defina. El día que la alcaldesa considere estaré, pero me gustaría acompañar a esta administración hasta el final para cumplir con el reto de dejar las obras en marcha en 2023 y dejar adjudicada la segunda línea del metro.