El preocupante gas que emana por la disposición de basuras en Doña Juana
Ad portas de cambiar el esquema de aseo, Greenpeace revela un informe sobre el impacto del gas metano que emana del relleno. Fuera de aportar a más muertes por mala calidad del aire, tendrá implicaciones económicas.
María Angélica García Puerto
El relleno Doña Juana, inaugurado en 1988, es el sitio de disposición de basuras más grande del país. Aunque su licencia está próxima a caducar, el Distrito planea extender su vida útil 37 años más. Para lograrlo, proyecta construir dos muros de contención, mejorar las vías de acceso y saldar una deuda: construir la planta de lixiviados. Sin embargo, el plan no cae bien entre las comunidades de Mochuelo Alto y Bajo, que viven a 820 metros del relleno. Para ellos, cualquier acción es alargar un problema, que llevan padeciendo tres décadas.
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El relleno Doña Juana, inaugurado en 1988, es el sitio de disposición de basuras más grande del país. Aunque su licencia está próxima a caducar, el Distrito planea extender su vida útil 37 años más. Para lograrlo, proyecta construir dos muros de contención, mejorar las vías de acceso y saldar una deuda: construir la planta de lixiviados. Sin embargo, el plan no cae bien entre las comunidades de Mochuelo Alto y Bajo, que viven a 820 metros del relleno. Para ellos, cualquier acción es alargar un problema, que llevan padeciendo tres décadas.
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“Quisiéramos un cierre definitivo, pero ¿lo hará el Distrito, sabiendo que no tiene a donde llevar los residuos y la gente sigue reciclando mal?”, pregunta Yuri Vidal, lideresa en El Mochuelo. La pregunta adquiere peso, al conocer que al día llegan al relleno casi 7.000 toneladas de basura, de las cuales el 30 % se hubiera podido aprovechar, situación que es el origen de una cadena, en la que gramo de basura, genera nefastos efectos ambientales, como lo revela un reciente informe la ONG Greenpeace, que se concentró en analizar una de las tantas consecuencias de esta cadena: la generación, captura y emisiones de gas metano en Doña Juana.
El resultado no fue alentador: desde 1987, al menos, el 50 % del gas que se produce por la descomposición de la basura no se capturó ni se aprovechó, por lo que este compuesto sigue en el ambiente, contaminando el aire. Solo el año pasado llegaron a Doña Juana dos millones de toneladas de basura (algo como 54 mil buses de Transmilenio), que generaron 93 mil toneladas de metano. “Esto hace que la crisis climática tenga implicaciones, además, en términos de salud pública y en la economía”, dice Tatiana Céspedes, coordinadora de campañas.
Las implicaciones para la salud
El metano está en sitios donde no llega el oxígeno, pero a causa de las altas temperaturas, se termina por liberar en el ambiente, explica Jesús Vargas, biólogo y especialista en restauración ecológica. “El metano actúa como contaminante atmosférico, que provoca ingresos hospitalarios por asma y muertes prematuras por enfermedades cardiovasculares”, explica la Organización Mundial de la Salud. Sobre los efectos del Metano, parecen dar fe los residentes de las veredas aledañas al relleno. “A pesar de que digan que tratan el relleno, el olor en las noches es fuerte”, cuenta Viviana Rodríguez, habitante de Mochuelo Bajo. “La gente está enferma de gripa o tienen infecciones en la piel. No tenemos centro de salud. A veces vienen del Distrito, pero es esporádico”, dice Nora Durán.
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Pese al reclamo, la Secretaría de Salud dice que sí actúa. Hasta agosto realizaron 12 actividades de manejo de vectores en Usme y siete en Ciudad Bolívar. Además, en dos jornadas (27 de julio y 24 de agosto) aplicaron vacunas contra la influenza, neumococo y VPH. “La Subred de Salud Sur realiza seguimiento a los nacimientos y defunciones en los barrios priorizados y análisis de las enfermedades relacionadas con la descomposición de residuos”.
Costoso riesgo
Según Greenpeace, si Doña Juana deja de operar en 2024, las emisiones residuales de metano podrían ser las responsables de la muerte de 450 personas en las próximas décadas. Pero, como la idea es prolongar su vida útil, el riesgo se multiplicará. Por eso, para la ONG ambiental, que calcula que este año el relleno emitirá 62.802 toneladas del gas, las implicaciones económicas serán astronómicas: en los próximos 65 años, podrían generar gastos por $4,3 trillones, en daños ambientales y atenciones de salud.
“Esto se basa en el PIB del país. Y es una plata importante, que puede gastarse en la restauración del barrio Mochuelo; mejor en la salud de estas personas, o combatir incendios forestales”, acota la coordinadora de campañas de la ONG. Si bien Doña Juana posee una planta de biogás para aprovechar los gases, Céspedes agrega que no es suficiente para la cantidad de basura que llega a diario al relleno. “Necesitamos una transición hacia la innovación tecnológica. Y esto debe ir con un plan de gestión integral de residuos, donde se avance a un modelo donde se recicle”, instó Céspedes.
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¿Cómo avanzar?
Cartones separados, botellas de plástico limpias y una basura única para los desechos orgánicos para todos los vecinos es el día a día de la mayoría de los habitantes de la zona rural de El Mochuelo. Allí todos saben la importancia de reciclar, porque viven las consecuencias de quienes no lo hacen. “Colombia debería sancionar a quienes no lo hagan, como en otros países “, dice Iris Albarracín, representante legal de la Fundación Colombia Líderes por Mochuelo.
En esto coincide la lideresa Yuri Vidal: “La directora de la UAESP no ha sido asequible con la comunidad. Nosotros queremos aportar una solución. En México vimos como los lunes, martes y miércoles los camiones solo recolectan residuos no aprovechables, y jueves y viernes los aprovechables y orgánicos. Ellos no tienen relleno, tienen plantas de separación y de tratamiento”.
Sobre cuáles son las apuestas para mejorar la operación de Doña Juana, la administración ha dicho que el nuevo esquema apunta a pasar de un modelo lineal a uno circular, con la reutilización con ‘ecopuntos’ fijos. “Lo ideal sería que en los hogares separáramos correctamente los residuos. Pero es un proceso lento y difícil. Tener un incinerador es costoso y eso se tiene que recuperar vía tarifa”, aseguró Carolina Montes, docente de medioambiente de la U. Externado.
La oportunidad la tiene el Distrito con el planteamiento del nuevo esquema de aseo, que procure el beneficio integral de los recicladores; que aporte a minimizar el impacto del cambio climático, y garantice un aire limpio. Mientras se elabora e inicia su implementación, la apuesta también está en las campañas de concientización ambiental en los hogares y centros educativos de la ciudad. La comunidad de Ciudad Bolívar y Usme, cerca al relleno, está cansada de sufrir las consecuencias.
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