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El transporte público en la ciudad de Bogotá enfrenta diversos desafíos financieros relevantes, especialmente en relación con lo que comprende a la financiación del sistema integrado, que abarca Transmilenio, la troncal, el zonal como lo son el SITP o alimentadores y el Transmicable. Para así poder movilizar los aproximadamente cuatro millones de usuarios diarios, se estima que se necesitan alrededor de $6 billones, según las estimaciones de la empresa Transmilenio. Sin embargo, la compañía ha informado de un déficit de más de $3 billones en el sistema operativo.
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, reconoció la significativa brecha entre el recaudo y la operación de los sistemas de transporte, que se acerca a los $3 billones. Afirmó que se avanzará, junto al Ministerio de Transporte, en buscar alternativas para disminuir esa brecha, considerando que cerca del 10 % del presupuesto de Bogotá se destina a cubrir esa diferencia.
En busca de soluciones, el presidente Gustavo Petro ha propuesto opciones como la inclusión de cobros en la factura de energía de los colombianos o a través del impuesto predial. Estas propuestas han generado debate, ya que el impuesto predial, especialmente en estratos altos, podría representar una carga financiera considerable para los residentes.
Esto, teniendo en cuenta que para 2024 el impuesto predial pondría hasta un 50 % en los predios urbanos con destino habitacional y comercial y cuyo avalúo catastral sea menor o igual a 135 SMMLV.
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¿Qué mencionaron otras personalidades al respecto?
El exalcalde de Bogotá Enrique Peñalosa, en contacto con el medio de comunicación La República, advirtió sobre la importancia de tener precaución al aumentar el impuesto predial, considerando que en estratos altos ya representan desde dos, hasta tres meses de arriendo de un apartamento. De igual forma sugirió que una parte de la solución podría se mejor si esta proviene de fuentes normales del presupuesto nacional e impuestos de renta.
El profesor José Stalin Rojas, director del Observatorio de Movilidad de la Universidad Nacional, añadió que es crucial buscar fuentes externas para cerrar el déficit financiero del transporte. Ejemplificó que en países de Europa, se están implementando impuestos adicionales a los tiquetes aéreos para financiar el transporte público. Sin embargo, alertó sobre la necesidad de garantizar que estas medidas no afecten la integridad y el bienestar de quienes pagarían esos impuestos.
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¿Hay estudios para la viabilidad de la propuesta?
En este contexto, se adelantan estudios para evaluar la viabilidad de propuestas anteriores, como financiar el transporte público a través de la factura del servicio de luz. La ciudad está comprometida en encontrar la fórmula más eficiente para garantizar un sistema de transporte funcional, seguro y de buena calidad para los ciudadanos.
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